Tema: Sir Alfred Hitchcock: revisando sus películas

Curiosamente sus dos primeras películas son producciones en Technicolor de Michael Curtiz, un director al que hasta Errol Flynn le tenía miedo.

Efectivamente, ella de jovencita comenzó a tomar clases de canto y enseguida ya estaba cantando para ganarse la vida. Consiguió formar parte de bandas importantes, como la comandada por Les Brown. Con esta banda consigue varios éxitos importantes en la segunda mitad de los 40. Y es cuando empieza en el cine, de la mano, claro, de los musicales. En algunos de ellos consiguió nuevamente éxitos discográficos.
Ya fue de la mano de Hudson y las comedias, cuando arrasó en la taquilla norteamericana.

Por cierto, siempre la hemos visto con el pelo corto, pero mirad lo sexy que estaba con veintipocos años y con pelo largo, en una sala de jazz donde cantaba en Nueva York.

¡Hoy toca visionado de Hitchcock: "Falso culpable"!...

Pues tendrás que esperar que todavía tengo que entregar el comentario del foro Hammer (esta noche sin falta) y, por supuesto, ni siquiera la he visto.

¡¡Sin problemas amigo Alcaudón!!.

Aunque sólo quedan 10 películas por reseñar espero que el confinamiento acabe antes...

Ya me he hecho la ficha de la película, paso previo antes de iniciar cualquier reseña, aunque todavía no la he visto, cosa que probablemente haga mañana (hoy me toca la tercera entrega de otra de las revisiones - aperiódicas - que llevo).

Estoy investigando un poco las fuentes de las que parte el guión de Anderson y MacPhail puesto que hay informaciones contradictorias.

Hoy me toca trabajar por aquello de que somos servicios esenciales aunque se supone que nos compensarán tanto en dinero como en horas, aunque nunca se sabe...

El viernes y el lunes han impuesto servicios mínimos del 25% y yo me he ofrecido voluntario para este último día.

Iniciado por Alcaudón

[...]
El viernes y el lunes han impuesto servicios mínimos del 25% y yo me he ofrecido voluntario para este último día.

No sé si te lo han dicho lo suficiente, pero mira que eres buena persona. Ahora mas que nunca se necesitan más Alcaudones y menos cotorras.

No es cuestión de heroismo. La verdad es que en mi edificio últimamente hay ruido a todas horas y lo cierto es que estoy mucho más tranquilo en el trabajo. Llevo peor los nervios que el miedo al virus.

Además se supone que nos recompensarán en dinero y en horas.

Estoy dudando entre EL SIGNO DE LA CRUZ de Cecil B. DeMille (y así igualar a tres las diferentes revisiones) o directamente verme FALSO CULPABLE, de la que ya he recopilado un buen montón de material para la reseña.

¿Alguna preferencia?



Por cierto, debido al motivo que todos sabemos este mes no sale a la venta Dirigido por...

Anuncian para el próximo número un monográfico sobre Josef von Sternberg, del que servidor está llevando a cabo una revisión a mi paso.

La que mas te apetezca a ti, las dos son muy interesantes, cada una en su estilo.

Mañana libro pero esta noche he dormido poco así que probablemente me decida por Don Alfredo porque dura 20 minutos menos.

De todas formas me he dado cuenta que la última película la revisé el 4 y hoy estamos a 9.

Iniciado por Alcaudón

Estoy dudando entre EL SIGNO DE LA CRUZ de Cecil B. DeMille (y así igualar a tres las diferentes revisiones) o directamente verme FALSO CULPABLE, de la que ya he recopilado un buen montón de material para la reseña.

¿Alguna preferencia?

Te diría que Falso culpable, que la tengo fresca.

Ando revisando el pack con 4 de Godard que sacó Divisa, y tiré de Hitch para la desintoxicación pertinente.

Iniciado por Alcaudón

Estoy dudando entre EL SIGNO DE LA CRUZ de Cecil B. DeMille (y así igualar a tres las diferentes revisiones) o directamente verme FALSO CULPABLE, de la que ya he recopilado un buen montón de material para la reseña.

¿Alguna preferencia?



Por cierto, debido al motivo que todos sabemos este mes no sale a la venta Dirigido por...

