Tema: The OA, serie de misterio de Netflix

Pues a mí me ha gustado. Es diferente, y también un soplo de aire fresco a temáticas ya bastante repetitivas. Mezcla géneros y sale airosa, con suficientes puntos fuertes a los que agarrarse en los momentos más dispersos.

A mí el primer capítulo no me aburrió en absoluto. Continué con el siguiente solo porque este me atrajo lo suficiente. En primer lugar, lo más destacable de la serie es Brit Marling. Si ella no funcionase la serie sería otra, y desde luego mucho peor. Es que esa actriz, que ya llamó mi atención en la interesante “Orígenes” (“I Origins”, Mike Cahill, 2014), transmite algo especial. Una especie de autenticidad, atractivo (el interés que despierta lo extraño), y una rara mística. Aquí ella es el centro absoluto, y además de buena actriz se descubre como una genial “cuenta cuentos” por la manera de narrar y expresarse que tiene. Además, como sabréis, es responsable del guion junto al director, Zal Batmanglij, por lo que yo no dudo de su talento polifacético.

La historia empieza con un misterio, el regreso de una joven secuestrada durante 7 años, que ha recuperado la vista siendo antes ciega. El matrimonio mayor, que son sus padres y ahora deben afrontar el drama, un barrio residencial, un instituto y unos personajes cuyo nexo es la soledad y distintas disfunciones sociales. Al principio hay una escena de sexo adolescente que me descolocó en el tono, pero no se repite nada parecido en toda la serie y ahora mismo creo que sobraba, o al menos el enfoque que le han dado. Así, sabiendo que es la presentación de los personajes, entre el misterio y la buena de Marling, me bastó para llegar a ese momento casi al final en que comienzan a salir los créditos y uno se sorprende. Los créditos iniciales.

Lo explico para los que aún no la han visto. Resulta que la serie está planteada como una película de 7 horas, estructurada en 8 capítulos como los de un libro, es decir, que su duración solo la determina la necesidad del contenido, no está forzada a cumplir con un estándar. Esto es por el tema de la distribución a la que está destinada, sin anuncios, en un medio en el que no necesita cumplir horarios. Es una cuestión muy curiosa, y desde luego cambia el paradigma conocido. Y todo lo que sea libertad creativa siempre es bienvenido. Hay capítulos de una hora hasta solo media.

Así, la bonita tipografía blanca del título aparece y se suceden los créditos sobre unas imágenes de una Rusia helada preciosas que cambian por completo el tono del relato, cuando la protagonista comienza a contar su niñez. Y este giro espectacular da comienzo a la serie, y fin al primer capítulo. Yo, ganas de aplaudir.

Es cierto que hay unos cuantos puntos, como en la mayoría de series, en las que uno se cuestiona si contiene errores, agujeros de guion, o simplemente el porqué de algunos sucesos. Pero la intrahistoria que se crea dentro de la narración resulta embriagadora, y cautiva lo suficiente como para seguir enganchado a la espera de más explicaciones. Constantemente aparecen nuevas intrigas, nuevas preguntas. Me ha recordado algunas sensaciones que tuve con “Perdidos” (“Lost”, 2004), por esa mezcla loca de tecnología, lo sobrenatural, y los personajes atrapados en un misterio. Además de por esos toques extravagantes que no sabes si son genialidades o tonterías. Se rompen los géneros de una manera que, a pesar de sentirte desorientado, se beneficia de que no sabes por dónde te va a salir y crees que todo vale.

Y llegamos a los bailes, los movimientos o como queramos llamarlos.

Spoiler:

Porque es imposible hablar de esta serie sin mencionarlos. De hecho, cuando los ves necesitas hablarlo con alguien, porque son un enorme e intencionado ¡What the fuck?! Al principio no sabes si tomártelo a cachondeo o es de verdad. Piensas si realmente no se han dado cuenta de que por extravagantes caminan al filo del ridículo, y que muchos dirán que de filo nada, que se han caído de cabeza. Creo que ha sido una jugada muy provocadora y arriesgada, que a muchos les ha sentado, o sentará, como el espaldarazo definitivo para rechazar la propuesta. Sin duda, dentro de lo ligero, esto y el final de la temporada han sido la polémica de la serie. A mí me impactó, y me he reído varias veces con los singulares movimientos. Y admito que me sacó de la ficción para plantearme cómo gestionar eso. Pero me ha gustado, es un toque muy simpático, pintoresco, cuya intención quizás pasa por huir de lo convencional, por ofrecer algo reconocible y particular como un original adorno que el buen cuentacuentos coloca en su historia para llamar la atención. De nuevo, traspasando las fronteras de lo esperado. No creo que importe nada la credibilidad, sino lo que aporta a la historia. En su defensa, quiero recordar que los movimientos y posturas corporales, más aún con las respiraciones, en distintas culturas orientales han sido siempre relacionadas con la canalización de energía e incluso con el paso a estados místicos. Además, los personajes que lo realizan aquí no son cualquiera, sino personas especiales, elegidos a los que se le atribuyen poderes.

En lo técnico, pues está muy bien, como sucede últimamente con producciones de este nivel, abundantes por fortuna. Al margen de la destacable protagonista, hay buenas actuaciones, buena fotografía, buena música… Llaman la atención algunas localizaciones, muy buenas. Y contiene sorpresas y momentos emocionantes en la trama que hacen que quieras ver más.

Sobre el final, es el broche extraño para una historia extraña. Decepcionará a muchos, pero es memorable si conectas con la imaginativa experimental del proyecto. Tiene un momento genial, que será el mismo por el que otros se tiren de los pelos. Y ante la falta de algunas respuestas, ya sabemos que “The OA” continuará y no es la miniserie que creíamos. Aun así, es un final, que cierra lo suficiente y deja abiertas muchas cosas.

Es obvio que me ha gustado bastante, está muy bien. He agradecido un montón el soplo de aire fresco que me ha dado esta serie, que posee magia cinematográfica, y se desmarca de estructuras y recursos trillados. No es ni mucho menos perfecta, tiene defectos y aristas. Pero también tiene muchos aciertos que garantizan disfrute e interés hasta el final.

Yo la recomiendo sin pestañear a todo el que guste de lo diferente. Hay muchas series, y esta aporta algo distinto.

He visto solo el primero y me planto

La vimos entera, pero nos pareció un bluff, con errores de lógica interna y con un exceso de saltos de fé por parte del espectador. Ciertamente es diferente, pero creo que el concepto no estaba lo suficientemente desarrollado como llevar a cabo la serie.

¿Soy el único que ve similitudes con el baile del chiki chiki y sus movimientos? El breikindans, el crusaíto, el maiquel jackson,....

una serie diferente si... claro que si....

los guionistas cuando acabaron el guion de la temporada.

Solo he visto el primero, y me aburrió bastante...

Aquí informan de la cancelación de la serie:

https://www.antena3.com/objetivotv/a...afd3a1801.html

Esta serie es de la que a mí me pareció que iba de menos a más y te va enganchando según transcurren los capítulos. Visualmente está muy bien.
Me gusto en lineas generales y vería una segunda temporada