Me ha gustado bastante a pesar de cierta reiteración y de que Cumberbatch no me termina de convencer del todo (poco creíble aunque tiene su justificación).
El retrato de la masculinidad tóxica y de laestá bastante bien.Spoiler:
Spoiler:
Luego, Smit-McPhee me parece lo mejor de la película junto a la elegante dirección de Campion y la música inmersiva de Greenwood.
Vista también este finde.... la verdad es que tengo sensaciones encontradas con la película... me ha gustado en general, pero no me ha gustado la historia que trata parece que el trabajo es buenísimo en todos los aspectos... pero no me ha convencido la historia simple... no sabría explicarme... ellos seguro que si
Fotografía, dirección, actuaciones.... todo estupendo, me ha encantado... pero la base de la película es demasiado básica... eso en si, sería lo importante, es decir, con tan poca cosa, creas una película de 2 horas y pico...
Spoiler:
"Vive y deja Vivir"
"Estamos la primera mitad de nuestra vida, machacando nuestro cuerpo, haciéndole sufrir.... y la otra mitad, intentando solucionarlo...."
Reseña de la banda sonora ampliada (con spoilers), de MundoBSO:
Spoiler:
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Reseña fotográfica de Nacho Aguilar.
Adaptación de una novela de Thomas Savage, ambientada en un rancho de Montana en 1925. El mismo está dirigido con mano férrea por Phil, uno de dos hermanos (Benedict Cumberbacht), mientras que el otro, George, de mejor carácter (Jesse Plemons) acaba de contraer matrimonio con una mujer (Kirsten Dunst) que tiene un hijo adolescente (Kodi Smit-McPhee) cuyos modales y formas le hacen parecer afeminado para los rancheros. El drama aparece cuando se mudan a vivir al rancho y la mujer y el hijo comienzan a sentir temor por la presencia y por las acciones de Phil.
“The Power of the Dog” es un Western inusual, ya que más allá de la ambientación y de las localizaciones empleadas (por cierto, el film fue rodado en Nueva Zelanda en lugar de norteamérica, con paréntesis por la pandemia incluido), se trata de un drama sobre una serie de personajes y sus relaciones entre sí, que se podría haber trasladado a cualquier otro período o lugar. Se trata de un film de cocción lenta, muy bien interpretado y de acción inexistente, rodado con esmero, y que funciona muy bien pero que quizá podría haberse resuelto con una duración algo inferior si la directora Jane Campion hubiera decidido acelerar un poco su pausado ritmo.
La directora de fotografía es Ari Wegner [ACS], quien hasta la fecha posee una corta pero incipiente carrera en el puesto, siendo “The Power of the Dog” sin ningún género de dudas, hasta la fecha, su trabajo más importante. Antes, se había encargado de la fotografía de películas como “Lady MacBeth” (William Oldroyd, 2016), “Stray” (Dustin Feneley, 2018), “The History of the Kelly Gang” (Justin Kurzel, 2019) o “Zola” (Janicza Bravo, 2020), completando su filmografía algún largometraje más, varios documentales y bastantes cortometrajes.
La imagen de “The Power of the Dog” está claramente dominada por sus imponentes escenarios naturales, que no solo resultan absolutamente convincentes como la Montana de 1925 a pesar del rodaje neozelandés, sino que además, las cineastas obtienen un muy buen partido estético de los mismos. Se trata de una producción no solo rodada en gran formato (digital) con la Arri Alexa LF, sino que además haciendo muy buen uso de las lentes Panavision Ultra Panatar, diseñadas originalmente para el formato 5-perf 65mm anamórfico que primero fue denominado MGM Camera 65 y, posteriormente, Ultra Panavision 70.
Son, por consiguiente, las lentes de “Ben-Hur”, “Mutiny on the Bounty”, “The Fall of the Roman Empire”, “Battle of the Bulge” o, más recientemente, las empleadas por Quentin Tarantino y Robert Richardson en “The Hateful Eight” en celuloide de 65mm, o por Greig Fraser tanto en “Rogue One” (2016) como en “Mary Magdalene” (2018). Son lentes, por consiguiente, de diseños que proceden de la década de los 50, al menos los elementos que sigan siendo originales de las mismas tras las actualizaciones, y contienen una anamorfosis de 1.25x, de modo que son de los anamórficos “menos anamórficos” que existen, aunque los fondos estirados y el bokeh ovalado son claramente perceptibles a lo largo de toda la proyección.
