Volver a casi matar a Sherlock y mandarlo de vuelta al exilio otra vez para evitarlo en el último momento con la supuesta resurrección de Moriarty es ya realizar triples saltos mortales en un capítulo donde, además, Mary resulta ser una asesina profesional.

La verdad es que están rozando los límites del ridículo y se salvan por los estupendos actores y escenas bien resueltas. Por cierto... ¿Holmes mataba a alguien a sangre fría en las historias de Doyle? Es curioso lo poco que se habla de ello. Me parece una decisión argumental que busca la polémica y a nadie le ha importado, quizá porque todo el capítulo es tan rocambolesco que ya cualquier cosa pasa desapercibida. Mala señal.
En el segundo episodio no logro entender como funciona lo del cinturón. No creo que tenga sentido alguno. Aunque el tono de comedia está logrado, pero es cierto que es muy Doctor Who (Matt Smith tenía un capítulo muy parecido en una boda).
El primer capítulo se pasa demasiado tiempo haciendo chistes sobre la resurrección de Holmes que acaban siendo irritantes. El caso que resuelven es puro trámite para desarrollo de personajes que no está mal. Descubrimos que todas las bombas tienen un botón para ser apagadas, lo que convierte la labor de los artificieros de la policía y de los militares en la más fácil del mundo.
Pero bueno, sigue siendo una gran serie.