Sin duda pertenece a esa estirpe de cine de aventuras salvaje e indomito, donde yo pondría cintas cómo El Viento y El León, de John Millius o Aguirre, La Colera de Dios y Fitzcarraldo de Herzog.



Para mi gusto, la última gran película que ha dado el género es Master and Commander, de Weir. Eso si no metemos Apocalypto de Gibson en el saco de cine de aventuras.