Mi post era una pequeña coña, compañero (aunque ciertamente considero The Batman un peliculón enorme).
Dicho esto, yo la verdad es que a día de hoy no respeto, apoyo y tolero a James Gunn en nada (ya no, debido a como se ha comportado durante los últimos años).
Estoy contigo en que el mero hecho de que Gunn esté supervisando el desarrollo de esta segunda parte es algo preocupante, y de que preferíriamos (y digo preferiríamos porque sé que a ti The Batman te gustó mucho, aunque no la consideres redonda), que Matt Reeves pudiese ir completamente a su aire como ocurrió con el primer film.
¿Las razones? Bueno, no sé yo como van a encajar, en cuanto a tono y atmósfera , las sensibilidades de Reeves respecto a como Gunn y Safran pretenden enfocar esta nueva etapa de películas de DC.
Por lo tanto, supongo que de ahí viene tu preocupación. Esperemos que Reeves no vea comprometida su libertad artística.
En cuanto a la gente... dudo mucho (muchísimo), que los que aplauden y esperan con ganas el nuevo Superman -y disfrutaron del trailer- esperen con las mismas ganas la secuela de The Batman. Por supuesto hay gente que gusta de ambas propuestas, pero se me antojan demasiado distintas en intencionalidad discursiva y cinematográfica.
Bien al contrario, mi miedo es que la gente que está entusiasmada por la llegada de Gunn a DC, por su Superman, acabe concluyendo que este Batman es demasiado brutal y oscuro para esta nueva etapa, y pidan su cancelación.
En estos tiempos, todo es posible.
Feliz Navidad.