Anuncian para el próximo número un monográfico sobre Josef von Sternberg, del que servidor está llevando a cabo una revisión a mi paso.

Mi Fede luciendo piernacas En esa peli apropiada para estos días no sé quién pasaba en maquillaje y peluquería mayor tiempo...

La decisión final podréis leerla pronto en "el otro rincón"...

Y esta noche, sin falta, FALSO CULPABLE o EL HOMBRE EQUIVOCADO, como lo titularon más correctamente en México, donde vive uno de mis hermanos desde años muchos años.



Tres días de descanso (a pesar de los niños del vecino de arriba) espero que me den de sí primero para ver varias películas y luego comentar las que pueda.

Ya tengo bastante avanzada la crónica de FALSO CULPABLE. Lo tardío de la hora y el dolor de espalda y de lumbares me impiden continuar. Espero completarla mañana por la mañana y a la noche incluir alguna captura de pantalla, aunque espero que menos de las habituales, dado que es un proceso agradecido pero muy tedioso.

Y nosotros que te lo agradecemos, Alcaudón. . Así solo nos ocupamos del agradable o desagradable momento de echarle miel o vinagre (las menos en Hitchcock) al asunto. Por cierto, buscando el otro día una película en dvd (las tengo todas amontonadas en el cuarto) y obviamente no di con ella, pero en el camino, di con unas cuantas que tengo ganas de revisionar y una de ellas es en dvd libro Falso culpable. De ahí puedo sacar algo de información.

REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE SIR ALFRED HITCHCOCK (1899-1980) / PARTE XLIII:

44. THE WRONG MAN (1956, FALSO CULPABLE)



Director: Alfred Hitchcock.

Producción y distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.

Productor: Alfred Hitchcock.

Productor adjunto: Herbert Coleman. (En realidad, de nuevo, el productor de facto).

Guión: Maxwell Anderson y Angus MacPhail, a partir de la adaptación de Maxwell Anderson del artículo “A Case of Identity” de Herbert Brean (Life, 29 de junio de 1953).

Dirección artística: Paul Sylbert.

Fotografía: Robert Burks (en formato panorámico (1.85:1)).

Música: Bernard Herrmann.

Montaje: George Tomasini.

Reparto: Henry Fonda (Christopher Emanuel “Manny” Balestrero), Vera Miles (Rose Balestrero), Anthony Quayle (Frank D. O’Connor), Harold J. Stone (Teniente Bowers), Charles Cooper (Detective Matthews).

Duración: 1 h 45 m 26 s (Copia en BD editada por Warner en 2016).

Rodaje: del 26 de marzo al 6 de junio de 1956.

Estreno: 26 de enero de 1957, con preestreno en Nueva York el 22 de diciembre de 1956.

Olvidémonos por una vez de las declaraciones que el director hizo a Truffaut o a Bogdanovich en sus respectivos (y magníficos) libros de entrevistas y de cualquier otro tipo de material que haya caído en nuestras manos sobre la película hoy reseñada, sin lugar a dudas una de las menos estudiadas de la amplia y excepcional filmografía de su autor, al menos de su etapa norteamericana y centrémonos exclusivamente en lo que su visionado nos ha aportado y/o sugerido. Tal vez las conclusiones que saquemos del mismo nos hagan cambiar nuestra percepción de la misma.



FALSO CULPABLE se configura como una anomalía, como un cuerpo extraño, incrustada en pleno período Paramount, rodada en blanco y negro (algo que no hacía desde YO CONFIESO (1953) y que no volvería a hacer – y por última vez – hasta PSICOSIS (1960)), como si fuese más un documental que una obra de ficción y donde Hitchcock nos revela uno de los grandes miedos que le habían torturado desde su más tierna infancia y que se convirtió en el tema más recurrente en su filmografía: el hombre acusado de un crimen cometido por otro.

Nunca ha estado del todo claro por qué Hitchcock volvió a la Warner para rodar esta película teniendo en cuenta de la libertad y del éxito del que gozaba en la Paramount, donde el director elaboró alguna de sus mejores películas (LA VENTANA INDISCRETA, DE ENTRE LOS MUERTOS).