En los citados exteriores, posiblemente beneficiándose de un calendario de rodaje muy generoso (unos cuatro meses en total), las cineastas hacen uso de las mejores horas del día en cuanto a calidad de luz; esto es, no solo únicamente la hora mágica, al amanecer o el crepúsculo, aunque algo hay de eso, sino también, sobre todo, de momentos que evitan las horas centrales del día, cuando la luz es más dura, más cenital y menos estética. De esta manera, la calidad de la luz disponible es espléndida, y además, Ari Wegner escoge absolutamente siempre rodar a contraluz, lo cual, con la latitud de la Alexa y la suavidad de las lentes (a continuación incidiremos en eso), hace que la directora de fotografía tenga que rellenar o bien poco o a veces, nada, siendo posiblemente su labor incluso más importante controlando los rellenos negativos para generar contrastes.
Las exposiciones en estos exteriores están muy atinadas, dejando que, como es procedente, los rostros queden debidamente subexpuestos frente a la fuente de luz, circunstancia que es absolutamente real y naturalista en dichas condiciones. Únicamente un par de momentos en exteriores noche, con una luz que quizá es demasiado evidente o poco creíble para esas situaciones, detraen algo de un conjunto que es excepcional en su vertiente diurna. Ni siquiera algunos planos en noche americana, típicos del género por otro lado, desvirtúan una gran fotografía de exteriores.
Los interiores están también bien realizados, pero no alcanzan el elevadísimo nivel de los exteriores, que sin ningún género de duda son el plato fuerte de la propuesta. Ari Wegner lleva a cabo una iluminación en los mismos que también pretende ser muy naturalista y, en su mayor parte, lo logra con mucha solvencia. Lo que hace la directora de fotografía es introducir luz suave a través de las ventanas de las estancias recreadas para la película, valiéndose, con toda seguridad, de grandes fuentes de iluminación proyectadas desde el exterior bien difuminadas o, probablemente, rebotadas. Este estilo de grandes fuentes desde fuera produce un contraste elevado y transiciones luz-sombra que son muy bonitas de ver en pantalla, pero quizá, teniendo en cuenta la ambientación y el tipo de historia que están contando, a veces incluso luzcan demasiado elaboradas y demasiado pulidas.
Es cierto que hay variedad, con interiores que a veces (como las escenas arriba de las escaleras) que utilizan luz dura, directamente, lo que queda muy bien, pero quizá sea una fotografía demasiado perfeccionada, al menos en ocasiones, a la que le hubiera venido bien (y hubiera otorgado más fuerza) ir algo más allá con el contraste y la oscuridad, más allá de algunas vistosas siluetas. Hay algunas escenas que usan tonos fríos y haces de luz solar, o bien imitan el efecto de fuentes de luz de fuego como velas o chimeneas que están bien ejecutadas, aunque por desgracia son escasas en la proyección.
Respecto al uso de cámaras digitales nuevamente en una producción de época (como comentábamos a raíz de la reciente “The Last Duel” del dúo Dariusz Wolski / Ridley Scott), en esta ocasión sigue echándose algo en falta la mayor prominencia de una textura de celuloide. Sin embargo, las buenas noticias son sobre todo las relativas al comportamiento de las ópticas del formato Ultra Panavision: con sus tratamientos antirreflectantes de los años 50, se comportan de manera mucho más parecida a una lente tipo Super Baltar o Cooke Speed Panchro que a un moderno Leitz, que es lo que son los Panavision Primo 70 de la película referenciada.
Existen veladuras, entradas de luz, flares y una textura suavizada a lo largo de la proyección que, de alguna manera, luce más agradable en la película de Jane Campion que en la de Ridley Scott que, comparativamente, luce absolutamente nítida y sin la menor imperfección en la imagen. No es que un aproximamiento sea objetivamente más válido o mejor que el otro, ni mucho menos, pero al menos subjetivamente, a quien suscribe estas líneas, dichas imperfecciones e incluso la moderada anamorfosis de las lentes de “Ben-Hur” le sientan extraordinariamente bien a los paisajes y a los interiores del presente film que, por consiguiente, luce muy bien como conjunto, destacando sobre todo esos poderosísimos exteriores que le auguran un estupendo futuro a Ari Wegner.
Última edición por Branagh/Doyle; 02/01/2022 a las 13:59
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Bastante buena. No esperaba nada en concreto, de hecho es la primera película que veo de Jane Campion, pero me ha sorprendido gratamente. Muy psicológica, de hecho podría perfectamente ser una obra de teatro reducida a un único escenario con tres o cuatro personajes. Los espectaculares escenarios abiertos de la película acaban por fundirse junto con los interiores en una suerte de paisaje mental, también por el efecto de la moderna banda sonora de Jonny Greenwood, que como es habitual en él para mí tiene el efecto de asentar el tono e indagar en la psique de los personajes más que de proporcionar una melodia al uso. En este sentido puede recordar un poco a una película de Paul Thomas Anderson, y lo menciono porque lo he leído en algún comentario, pero por lo demás creo que tienen poco que ver a nivel de idiosincrasia o estilo.
