Los que alababan la "meticulosa planificación" de Kevin Feige, ahora aplauden con las orejas por un volantazo a centímetros del arranque, y con un olor a desesperación brutal. Yo creo que si Feige propone realizar sacrificios humanos para volver a conseguir taquillazos, alabarían su brillante estrategia
Funcione económicamente o no, Feige vuelve a demostrar que le interesa más el hype barato del efectismo que la construcción narrativa.