Por supuesto. Por eso, a la hora de valorar la prosa de Poe o Shakespeare, por poner dos ejemplos, un angloparlante tendrá más peso que uno que no lo es, pues lee una traducción en lugar del original. Podrá ser excelente, aportar los matices básicos de la historia, pero la sonoridad del lenguaje se pierde. Yo en el cine lo tengo más cómodo con los subtítulos, pues capto la sonoridad y el sentimiento del actor, y me empapo de las demás parcelas del filme por cuestión de habilidad y costumbre, así como de visionados reiterados. Una cosa en el amor y otra la pasión, señores.![]()