Porque lo cierto es que el contrato firmado con la Warner en 1949 era únicamente por cuatro películas (PÁNICO EN LA ESCENA, EXTRAÑOS EN UN TREN, YO CONFIESO y CRIMEN PERFECTO) y es por tanto falso, aunque el propio director lo indique así, que les debiera una quinta película al estudio.

La explicación más sencilla o al menos eso es lo que yo pienso es que Hitchcock, como agradecimiento a Jack L. Warner por el apoyo que le había dispensado al distribuir sus dos primeras películas como productor independiente (LA SOGA y ATORMENTADA) – que recordemos, no fueron precisamente grandes éxitos de taquilla – y por el generoso contrato que había firmado con él (1.000.000 de dólares y libertad a la hora de elegir los guiones, así como el equipo técnico y el reparto), decidió rodar esta película como un favor personal y bajo unas condiciones económicas sustancialmente inferiores a lo que estaba ganando en la Paramount.

Lo que es difícil de entender es que vio el señor Warner en esta propuesta ciertamente suicida, al menos desde el punto de vista de réditos en taquilla, que le convenciera para aceptarla.

Sin duda, uno de esos misterios que envuelven al cine clásico de Hollywood. O sencillamente que los estudios estaban manejados por individuos que no sólo pensaban en obtener un rendimiento inmediato en taquilla sino que a veces aceptaban propuestas simplemente por el prestigio que podrían suponerle al estudio.

Claro que todo esto pueden ser simplemente especulaciones de mi mente cinéfila. Seguramente nunca llegamos a saberlo a ciencia cierta.

De cualquier forma, FALSO CULPABLE es ciertamente la película más extraña del cuerpo fílmico de su director y un excelente ejemplo de ese carácter experimental que caracteriza a la filmografía del director británico.

Y que además rompe drásticamente con el estilo su anterior película, EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO, un remake que fue en cierta medida un paso atrás dentro de un período pleno de creatividad y de experimentación y que le haría llegar a las más altas cimas del arte cinematográfico.

Pero antes de seguir me gustaría decir que pese a todo lo arriba indicado FALSO CULPABLE me parece una película fascinante pero también en cierta forma fallida.

Tenía un gran recuerdo de ella pero aunque sigo pensando que es una buena película (incluso a ratos excelente) hay cosas en ella que no me acaban de gustar y una de ellas es el el rótulo final que destruye en buena parte lo conseguido por el director a lo largo de la proyección.



También pienso que la película está algo desequilibrada, dedicando mucho más metraje al personaje principal, Manny Balestrero (Henry Fonda), algo tal vez lógico dado que es su via crucis (una expresión que viene como anillo al dedo como luego veremos) lo que nos narra la película, de forma que su mujer, Rose (Vera Miles), está notablemente desdibujada y sólo cuando empieza a perder la razón recupera algo de protagonismo.





Esa separación en dos bloques Manny vs. Rose hace que algo no acabe de funcionar en la película. Además pienso que es demasiado brusca la transformación de Rose, una persona cariñosa y maternal, en una mujer enajenada que se cree la culpable de todo lo ocurrido a su marido.

Rebobinemos un poco antes de entrar a hablar más a fondo (pero, tranquilos, no tanto como de costumbre) de la película.

Lo que primero nos llama la atención es la presentación que de la misma nos hace el propio director, a semejanza de su papel de anfitrión en la recientemente inaugurada “Alfred Hitchcock Presents” (1955-1962), sólo que en este caso y dada la naturaleza de la cinta únicamente veremos su figura y su alargada sombra y, por supuesto, el humor – uno de los leitmotivs de la serie – brilla por su ausencia.



Otro elemento que conviene aclarar es la acreditación de las fuentes literarias que sirvieron al guión elaborado por el conocido dramaturgo Maxwell Anderson (1888-1959) y el viejo amigo del director, Angus MacPhail.

Y es que el libreto no se basa en ninguna historia de Anderson sino en dos fuentes básicas:

1. El artículo publicado en la revista Life por el periodista Herbert Brean titulado “A Case of Identity” (en el número del 29 de junio de 1953).



2. La adaptación a la pequeña pantalla que del mismo se realizó dentro de la serie “Robert Montgomery Presents” (1950-1957) de la cadena NBC y emitido el 11 de enero de 1954, dirigido por Norman Felton y protagonizado por Robert Ellenstein (Manny) y Florence Anglin (Rose).

