Ayer ocurrió una cosa que pudiera parecer normal, pero tan extraña en un mundo tan egoísta como el del cine.
En el Q&A de la película Sully, Tom Hanks (que ya está de vuelta de todo y puede decir lo que le plazca) se saltó todas las costumbres de elogiar y hablar solo de su film, y no paró de elogiar al musical La la lan, de Damien Chazelle.

Estuvo un rato largo hablando de lo que supone como novedosa propuesta y lo sano que es que llegue a tener éxito en una industria donde las secuelas y la falta de riesgo dominan el panorama.
Un musical, con unas canciones que no conoce nadie, y unos personajes también desconocidos para el público,...
"si la audiencia no abraza este topo de propuestas, como algo maravilloso, estamos todos condenados"

Ha venido a decir que el mundillo del cine es muy egoísta, la industria del entretenimiento, pero que cuando uno acude a la sala de cine es para ser transportado a otro lugar distinto no conocido antes (cosa que La la land cumple con creces)



El propio Eastwood reconoció que no había visto la película de Chazelle, pero señaló que él también había tenido dificultades para obtener financiación para Sully.
Chazelle, al parecer, no pudo continuar con el antiguo proyecto de este musical, sino hasta que terminó Whiplash y fue todo un éxito.



Lo dicho, Tom Hanks, un tío generoso.