IntroducciónEl cisne negro y su expresión corporal
En Cisne Negro, Nina Sayers (Natalie Portman, ganadora del Oscar a mejor actriz por esta película) interpreta a una bailarina que consigue el papel de reina cisne en el cual tiene que representar dos personajes: el cisne blanco y el negro. El cisne blanco es cándido, inocente y vulnerable, todo lo que representa este personaje, en el baile y en su vida real lo representa a través de la languidez de sus gestos y de su expresión corporal, la delicadeza de sus pasos y de su piel, la suavidad de su mirada y de sus aspavientos.
Lo complicado de interpretar a Nina no es, precisamente, el baile. El personaje es mucho más complicado en su interior que en su exterior. Nina se siente oprimida bajo la sobreprotección que ejerce sobre ella su madre, sin poder avanzar en otro aspecto de su vida diferente al baile; Es la bella Odette que, irónicamente vive atrapada en cuerpo de ave, presa de su plumaje y encerrada en un lago. Sin salida.
Pero Nina quiere ser la reina cisne con todas sus consecuencias, tiene que interpretar también al cisne negro. En su transformación la llevará al límite y su realidad se desquebrajará hasta el punto de no discernir la diferencia entre realidad y fantasía. El lado oscuro del cisne está presente y se tiene que enfrentar a él. Tiene que ser Odile, el cisne negro que representa la pasión, la espontaneidad y la sexualidad (la mujer con quien Rothbart engaña a Sigfrido haciéndole creer que es Odette y rompiendo la posibilidad de que ésta conozca el amor eterno y, por lo tanto, vuelva a ser una mujer). En definitiva, Nina tiene que sacar su lado más salvaje, el que se ha encargado de ignorar y esconder en lo más profundo de sus entrañas.
En todo momento somos testigos de esta bipolaridad, de esta dualidad de personalidades que acaban por superar a Nina; se deja llevar por los extremos y en su fuero interno se despiertan todos aquellos instintos que había tratado de apagar con la rectitud y la disciplina de la danza. Somos espectadores de su transformación tanto interna como externa en la que los efectos visuales, el maquillaje y el vestuario ayudan en la simbiosis que poco a poco va transformando a Nina en el cisne negro, para acabar estremeciéndonos en esa última escena del Lago de los cisnes en que la simbiosis entre el ave y la mujer llega a su máximo apogeo; en la que la simbiosis entre maldad, bondad y belleza, llegan al límite. El director Darren Aronofsky cuenta un drama interno del viaje de la locura a los infiernos con una delicadeza y una crudeza que nos deja perplejos acabando con un trágico desenlace para su protagonista.
Análisis de la escenografía
El uso de espejos y reflejos en numerosas escenas son un recordatorio constante de la percepción alterada de la realidad de Nina. Los espejos en la película son a menudo engañosas reflexiones de Nina que parecen tener una "vida propia". Como Nina se encuentra perseguida por el Cisne Negro, este personaje tomas alternativas de una vida propia y actúa fuera del control consciente de Nina.
El control mental basado en el trauma es el proceso en el que se somete a un individuo a un trauma intenso y a la deshumanización, a fin de causar una disociación mental. Esto provoca una fragmentación de la personalidad del esclavo y permite al controlador crear una personalidad alternativa que se puede programar a voluntad.
En una escena de la película el director de ballet (Vincent Cassel) resume la esencia de la película: ”El único obstáculo que se pone en tu camino, eres tú misma”. En su lucha por encontrar el cisne negro y conseguir la perfección, encontrará obstáculos consiga misma que la llevarán a la demencia. Estos obstáculos surgen a raíz de la obsesiva protección con la que su madre, Erica, controla su vida, impidiéndole madurar y negándole el disfrute de su juventud. Nina vive en un pequeño apartamento de Nueva York con su madre, una mujer arrogante y calculadora. Muchas alusiones al control mental basado en el trauma se encuentran en condiciones de vida de Nina y controlar su comportamiento por parte de su madre.