Si le tengo que buscar peros, diría que aunque a nivel de intenciones me ha gustado mucho, creo que la puesta en escena podría ser más interesante, de una forma que me cuesta describir. Y que en general percibo la película como un poco disjunta, un poco inconexa, como si empezase siendo una cosa y terminase siendo otra diferente. Por poner un ejemplo, al principio el personaje de Benedict Cumberbatch parece ser un mero antagonista relativamente unidimensional, después se convierte en el corazón de la película, y por último otro personaje adquiere relevancia sin que de alguna manera estuviese muy justificado por la historia. No sé si habrá un montaje más largo que pudiese ahondar un poco más en algunas cosas, pero creo que la película se beneficiaría de ello.
Y n deja de ser curioso que, así como el año pasado hacía notar que varias de mis películas favoritas de la temporada habían sido rodadas por mujeres, este año de momento las dos mejores que he visto tienen firma femenina también. Y no sólo eso sino que casualmente ambas contienen interrogantes similares en torno a la naturaleza de la masculinidad (o el género en general), y hasta la presencia de un cierto subtexto homoerótico en algunos momentos.
Coincido. El subtexto homoerótico vira hacia una tensión psicológica abrasadora.
Western deconstruído en melodrama gótico.
Tremenda labor de Campion, Greenwood, Wegner y el trío de actores que se devoran entre ellos.
Recuerda al Anderson de la mayestática “There Will be Blood” y eso son palabras mayores.
La campeona del año.
Última edición por Screepers; 13/01/2022 a las 18:16
La abandoné a los 40 minutos. La veo tediosa, random y perezosa... más preocupada de mostrar personajes aparentemente complejos que de darles empaque y sin un rumbo fijo. Sorry pero mencionarla en el mismo post que Pozo de ambición o Brokeback Mountain me parece de carcel XDDD
Aún me quedan bastantes por ver de la lista que me hago de pelis del año (2021) que tienen buena pinta y posibilidades de entrar en mis favoritas del mismo, pero por ahora esta se coloca en el puesto nº1 y en la peli a reivindicar/dar la lata a los amigos.
Como una obra teatral dividida por actos, es posible que su cambio de tono descoloque al espectador y su tono pausado donde destaca su escenografía (y aspectos técnicos como su fotografía y BSO) se le pueda hacer a alguno un poco pesado. A mi no me ocurrió pero me costó entregarme por entero a ella y rendirme a sus pies hasta la resolución, que redondea todo y hace explotar tu mente y hacer que recorra todos los sucesos hasta el momento. Sin duda, en una obra plagada de detalles, un revisionado la hará mejorar más si cabe.
Parece claro que Jane Campion no es muy de explicar las cosas, prefiere que tú las vivas y saques conclusiones. Incluso en su parte inicial, con el viaje del ganado y las visitas en coche a la futura mujer, puede crear dudas en cuanto el donde o el paso del tiempo. Pero la grandeza del film reside precisamente en que cuenta más por lo que calla que por lo que explica.
Un viaje desgarrador a la naturaleza humana, especialmente la masculina, a sus traumas, su toxicidad, su lado más cruel y el más amable. Lo frágiles que somos contado con soberbia sutileza.
Y no me quiero olvidar de sus grandes actuaciones, encabezadas por Benedict Cumberbatch.
Nota: 7.7
Última edición por er_calderilla; 16/01/2022 a las 13:58
La película te da por pensar tantas cosas que sí, una de ellas es el resultado de la misma. Pero nunca piensas que sea tan fácil o que la película pueda dar esos giros de guión propios de películas Cine Negro. No me engaño no es cine negro. Pero la línea que sigue bien podría aplicarse a películas de una época que vendría después ya que éstas estaban todavía lejos de lo que ahora llamamos Thriller.
Aquí nos lo empaquetan en un entorno de hace 100 años, en la América profunda, y con un ligero toque de libertad sexual propio del aislamiento. Se ha visto otras veces en el cine. Creo que el aislamiento social hace que tus leyes sean las leyes de tus empleados. En cierta forma hay dos granjas que llevan los hermanos.
Le doy una lectura doble. Pero sobre todo le doy una lectura de película en la que te cuentan el destino y no te das ni cuenta porque piensas que le van a enfocar en lo clásico del género. Esa sorpresa es su principal baza.
Las actuaciones están muy contenidas. Tampoco son para destacar. Kodi Smit-McPhee tiene ese aspecto tan frío que te deja igual de frío pero al personaje le viene muy bien, pero tampoco es para tanto.
