Y es que cada vez los eligen peor. Una de las miles de cosas buenas que tenían Universal y Hammer es que elegían a protagonistas icónicos, con presencia, con magnetismo. No hay más que ver los monstruos de ambas productoras. Pero de un tiempo en adelante, parece que cualquiera da el look del conde Drácula. Y esto ya es de juzgado de guardia. Yo voy a ver si contrato a éste para nuestro próximo corto (o largo):
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