En el dormitorio de Nina hay mariposas en la pared, una referencia al control mental. Al lado de la ventana hay un conejo grande blanco, otro símbolo de control mental proveniente de Alicia en el País de las Maravillas. Al seguir el conejo blanco, Alicia es llevada a un mundo alternativo de las maravillas, que en términos de control mental, se refiere al estado disociativo de un esclavo. La madre de Nina, una bailarina de ballet jubilada que no logró convertirse en una estrella, actúa más como un controlador de control mental que como una madre. Ella, obviamente, tiene problemas de límites y mantiene un estricto control sobre todos los aspectos de la vida de Nina. Símbolos relativos al control mental en la casa de Nina probablemente reflejan esta triste realidad, incluyendo su dormitorio rosa.
La casa de su madre significa una prisión para ella, donde vive rodeada “entre algodones” con una habitación rosa y llena de peluches de los que relegará una vez entre en proceso de convertirse en el cisne negro. Hasta entonces Nina había vivido la vida que su madre quería para ella. Esto se pone de manifiesto en la escena en que su madre le compra una grandiosa y lujosa tarta de celebración tras obtener el papel de reina Cisne. Nina no quiere comer porque siente dolor en la tripa, pero por no hacer sentir mal a su madre y tras la presión que ella ejerce al querer arrojarla a la basura, Nina accede en contra de sus deseos.
Nina y su trauma
Cada noche, Erica Sayers coloca la caja de música al lado de Nina a fin de crear a la pequeña bailarina. Esto es muy simbólico en el estado de control mental de Nina.
La madre de Nina, fuerza a desnudarse a su hija adulta. Estas escenas inquietantes muestran de la sumisión total de Nina a su madre y también la no saludable "familiaridad" sexual entre ambas
Por todo ello, Nina se siente reprimida en todos los sentidos, incluso en el terreno sexual. Esto se manifiesta en la escena cuando sale de fiesta con Lily, que es incapaz de captar el lenguaje verbal i no verbal entre las personas del sexo opuesto. Posiblemente Nina nunca había salido de fiesta sin la protección ni el permiso de su madre y es un escenario que no controla, en el que no se siente cómoda. No sabe cómo reaccionar ante un gesto con connotación sexual. Su compañera Lily se da cuenta y trata de ayudarla poniéndole una pastilla en una copa para que logre relajarse, como también modificando su vestuario y dando un paso más en su transformación de Nina en el cisne negro.
Otras personas en la vida de Nina, por contra, se aprovechan de su debilidad y "energía de víctima", y se aprovechan de ella sexualmente. Un viejo pervertido hace gestos obscenos a Nina cuando viajen en el tren. Esta escena perturbadora dice mucho sobre la relación de Nina a la sexualidad. Los depredadores sexuales a veces tienen la capacidad para olfatear y aprovecharse de las víctimas de abuso sexual.
La madre de Nina tiene, por tanto, sometida a su hija a control mental basado en el trauma con el fin de hacer de ella una mujer sumisa. Esto ha capacitado a Nina a disociar para hacer soportable su existencia, que a su vez hace de Nina la persona perfecta para la creación de un alter oscuro: el Cisne Negro.
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Transformándose en el cisne negro
Thomas, el director de ballet encuentra en Nina una nueva estrella del ballet para desempeñar el papel de Reina Cisne. Él sabe acerca de los efectos devastadores de El Cisne Negro, pero no le importa y nunca lo hizo. Una vez que Nina sea "utilizada" por el Cisne, se encontrará con otra bailarina. El trabajo de Thomas es la creación de Nina en un agresivo y sexual alter-ego. Por lo tanto, se convierte en el nuevo manejador de Nina sobre su control mental.
