Agencias de publicidad, constructoras y papeleras figuran entre las empresas que se benefician de los comicios, en los que los partidos se han gastado cerca de 50 millones.
Es un lugar común hablar de la fiesta de la democracia para referirse a acontecimientos como la cita con las urnas de mañana. Para algunas empresas, la máxima se cumple a rajatabla. La maquinaria que los partidos arrastran tras de sí en forma de mítines y acciones publicitarias de todo tipo y la propia dinámica electoral dan una pista de la dimensión económica de la convocatoria. Sólo para las municipales, 35,2 millones de electores depositarán su voto para elegir a 8.111 alcaldes, 65.347 concejales y más de 3.000 cargos.
No hay estudios que cuantifiquen el volumen de negocio que acompaña a estas elecciones. Ni a los comicios en sí, ni a la vorágine previa de inauguraciones, que ha obligado a las constructoras a apretar el acelerador para tener listos, por ejemplo, el metro a la T-4 de Barajas, cuya autoría se han disputado el Ministerio de Fomento y la Comunidad de Madrid; los siete nuevos hospitales prometidos por Esperanza Aguirre, presidenta de esa región, en las elecciones de 2003; o la reforma de la M-30 emprendida en la legislatura que ahora termina por su compañero de filas, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón.
Beneficios a la vista
Sólo una empresa ha admitido que el frenesí de cortes de cintas ha favorecido a sus cuentas: General de Alquiler de Maquinaria (GAM), que hasta marzo ganó un 71,4% más, hasta 5,9 millones de euros, y facturó 56,4 millones, un 46,3% más. Uno de los factores que impulsaron esos buenos resultados fue la cercanía de las elecciones. “Muchas constructoras se han visto obligadas a doblar turnos para terminar antes las obras e infraestructuras”, reconoce un portavoz de GAM.
Tampoco hay una valoración económica para las consecuencias de un eventual cambio político en cada plaza. Sí hay datos sobre el presupuesto que gestionan las administraciones en liza.
En clave autonómica, las 17 comunidades controlan más de la mitad de los 300.000 millones de euros presupuestados para gasto público. La cifra en manos de los ayuntamientos, algo más modesta, tampoco es baladí: 45.640 millones de euros, superior al valor bursátil de Endesa.
Respecto al coste de los comicios para la Administración, los últimos Presupuestos Generales del Estado recogen una partida de 114 millones de euros para la celebración de elecciones en 2007. Pero esa cifra sólo afecta a los comicios locales (los autonómicos los sufraga cada comunidad).
Manuel Gandarias, presidente de Live in Spain, un lobby inmobiliario que promueve el atractivo de España en el exterior, relativiza el impacto de las elecciones para su sector, ante la suspensión de ciertos desarrollos, a la espera de lo que deparen las urnas.
“Indudablemente, las elecciones tienen un efecto, pero no son un factor esencial”, dice Gandarias, muy crítico con los políticos que, en su opinión, “utilizan el urbanismo como arma arrojadiza”, algo que, asegura, “ha frenado al comprador de vivienda”.
Fuera del negocio del ladrillo, uno de los pocos empresarios que se ha pronunciado claramente sobre las elecciones, aunque luego se ha desdicho, ha sido el patrón de la Fórmula 1, el británico Bernie Ecclestone, que condicionó la celebración de un gran premio en Valencia a la victoria del candidato del PP, Francisco Camps, en esa comunidad.
Más allá del resultado de los comicios, una empresa ha dado pistas sobre la oportunidad que suponen para sus cuentas: el grupo papelero Unipapel, cuyo presidente, José Antonio Lázaro, dijo en abril que la distribución de sobres para las elecciones aportará 1,5 millones de euros extra a su facturación y 250.000 euros al beneficio bruto.
“Esta cantidad no es muy importante en nuestro volumen de negocio total, pero representa el 3,6% de la facturación estimada de sobres y bolsas”, dijo entonces Lázaro.
Otra firma que sacará provecho es Indra, un clásico en estas citas, ya que ha participado en la logística de diferentes comicios desde 1978. La compañía prestará al Ministerio del Interior el apoyo tecnológico necesario para el escrutinio de los datos en tiempo real en las elecciones locales y varias de las autonomías en liza. El importe del contrato no se ha hecho público.
Otras empresas que, previsiblemente, han aumentado sus ingresos gracias a la cita de mañana, son las agencias de publicidad y márketing. Pero todas son reacias a concretar en qué cuantía y a qué partidos han prestado servicio.
Gasto de los partidos
Los grupos políticos sí han dado cifras sobre el gasto previsto en la campaña que ayer echó el cierre. El PP encabeza la factura, con una previsión de 25,6 millones de euros: 16,7 millones de gasto conjunto en autonómicas y locales, más 2,2 millones de euros para el envío de propaganda en las trece comunidades en las que hay comicios y 6,7 millones para el mailing en los municipios.
La campaña del PSOE ha tenido un coste de 15,5 millones de euros para las elecciones municipales y de 6 millones para las autonómicas, con lo que su presupuesto asciende a 21,5 millones. IU todavía no tiene una estimación conjunta del gasto previsto de todas sus organizaciones federadas. La dirección federal ha invertido unos 3,5 millones.
En total, la previsión de gasto de los tres grandes partidos (los datos definitivos deberán ser remitidos al Tribunal de Cuentas) asciende a 50 millones de euros, es decir, 1,5 euros por elector. Buena parte de esa cantidad (42,5 millones de euros) la recuperarán vía subvenciones del Estado.