La dirección como yo la entiendo yo está elaborada entre dos mundos. Ser el visionario de una película que nadie ve venir hace que el director te deje planos y datos muy precisos. No se sabe como pero es como un gran plano todo el rato. Casi se puede decir que cuando la estás viendo estás en esa finca. Puedes oler el ganado y sentir lo que siente cada uno de los protagonistas.
Todo sin provocar al espectador. Es tan sutil que es una genialidad.
Bueno, estuve viviendo una temporada en Montana y de viaje a Nueva Zelanda y se nota
Hay diferencia, pero entiendo que si no se ha estado o no se conozca ambos lugares, pueda pasar.
Por poner una referencia, Montana se parece mas a las localizaciones de First Blood.
Al ver The Power of The Dog, veo mas localizaciones de ESDLA que Montana.
Pero vaya, que ya se que es cosa mía
Sí, entiendo lo que dices, pero dependerá de en qué parte del territorio, no? Antes de contestarte estuve viendo fotos de Montana para hacerme una idea y no meter mucho la pata, y en un sitio que es más grande que Alemania, supongo que también habrá bastante llanura medio árida como la que se ve en la película. De hecho, mira estas fotos:
https://www.shutterstock.com/es/search/montana+plains
Pero vamos, no contesto en plan quisquilloso, simplemente me parece curioso que lo hayas comentado (y que hayas vivido allí) y como me gusta mucho la geografía, me puse a comparar a ver...
No, no creo que seas quisquilloso hombre.
Estuve en Montana y Colorado por trabajo, nada más. Ya lo he comentado en alguna otra ocasión, por trabajo me suelo mover de aquí para allá.
Las fotos que pones me recuerdan a esos días, pero es que sigo encontrando diferencias. Pero vaya que es una apreciación personal y nada más, no es la verdad absoluta
The Power of The Dog es bella y NZ le sienta muy bien, porque es MUY difícil que NZ siente mal a ninguna película!
Pelicula aparentemente simple pero que ofrece muchos matices, para mi el final ha sido muy bueno e inesperado. Hay muy buen cine en esta pelicula.
¿Se sabe algo sobre una posible edición doméstica en España?
A mí no me ha convencido nada.
El acabado es bueno, los papeles de Benedict Cumberbatch y Kirsten Dunst fantásticos. Pero Jane Campion está demasiado pagada de sí misma, y en el guion está más empeñada en dárselas de sutil e intenta abarcar tanto que precisamente no llega a nada. Hay exceso de contemplación a la nada y pausas torpes, con lo que quedan abismales bajones de contenido e interés. En otras escenas es demasiado rebuscada, lo sutil lleva a una narrativa muy densa, demasiado artificial, cuando una historia de sentimientos debe ser más natural y emotiva; pero si es que la mayoría de los conflictos son muy mundanos, adónde vas rodeándolo de ese aura de gran calado que no pega nada. Y así pierde el foco sobre lo importante, contar algo concreto; propone muchas cosas que no lleva a término, la mayor parte de las historias se quedan abiertas, hay personajes presentados como esenciales que desaparecen en media película y dejan de ser útiles y obviamente parecen tiempo perdido. Queda un anecdotario disperso y por momentos cansino que no llega a casi ninguna conclusión, solo una de las historias tiene una especie de punto y aparte, y quitando el efectivo golpe de efecto, tampoco deja con la sensación de que haya sido un arco cohesionado y con un desenlace que aporte algo a los personajes y a la situación global.
El mensaje de esa historia central es potente y Cumberbath lo realza bastante, pero para mí se cuenta de forma desastrosa y muy plomiza.
Estoy muy en la línea de esta valoración del compañero Warren. Para mi se queda a medio camino en casi todo, en lo que más me interesaba, la historia del vaquero idolatrado y sobre todo el personaje desaprovechado de Jesse Plemons, que tiene un par de escenas de gran interés que conducen a nada. En realidad ningún personaje llega a lo esperado para mi, es una sensación toda la película de coitus interruptus
a pesar de los aciertos parciales y lo bueno que tiene.
Saludos
Mi opinión es contraria en el sentido de que sugiere pero no se contradice, por lo que no necesariamente puede ser lo que parece ser. Y entre medias el que si sabía a lo que iba. El vaquero Bronco queda claro la influencia en el protagonista y en sus actos, lo insinúa y lo verbaliza.
12 Nominaciones a los Oscars
Lecciones de música de cine.
Spoilers, claro:
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Otra que me quedo sin ver, y paso de desplazarme 30 y pico de kilómetros porque el cine que tengo más cerca no me la ponen.
En Netflix España? Pues, no lo sabía. Gracias.