En el proceso de transformación del cine negro, Nina descubre sus verdaderos sentimientos y su verdadera condición sexual, descubre su sexo. Lamentablemente la presión de los ensayos y la competencia feroz ejercen una fuerte mella sobre Nina que la llevarán a tener delirios y paranoias en todos los personajes femeninos por los que siente admiración: en Beth, porque representa todo lo que ella quiere conseguir: tener el reconocimiento y prestigio de una bailarina que se encuentra en el apogeo de su carrera, y en Lily que la ve como su rival (cuando en realidad no lo es) y objeto de deseo.
Espejos
Los espejos son utilizados en la película para reflejar simbólicamente el verdadero estado de la psique de Nina.
A medida que avanza su metamorfosis, Nina se da cuenta de que una entidad totalmente independiente vive en su interior. Está actuando completamente fuera de su control. En el simbolismo de control mental, los reflejos del espejo representan un esclavo personaje que está programado y manipulado por un controlador.
Esto se traduce en que la esquizofrenia empieza a afectarla teniendo visiones de una doble persona que le araña la espalda, de un padrastro en el dedo que tira de él hasta desangrar o la escena donde se ve a ella misma como si fuera el cisne negro asomada en la bañera. Además de eso, sufre extrañas mutaciones en su cuerpo, como las plumas que empiezan a salirle, que representan el grado de liberación del Cisne Negro en ella.
En la realidad su enfermedad llega al límite cuando pasa de hacerse daño a ella misma a hacerlo a los demás. En la escena que visita a Beth, la mata creyendo que no ha sido ella sino Beth, cuando en el ascensor se le ve caer la lima con la que la ha apuñalado. Creemos que ha hecho esto porque su reinado como Reina Cisne, como la gran bailarina que fue, ha caído en la banalidad y en el olvido tras su aparatoso accidente. Por eso el cisne negro, tomando posesión de la vida de Nina, la mata creyéndole que le hace un favor, porque la belleza no es eterna.
Finalmente, para salir de su casa y marcharse de camino a la función, la transformación en cisne negro se completa, ayudado de unos efectos especiales, en los que sus patas se parten y le empiezan a salir plumas. Nina ha perdido la inocencia y candidez del cisne blanco, para sacar de su fuero interno el cisne negro malicioso y visceral que llevaba escondido. No duda en hacer daño a su madre para lograr su objetivo.
Antes de realizar su gran actuación tiene una última visión en el camerino en la que su compañera Lily la presiona para que le ceda el papel de reina cisne y Nina en un ataque de rabia y codicia acaba con su vida. En realidad, Nina lucha contra sí misma. Durante la pelea entre Nina y el Cisne Negro, se rompe un espejo, lo que representa el colapso de la frontera psicológica que separa ambas entidades. Al romper el espejo, Nina se convierte en el Cisne Negro.
Después de acabar el acto de representación de Cisne Negro, Nina vuelve en sí y toma conciencia de que se ha dañado a sí misma y se ha clavado un cristal en el estómago. Su obsesión por la perfección la lleva a tapar su herida. El proceso, sin embargo, la consume. En el estreno de la obra, Nina da una actuación estelar. Al permitir que el Cisne Negro la posea completamente, Nina da la actuación de su vida, pero ella se ha convertido en una persona diferente. Thomas y el público están enamorados de Nina como el Cisne Negro - del mismo modo que el príncipe del ballet se enamora del gemelo malvado del Cisne Blanco. Pero ésta no es la "verdadera" Nina. El Cisne Negro es una fuerza destructiva que no puede vivir. Es un tormento a nivel físico y psicológico. No puede seguir, la única manera que Nina puede liberarse, es matándose a sí misma.
Pienso que es una película melodramática con un final trágico en su continente, pero es bella en su contenido. Es una dualidad similar al paralelismo entre cisne blanco y cisne negro, tan diferentes, pero sumamente atractivos. Finalmente, Nina consigue liberarse de su pasado, alcanza la gloria y el reconocimiento de todos al final de su actuación, con una perfecta realización que viene acompañada de un estruendoso aplauso y un fundido en blanco que simbólicamente significa el fin para ella.