Es, por tanto, errónea la atribución de la paternidad de la historia a Anderson y más probablemente con ello se quiera indicar que el autor se encargó de la adaptación del texto de Brean previa a la elaboración del libreto.



De nuevo especulaciones.

Retomemos el hilo de la película.

Aunque la misma rezuma autenticidad por todos sus poros, rodando en los mismos lugares en donde aconteció la historia, incluyendo el propio Stork Club, uno de los más selectos de la ciudad de Nueva York (por cierto, Hitchcock muestra la misma escena dos veces, un fallo que es fácil que pase desapercibido) y donde Manny ejercía de contrabajista, también es cierto que esa verosimilitud sólo se pudo mantener en el primer tramo de la misma dado que la mayor parte del rodaje tuvo lugar en los platos de la Warner en Burbank, California, debido a las inclemencias del tiempo.

En ese tramo inicial, el más importante y en el que Hitchcock nos ofreció lo mejor de su saber, el personaje de Manny, encarnado magistralmente por Henry Fonda, acapara completamente la acción.



La aciaga noche del 14 de enero de 1953 se convertirá para él y para su familia en una pesadilla de la que no podrá despertar pese a ese falso final feliz al que antes hacía alusión y que, en mi modesta opinión, desluce un tanto el resultado final.

Buena parte del mérito recae en el portentoso trabajo interpretativo del gran Henry Fonda (1905-1982), sin duda el actor más idónea para el personaje y que en cierta medida parece ser una extensión de uno de sus papeles más míticos, el de Tom Joad en la mítica LAS UVAS DE LA IRA (1940) de John Ford.



El héroe anónimo por excelencia.

- No deja de ser curioso que si en esta película Fonda interpreta a un hombre que es acusado erróneamente de un delito que no ha cometido, la siguiente película de su filmografía, DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (1957), primera (y magnífica) película de Sidney Lumet, nos lo mostrará como el jurado n.º 8, aquel que logra convencer a todos sus compañeros no de la inocencia del detenido pero sí de establecer una duda razonable en base a la escasa fiabilidad de las pruebas aportadas, algo que no ocurre en caso Balestrero, donde iremos viendo los enormes coladeros que existían en la justicia norteamericana de aquellos años (e imagino que extrapolables a la actual). -



Desde el mismo inicio Hitchcock nos muestra cuál va a ser el destino del músico cuando le vemos salir del club y su salida coincide con la ronda que hacen dos policías. La sincronía de los tres parece un anticipo de lo que va a sufrir Manny cuando sea detenido por el teniente Bowers (Harold J. Stone) y el detective Matthews (Charles Cooper) que serán su sombra desde el momento de su detención.



Todo el proceso que va desde la detención de Manny hasta su entrada en prisión está filmada por Hitchcock con extraordinario rigor, algo a lo que ayuda además la magnífica fotografía en blanco y negro de Robert Burks.

Hitchcock volverá a usar otro de sus habituales recursos estilísticos como es esa mirada sobre el hombro, dentro de uno de los segmentos mejor llevados por el director como es el momento en que Manny se presenta en la agencia de seguros y que logra crear una notable tensión en el ambiente.



Otra de las señales de identidad del director a la hora de la puesta en escena (al menos desde los tiempos de REBECA (1940)…) es la de enfocar a los protagonistas y también al resto de los integrantes del reparto y que tendrán importancia en el desarrollo de la historia lateralmente.



Hitchcock lo hará aquí primero cuando Manny es conducido a comisaría, primero con el teniente Bowers y luego con el detective Matthews. Con ello establece una especie de separación, de muro, entre él y los policías, la cual será uno de los elementos clave en la primera parte de la cinta.



- A la derecha podemos observar a Rose, ajena al drama en que se convertirá su vida a partir de ahora.-



Y con un sentido más dramático, cuando Manny y su esposa visiten por segunda vez el despacho de su abogado, Frank D. O’Connor (Anthony Quale) y éste empiece a notar que a Rose se le está empezando a resquebrajar ese mundo idílico en el que vivía con su marido y sus dos hijos.



