Pero a pesar de todo ello, de lo bruta y poco elaborada que es la película, tiene sutilezas sorprendentes. El elemento sexual de la telepatía, que hace asemejar a los "scaneos" a violaciones (la vieja del comienzo, la cara de gozo de Revok al destruir a su oponente, el orgasmo telepático definitivo

); los scanners como elementos contraculturales (se refugian en el arte más vanguardista, son parias sociales o forman grupos parecidos a sectas pacifistas hippies) susceptibles de ser corrompidos por el dinero y las corporaciones y convertirse en armas o verdaderos monstruos como Revok, el ejecutivo telépata, el mal definitivo vamos
También me encanta la forma en que emplea los sonidos durante el uso de los poderes, haciendo que momentos que quedan un poco ridículos en imagen resulten hasta terroríficos.
Y ojito al feto que escanea, concepto loquísimo e inquietante.
No solo eso, la peli se adelanta de forma increíble al ciberpunk mostrando como la mente de un telépata puede hackear un ordenador... ¡tres años antes de Neuromante!
Para comprobar hasta que punto Scanners ha dejado huella, basta con verse Sense8 y descubrir como le pilla muchas cosas, sobre todo el malo, que es directamente una mezcla del doctor Ruth y Revok (y hasta se parece fisicamente a Ruth) y lo de tener que tomar drogas para inhibir los poderes.
La he gozado, ¿se nota?
