La vi junto a mi novia el domingo y a los dos nos pareció un horror.
Menuda decepción nos llevamos.
Nosotros no encontramos la tensión derivada del guión y del ritmo de la película por ninguna parte. Lo único que me puso de los nervios es la actuación de Manuela Velles con sus interminables gritos y jadeos: reconozco que en una situación como la de la película se actuaría así seguramente, pero de verdad que se me hizo pesadísimo... Y mejor no hablar del que hace de
que no sé de dónde lo habrán sacado...
También encuentro algunas situaciones ridículas, como
la del guardia de seguridad
amén de que me resulta poco creíble la dinámica entre
los tres ladrones y la situación del más joven de ellos, que parece que está allí forzado
En fin, que desgraciadamente no encontré las virtudes que todos encuentran en ella y sí mucho tedio.
Para tensión en situaciones similares a las que expone esta película, encuentro mucho más inquietantes y angustiosas las que trata lel reciente remake de El Día de la Madre, dirigida con mejor pulso por Darren Lynn Bousman.
De todas formas, es de agradecer que directores nuevos se adentren en estos géneros, de los que tan falto está el cine producido aquí.