Todavia recuerdo aquel humedo y frio día en Santander con 18 añitos recien cumplidos y haciendo cola a lo largo de toda una manzana para ver el estreno de Terminator 2.

Que emoción contenida en una piel de gallina, cuando tras eones esperando en la cola me dirigí a mi asiento y al poco se apagaron las luces y empezó la fanfarrea. Curiosamente con la aparición de los T1000 a chasis descubierto el cine entero arranco en aplausos.

Gozé la pelicula de principio a fin. Y ahora cuatro truhanes sin sentimiento, a bocajarro y en un foro me la tiran por los suelos....



Un abrazo!