No soy partidario de ninguna censura, pero ayer mientras esperaba el bus, ví la portada en un kiosko y enseguida pensé que traería polémica.
¿Qué esperaban? ¿Que la Casa Real no se pronunciase?
¿No podían haber hecho una viñeta que significara lo mísmo pero menos explícita?
Yo ahí veo ganas de provocar para poder contar la faena en próximos números.
Y la Casa Real, más vale que andaran igual de rápidos para censurar otras cosas como ciertas emisiones televisivas o ciertos periódicos que se hartan de difamar y contar mentiras.