Expongo mi experiencia de las últimas semanas: llevaba un tiempo buscando un televisor de entre 60" y 65" para mi salón. Tengo el actual (40") a 2,5 metros de distancia de visionado, pero, acostumbrado a proyector, quería algo más grande. Al final, después de mucho mirar y probar, me debatía entre dos modelos, un Samsung UHD de 65" y un Sony Bravia Full HD de 60". Os digo, yo no sé de tablas ni de estudios realizados por oculistas, pero me fui con un metro a la tienda y, a 2,5 metros de distancia, se percibía la diferencia entre Full HD y el UHD. El Full HD se veía de lujo, por supuesto, conectado al Blu Ray de Mostruos S.A., y notablemente bien ajustada la imagen, pero el UHD, con un vídeo demo de 4k, se veía todavía mejor. Claramente, además.

Que conste que al final me decidí por la Sony, porque la diferencia de precio era demasiada, sabiendo además que el material 4k tardará en expandirse todavía un tiempo, pero vamos, eso de que para notar la diferencia hay que ponerse a 1 metro, es totalmente falso.