En esta última, Nicolas está de un narcisismo a ratos insoportable. Ya en los créditos iniciales graba sus iniciales NWR varias veces convirtiendo su nombre en una especie de marca. También se regala dándose caprichos en bastantes secuencias. Algunos momentos los vi demasiado alargados. Aún así, me sigue pareciendo un espectáculo audiovisual que vale mucho la pena.