Nostromo: el sueño imposible de David Lean (2017), de Pedro González Bermúdez



Curiosamente será un documentalista español el que pondrá fin a la revisión que hemos dedicado a la obra de David Lean, por medio de un documental producido por TCM. De González Bermúdez ya había tenido la ocasión de ver algunos interesantes documentales, como El último adiós de Bette Davis, sobre la visita de la estrella a San Sebastián en 1989, poco antes de morir; Peckinpah Suite, sobre el director californiano visto a través de los ojos de su hija Lupita; o La naranja prohibida, en que conmemora los 50 años del estreno de la película de Kubrick y las circunstancias que rodearon su primer pase público en España, en el marco de la Seminci de Valladolid.

Pero, sin duda, el mejor documental del director, al menos de los que le he visto, es este más que notable film sobre al proyecto al que dedicó Lean los últimos años de su vida (empezó a trabajar en él con casi 80 años): la adaptación cinematográfica de “Nostromo”, novela de Joseph Conrad publicada en 1904. Con Nostromo, parece como si Lean quisiera completar una particular galería de personajes compuesta por el coronel Nicholson, Lawrence y el capitán Blight de la Bounty, el gran proyecto que no pudo llegar a filmar (personajes a los que quizá podríamos añadir el revolucionario Strelnikov o Tim O’Leary, el luchador por la independencia de Irlanda).



Se trata de un completísimo documental sobre las diversas fases y protagonistas del proyecto, acompañados en todo momento por el testimonio de Sandra Lean (Sandra Cooke de soltera), la viuda de nuestro director.



Aparecen en pantalla los guionistas, primero Christopher Hampton, que abandonó el proyecto cuando Stephen Frears llevó a la pantalla su guion de Dangerous Liaisons; después, el amigo y colaborador habitual de Lean, Robert Bolt, que, a pesar de sufrir un ictus en 1979 y estar parcialmente paralizado, todavía tuvo fuerzas para volver a trabajar con el director.

Aparecen los productores, en principio Steven Spielberg para Warner. Spielberg siempre se ha declarado admirador de Lean (en algún momento del film dice que fue Lawrence of Arabia la responsable de su dedicación al cine) y acababan de colaborar en Empire of the Sun, proyecto que inicialmente iba a dirigir Lean, pero que acabó en manos del de Cincinnati. Pero la relación se enfrió cuando Spielberg formuló una serie de críticas al guion, lo que unido a las dificultades presupuestarias del acuerdo con Warner, le obligó a buscar otra fuente de financiación en la figura de Serge Silberman.

También se pasa revista a la elaboración del reparto. Lean quería a Brando (no queda muy claro si para el papel de Nostromo), pero el astro norteamericano estaba enfermo (acababa de sufrir un ictus). El papel principal acabó recayendo en un actor desconocido (Lean presumía de haber descubierto actores como Peter O’Toole o Omar Sharif), el francés Georges Correface, al que recomendó que fortaleciera su cuerpo con sesiones de gimnasio.



Se habla de otros actores con los que se hicieron pruebas para diversos papeles, como Alan Rickman o Tilda Swinton (también se pensó en Christopher Lambert o Dennis Quaid). O el deseo contrapuesto entre Lean y Silberman: Lean quería a Irene Papas y Silberman a Isabella Rossellini.

Respecto a la localización, se pasó de Loreto, en la Baja California, a Almería, donde Lean ya había rodado parte de Lawrence of Arabia.

Pero la edad y los problemas de financiación obligaron a abortar el proyecto. Por un lado, Columbia Tristar, que era la que finalmente tenía que poner el dinero, se negó a aceptar a Correface: quería una estrella norteamericana. Por otro lado, el octogenario director precisaba de un cuantioso seguro y de la presencia de un suplente (se habla de Guy Hamilton). Ya al final, con un Lean que tenía que moverse con silla de ruedas, se pensó en rodar la película en unos estudios en el sur de Francia, pero el descubrimiento de un tumor puso punto final al último intento de David Lean de hacer uno de sus grandiosos films: según sus palabras “Nostromo” tenía que ser “más grande” que Lawrence of Arabia. Genio y figura hasta la sepultura.

Si os interesa la obra de Lean, no os lo perdáis. Me parece uno de los documentales más completos, amenos e interesantes sobre un proyecto cinematográfico fallido que he visto nunca. Ya solo nos queda cerrar la revisión con el cuestionario Fletcher de rigor y las conclusiones finales.