- Tampoco deja de ser un detalle ciertamente cruel que el despacho del abogado se encuentre al lado mismo de la compañia de seguros que le ha acusado de los robos. -



También de nuevo Hitchcock empleará la toma cenital para acentuar el dramatismo de la historia, como cuando a Manny le comunican los cargos que pesan contra él.



En la película asistimos con todo lujo de detalles al procedimiento policial asociado a estos casos y vemos además la indiferencia con la que le tratan, sin violencia pero con la suficiente crueldad como para no permitirle llamar ni siquiera a su esposa.



Una esposa a la que hemos visto someramente en este primer tramo, encarnada por la guapa Vera Miles (1929), quien ya había trabajado con el director, en concreto en el primer episodio de la primera temporada de la citada serie (“Venganza”, 2 de octubre de 1955) y que venía de encadenar dos grandes títulos ese mismo año (CENTAUROS DEL DESIERTO (1956) de John Ford y A 23 PASOS DE BAKER STREET (1956) de Henry Hathaway).



- Por cierto, ese primer episodio que inauguró la famosa serie presentada (y a veces dirigida) por Hitchcock, tiene otro error en los créditos dado que la historia original no procede de Samuel Blas sino que tiene su origen en una historieta incluida en el n.º 1 del mítico comic book de la EC “Crime SuspenStories” (octubre/noviembre de 1950) titulada “El tiro por la culata”.

Además hay una curiosa simetría en las imágenes como podéis comprobar en la comparativa que aporto como prueba n.º del caso:



- VENGANZA (1955) -



- FALSO CULPABLE (1956) -

Y no sólo eso sino que incluso las tramas tienen cierta conexión debido al fuerte shock que sufrirá en ambas la protagonista (en una de forma directa, en la otra indirecta) y que terminará por desequilibrar fatalmente su estado mental.



- VENGANZA (1955) -



- FALSO CULPABLE (1956) -

En verdad, que no deja de ser curioso esa doble similitud. -

Una actriz que fue la primera en sufrir el acoso del director y a la que éste quiso modelar a su antojo pero a la que su embarazo le apartó del que probablemente hubiera sido el papel más importante de su carrera, la Madeleine/Judy de DE ENTRE LOS MUERTOS (1958), la obra máxima del director, pero cuya baja sería suplida con creces por la bellísima Kim Novak, como comprobaremos en la siguiente entrega del coleccionable…



Hitchcock no carga tanto contra el sistema judicial de los EUA sino contra el hecho de que cualquier ciudadano pueda ser acusado de un delito con unas pruebas que se antojan ciertamente débiles.

Por cierto, la escena del juicio se me hace demasiado tópica y alargada. A veces las ánsias de fidelidad provocan un cierto aburrimiento.

Ni siquiera cuando Manny logra ganar el caso las empleadas que testificaron contra él tienen la decencia de pedirle perdón.



Además el triunfo de Manny tiene un sabor amargo puesto que todo el proceso no ha hecho más que deteriorar el estado mental de su esposa y por ello la escena final en el psiquiátrico es verdaderamente terrible.



Aquí Hitchcok prefirió finalizar su película con un rótulo en el que se hablaba de que Rose se había curado de su crisis nerviosa y que pudo retomar su vida con su esposo y sus hijos, pero nada más lejos de la realidad. Rose nunca logró recuperarse y siempre se autoinculpó de lo que le había sucedido a su marido.

Por ello decía que ese falso final, incluida esa escena de la familia (¿real?) paseando, destruye buena parte de los logros de la película.



Otra de las cosas que no me gusta de la misma y que la acerca a YO CONFIESO es el peso que la religión tiene en la historia.

No sólo porque al personaje, hijo de emigrantes (ahora dirían migrantes) italianos, se le permite conservar el rosario (¿no podría estrangularse con él, igual que con una corbata?) durante su estancia en la cárcel y porque además lo usa de forma compulsiva durante el juicio sino que parece que la exculpación de Manny viene a través de un milagro.





Un milagro, muy bien escenificado por Hitchcock, con el rostro del verdadero culpable superponiéndose al suyo, pero que tiene una carga religiosa francamente irritante pues todo parece indicar que ha sido el propio Jesús quien lo ha provocado. En este sentido, me parece una obra mucho más católica que la mismísima YO CONFIESO.









