Los gestos irrespetuosos hacia personajes públicos pueden legitimarse en tanto en cuanto las megacorporaciones a las que representan y sus medios afines no tienen el menor reparo en dispensar epítetos despectivos de la peor calaña a parte de su público de forma bastante gratuita, en ocasiones simplemente porque no se tiene en menor consideración el producto que se presenta. Que lo de poner la otra mejilla es muy noble y tal pero si a mí me califican de -ista, -fobo y demás pamemas porque el neo-tríptico apócrifo y demás subproductos derivados me parecen un jodido dislate, estos lumbreras pueden comerse un "incompetente, inútil, indocumentado" y demás apelativos que se me ocurran tan ricamente, eh...