después de que la madre de Mason rompe a llorar pensando que su vida está llegando a su fin porque ya no tiene a sus hijos junto a ella y marchan a estudiar, para a continuación ver a Mason conduciendo por esas solitarias carreteras en pleno desierto y escuchando la tremenda canción de "I don't want to be your hero" (que no consigo quitarme de la cabeza, por cierto
), para finalmente llegar a la universidad.
Me encanta que, tras esa última charla que vemos que tiene con su padre en la que éste le dice que su primera chica era mona pero no estaba a su altura, encuentre tan pronto (aunque a algunos les suene forzado, estas cosas ocurren en la vida real), una chica más afín a su personalidad y especial sensibilidad. Porque eso es lo que más me ha cautivado del personaje de Mason, su extraordinaria sensibilidad, su pasión por la fotografía como forma de expresión y cómo se plantea cuestiones existenciales que otros jóvenes, más preocupados por asuntos banales, no hacen (me viene ahora a la mente cuando la que iba a ser su primera novia le dice que "es raro").
Por cierto que en esa escena final junto a los que van a ser sus nuevos amigos en sus primeros años de universidad, me encantan esos segundos finales, esas miradas de complicidad entre ambos, esas palabras dichas en silencio. Y también cuando ella le dice algo así como "everyone always says to seize the moment, but I feel it's the other way around, like the moment seizes us" (perdonad que lo ponga en inglés
).