Lo que no se puede consentir bajo ningún concepto, Pixa, es que un policía (que no es la Ley, sino un servidor de los ciudadanos, no lo olvidemos) le pegue semejante bofetón a esa chica. Una cosa es usar las armas o técnicas reglamentarias y luego ya analizaremos si se han excedido o no. ¿Pero qué justificación tiene semejante bofetada? Más que el dolor es la sensación de humillación que causa en su víctima. ¿Qué clase de reglamento aprueba abofetear de semejante modo a un "subversivo"?
Leí una vez (no recuerdo dónde) algo que decía: "puedes pegarle un puñetazo a un hombre de honor y quizá te odie durante un tiempo. Pero abofetéale y te odiará durante el resto de su vida, o al menos durante el resto de la tuya".
Yo estoy sintiendo absoluta vergüenza durante estos días por el comportamiento de los "pacíficos" laicos. Están indignadísimos porque no les están permitiendo ejercer su derecho a agredir y reventar pacíficamente la JMJ...
Imagina que 3 o 4 asociaciones de extrema derecha soliciten permiso para desfilar exactamente por las mismas calles y a la misma hora en la que se celebra el desfile del orgullo gay, aduciendo que es su derecho constitucional el manifestarse. Pues igual lo es, pero Delegación del Gobierno les dirá que ni de coña, porque eso sería una afrenta y una provocación y con buen criterio declararía no permitida dicha manifestación.
Imagina que cuando España ganó el Mundial y se juntaron no sé cuantos cientos de miles de personas a celebrarlo al día siguiente, unos cuantos partidos independentistas hubiesen querido manifestarse allí por la independencia de Cataluña y bla, bla, bla. Total, es su "derecho legítimo el expresar en la calle su sentir nacional...".
Pues tres cuartos de lo mismo. Les dirían que ni locos les van a permitir eso en ESE preciso momento.
Pues exactamente eso es lo que ha pasado aquí y una vez más, lo que podía haber sido una importante inversión en imagen internacional para este país (que andamos necesitados de ella) se ha convertido en una imagen demencial tras otra por culpa de que unos pocos han pretendido imponer su santa voluntad por encima de la de la mayoría.
Los ideales o posibles prebendas económicas que hayan podido tener los peregrinos nos gustarán más o menos o las compartiremos en mayor o menor medida, pero lo que está claro es que han venido en cantidad de cientos de miles y no han protagonizado ni el más mínimo escándalo y sin embargo unos pocos cientos de fascistas, porque eso es lo que son, han pretendido poner patas arriba el Estado de Derecho y yo apruebo completamente el hecho de que se les haya impedido. Pero de ahí a aceptar como tolerables alguna de las imágenes que he presenciado, media un abismo.
Te digo yo que si voy por esa calle y me pegan un porrazo echo a correr para que no me peguen otro. Pero también te digo aquí qie si ese policía me llega a abofetear a mí, yo duermo en comisaría, pero él tendría que respirar por la boca para el resto de su vida, porque mejor que se fuese olvidando de su nariz.
Saludos.