Quizás para aligerar la situación Hitchcock rueda la detención del atracador por parte de la decidida propietaria y de su igualmente enérgico marido como si fuese un gag de una comedia.

Tampoco es muy creíble que el detective Matthews, cuando ve por primera vez al verdadero criminal, del que todavía desconoce su identidad, tenga una intuición de haberle visto antes.



Teniendo en cuenta el trabajo habitual del policía con tantos sospechosos entrando y saliendo (y además como hemos visto en el caso Balestrero sin que para ellos signifique más que otro nuevo caso) es ciertamente difícil de creer que viera algo en el rostro del detenido que le hiciera sospechar que era él el verdadero culpable.

Y aunque es cierto el que ambos, Manny y el verdadero culpable, tienen rostros comunes, vulgares diría yo (y lo digo como un elogio en el caso de Henry Fonda, el prototipo de ciudadano medio norteamericano), lo cierto es que sus rostros no son muy parecidos.



En el caso de los personajes reales sí es más evidente ese parecido.



Y para finalizar un par de apuntes técnicos.

Si como ya hemos destacado la labor del gran Robert Burks tras las cámaras deviene capital para el tono elegido por el director que mezcla a la perfección la realidad y la ficción, igualmente habría que señalar la ajustada (aunque nada llamativa) banda sonora del gran Bernard Herrmann que además presenta un interesante acercamiento al jazz, el tipo de música que tocaba el señor Balestrero.

En resumen, una película francamente atractiva aunque irregular especialmente por lo desequilibrado de la historia de Manny y de Rose pero que demuestra que Hitchcok nunca dejaba de reinventarse.

Si después del gran éxito de EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO alguien pudiera pensar que el director se había dormido en los laureles FALSO CULPABLE es un ejemplo perfecto que destruye completamente tal aseveración.

¿Y qué decir de la siguiente película del maestro?

Pero ésa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

¿Qué tal la semana que viene?

Un fuerte abrazo y feliz tarde. Entre todos lo vamos a conseguir.

Bastante de acuerdo con tu comentario...

A mi tampoco me gustó como termina la película, con ese rótulo final diciendo que después de 2 años Rose se cura... vamos como cualquier telefilme... y si encima me dices que realmente no se curó, pues vaya estafa...

Ciertamente a Hitchcock le encanta esa temática del falso culpable, yo creo que por eso la hizo, no se pudo resistir a volver a firmar este tema: hombre inocente acusado de un crimen/fraude/delito...

La pelicula está muy bien hecha y se hace entretenida, cierto que hay partes mejores (el principo) y partes peores (el juicio), pero porque ya sabemos que él es inocente total...

A mi si me gustó como reza con el rosario, era su válvula de escape, porque ya se daba cuenta que allí (en el juicio) casi nadie prestaba la mas minima atención a su caso. Además se ve que es un hombre callado, tímido, sencillo, casi introvertido... ¡¡Estupendo Henry Fonda!!.

Por contra, coincido contigo en que las empleadas del seguro que lo delataron al principio, no tuviera la decencia ni la buena educación de pedirle disculpas al pobre Manny... desde luego no tienen "vergüenza ninguna"... era para haberlas demandado por difamación... aunque eso daría para otra película...

Coincido también en que los roles principales están un poco descompensados: mientras él acapara casi el 100% del metraje, su esposa aparece muy secundaria, y "enloquece" muy rápidamente... aunque hay que decir que el trabajo de Vera Miles es realmente perfecto en estas secuencias, a mi me encantó, de hecho fue lo que mas me gustó.

Ciertamente no es de las mejores películas del maestro, aunque a mi me gusta ese cambio que hizo de pasar de gran cine de evasión, de gran presupuesto con la Paramount, a este filme oscuro y realista de la Warner...



Ah, se me olvidabla... ¡yo tampoco vi gran parecido físico con el verdadero culpable!... ¿soy yo, o a mi me pareció mucho mas joven el "caco" que Manny, además no tenia los ojos azules como nuestro protagonista?, pero bueno, al menos está bien filmado como logra superponer las dos siluetas de su cara + sombrero en pantalla.

