Rob retoma las películas que le dieron mayor fama, realizando un brillante trabajo de dirección. La historia es casi un calco de Los renegados del diablo, pero seguramente sea el film más consciente, definitorio y el que mejor recopila su estilo. El trío actores están muy bien (destaca una deliciosamente sobreactuada Sheri Moon Zombie), aunque de nuevo los secundarios roban la función, encabezados por una irreconocible Dee Wallace (con venda en la nariz que recuerda a Jack Nicholson en Chinatown), Richard Edson (un actor de culto que empezó con Jarmusch) y Sid Haig (brillante monólogo en el prólogo). Con una primera mitad muy superior rodada en falso documental y que homenajea el cine de explotación carcelaria. La segunda mitad es más dependiente a lo que Zombie ya hizo antes, con una trama de venganza y una ambientación fronteriza muy Peckinpah (incluso con el plano de las hormigas sacado de Grupo Salvaje). Se nota cierto bajo presupuesto con el abuso de los primeros planos (por ejemplo en las peleas cuerpo a cuerpo) y la cámara tambaleante, pero hay cierta (bastante) mejoría respecto a 31. No será de lo mejor del director, pero mantiene intacto su gusto por el cine retro y tiene más lecturas de lo que aparenta. Ahora me gustaría verle dirigir un guión ajeno y cierto cambio de rumbo en su carrera, es el mejor momento aunque no sé si algún estudio será capaz de ofrecerle algo digno...