Yo sólo pido que se respete la esencia del personaje, todo lo que hace que queramos tanto a Peter los que hemos crecido con él.
Las licencias en las adaptaciones de cómic están a la orden del día: Tony Stark no se parece absolutamente nada en cuanto a personalidad a su original del cómic, pero lo aceptamos porque el personaje es estupendo; Batman deja morir a uno de sus enemigos, cuando nunca lo haría, porque la situación y la escena es magnífica; permitimos lo indecible en los X-Men porque capta lo verdaderamente importante de su situación de "racismo social"; aceptamos un Blade vampiro porque lo justifica la historia y su nuevo status y estética resulta verdaderamente impactante y actualizada; no molesta tanto que el Hulk de Ang Lee crezca y crezca en lugar de volverse más fuerte al enfurecerse porque se intenta lograr algo profundo con la psique del personaje... Incluso hubiéramos aceptado de buen grado el convertir a Lobezno y Dientes de Sable en hermanos si el relato final hubiera merecido la pena... y así sin cesar en todas y cada una de las adaptaciones superheróicas. Es normal. Yo soy el primero que dije y mantengo que hubiera preferido un Bane más grande para la nueva de Batman, pero me daré con un canto en los dientes si sale del asunto un personaje interesantísimo como ya lo fue el Joker de Ledger o lo que parece que puede ser este nuevo y remozado Superman de Snyder.
Las licencias siempre estarán ahí y ya en cada uno está hasta qué punto le importan, le molestan, le gustan... Es lo que hace también esto tan entretenido e inequívocamente subjetivo. Sin ir más lejos, yo mismo despotriqué de lo lindo en este mismo hilo cuando para mí un desconocidísimo en su momento Andrew Garfield fue nombrado nuevo Spider-Man. No le encontraba (ni le encuentro) parecido físico con el Peter Parker del cómic, pero lo que he visto (y ojalá no me equivoque) me ha valido para creer que se está respetando al máximo el espíritu e identidad de Peter. Como actor, Garfield por sus trabajos anteriores ya me tiene ganado y bien ganado. Si lo que se trata en la película sale como creo (espero, deseo, ruego), me valdrá de largo.
En cada cual está decidir hasta dónde le cuadra y hasta dónde no. Ahí el punto y final lo marcará el particular punto de vista de cada uno. Yo, siempre hablando por lo poco que se ha visto, creo que en esta nueva adaptación se busca al Peter Parker de siempre: al chico tímido con las chicas, al tío de enorme ética y extremadamente sensible, al empollón solitario, al héroe que se lanza al vacío sin pensar en sí mismo para salvar a quien precise auxilio, al chaval en el muchos nos hemos visto reflejados mucho más que alguna vez. Si Webb ha logrado eso (el viernes lo sabré a ciencia cierta), para mi gusto habrá conseguido lo que yo busco de él. Y no sería mucho: sería muchísimo. De hecho, un éxito rotundo.