Como que enloquece rápidamente? Está sobrecogida por todo, su sistema de valores y creencias se ha desvanecido. Además de un dolor de muelas sin tratar, no sabe reaccionar a nada porque todo ha sido repentino. A mi no me parece nada irregular y es cierto que el rótulo final parece apañado, pero no ofrece alivio alguno ver que salió del siquiátrico dos años después. A eso en mi pueblo no se le llama final feliz... Al no estar novelada como El caso Paradine, me ha hecho revivir un momento muy trágico en mi vida. Y es que la película ilustra muy bien no sólo el proceso de enjuiciarle, también como responden la familia, testigos y abogado. Por eso me alegraría mucho oir que nadie aquí simpatiza con la historia. Yo desgraciamente la veo demasiado real. Me parece que capta muy bien la desincronía de la justicia y la esencia de como los testimonios o pruebas nunca son garantía de nada. Otra película que habla mas o menos desde ese punto de vista es The thin blue line de Errol Morris. Os la recomiendo. Toda historia es una historia interminable.

Iniciado por muchogris

Como que enloquece rápidamente? Está sobrecogida por todo, su sistema de valores y creencias se ha desvanecido. Además de un dolor de muelas sin tratar, no sabe reaccionar a nada porque todo ha sido repentino. A mi no me parece nada irregular y es cierto que el rótulo final parece apañado, pero no ofrece alivio alguno ver que salió del siquiátrico dos años después.

Además las cuatro muelas del juicio, dicen... recuerdo perfectamente los dolores que padecí con todas ellas...

Vera Miles siempre me pareció una gran actriz, no siempre reconocida o al menos, por el gran público. Protagonista en peliculas importantes de John Ford y recurrente para Hitchcock en cine y previamente en la serie televisiva. Realmente era mucho más atractiva del registro que se le exigía de mujer sufridora en muchas películas.

Esta noche la veo

Iniciado por tomaszapa

Vera Miles siempre me pareció una gran actriz, no siempre reconocida o al menos, por el gran público. Protagonista en peliculas importantes de John Ford y recurrente para Hitchcock en cine y previamente en la serie televisiva. Realmente era mucho más atractiva del registro que se le exigía de mujer sufridora en muchas películas.

Coincido totalmente, además de muy guapa, fue una gran actriz, además todoterreno... no muy bien explotada en el cine, pero en la tv aparece frecuentemente en capítulos de mis series favoritas... creo que aparecía en un montón de teleseries: Las calles de San Francisco, Se ha escrito un crimen...

Ahora me estoy viendo la serie Colombo desde el principio, y mirando los capítulos, ya la he localizado en uno... es que no falla, actuaba en casi todas las grandes series de los 70-80-90...

No se me olvide mencionar, su participación en varios filmes de Disney... también fue actriz familiar, no todo iban a ser Ford y Hitchcock...

Iniciado por Alcaudón

También de nuevo Hitchcock empleará la toma cenital para acentuar el dramatismo de la historia, como cuando a Manny le comunican los cargos que pesan contra él.

El episodio de la comparativa caligráfica me pareció el más increíble.

En todo caso, creo que es valiente por parte del director salir antes de comenzar la peli y hablarle al público, para decirle que lo que van a ver son sucesos reales. Porque, por ejemplo, puedes armar una persecución por el Monte Rushmore con Cary Grant dando brincos, que nadie te va reprochar falta de verosimilitud.

Pero, desde el mismo momento en que el espectador sabe que todo ha de ser real, entonces el escrutinio al que se somete cada detalle de la historia va a ser máximo.

Y en esta peli hay algún que otro tema poco convincente, como el ya mencionado de la locura repentina de la esposa, que ni siquiera la absolución del marido ayuda a mitigar. O el de la identificación descaradamente a voleo por parte de las testigos.

Al final, la peli no es redonda pero funciona, y nos deja también varios momentos de genialidad. Se me ocurre el desasosiego que me provocó la detención justo a la puerta de su casa, o el impactante plano de los dedos manchados en tinta.

En general me parece una película francamente interesante pero como ya comento veo varios fallos que afean el resultado final.

Ambos, tanto Fonda como Miles, están magníficos.

Lo que siempre es de admirar en Hitchcock es su continuo afán de experimentación.

Por cierto, recomiendo si tenéis oportunidad ver ese primer capítulo de la primera temporada de la serie "Alfred Hitchcock Presenta".