Más colchón de pasta tienen y han tenido las majors y se han desinteresado completamente de nuestro mercado después de haberlo maltratado una y otra vez.
Y no pongo en duda ni por un momento que dedicarse a editar conlleva un riesgo, como practicamente cualquier negocio o iniciativa empresarial. Pero, si se hace con cabeza, conociendo mínimamente el mercado y a los clientes a los que te diriges, contratando títulos con acierto (es decir, sabiendo de cine), negociando con inteligencia, alternando títulos más arriesgados con otros de más segura rentabilidad, editando con mimo un producto respetuoso con el consumidor potencial, ajustando el precio sin pretender un enriquecimiento rápido y desmesurado, etc, el negocio puede seguir adelante. Con altos y bajos, sí, claro, pero con una rentabilidad asumible.
Que se lo digan a Cameo, que lleva años en la brecha con un producto claramente minoritario y, obvio es, obteniendo beneficio; poco o mucho, pero lo suficiente como para mantenerse a flote y continuar remando. Eso sí, con profesionalidad y buen entendimiento.
El problema de las majors ha sido y es la avaricia más absoluta y la ignorancia de muchos de sus responsables, tanto del material que manejaban como de los clientes a los que se dirigían. Y en buena medida esos han sido también los defectos de las editoras españolas (con el añadido de la tendencia al cutrerío nacional y al negocio turbio). Ahí tenemos por ejemplo a DeAPlaneta que parece empeñada en autosabotearse (y no creo que empezase sin "colchón"), o a Filmax y Suevia que, partiendo de la chapuza, llegaron a alcanzar cierta solvencia para después pasar a editar sin ningún criterio aparente y acabar degradándose sin paliativos... Que lo que no hay es un mínimo de conocimiento e inteligencia, vamos.