Tema: Federico Fellini: revisando sus películas

El timo por antonomasia que refleja esa "culpabilidad" de las víctimas sería el timo de la estampita, en el que la "víctima" intenta aprovecharse de un supuesto discapacitado mental. Recuerdo que era uno de los números cómicos habituales de Tony Leblanc (por la tele lo vi infinidad de veces).

Bueno, yo creo que hay estafas en cualquier sitio... pero si. Creo que esa falsa esperanza se nota mucho en la demoledora escena en la que rodean a los protagonistas cuando se disponen a repartir viviendas. Es asfixiante ver como se pelean los mas pobres, parece que asumiendo el riesgo. Van dinero en mano por agarrarse a una falsa esperanza. Incluso cuando parece que son vecinos y se llevaban mas o menos bien. Esto de los timos me recuerda a la española Los tramposos con Toni Leblanc, pero la tengo muy lejana. La cuestión es que a mi este tipo de películas me resultan desasosegantes y me dejan mal cuerpo. Edit, mad se me ha adelantado con lo de el timo.

Peli en torno a la estafa de baja categoría. Fellini demuestra su facilidad para mostrar a sus personajes psicológicamente, los cuales se cuestionan y evolucionan a lo largo del film.

La acción tiene lugar en Roma en los primeros años 50. Augusto (Broderick Crawford), Roberto (Franco Fabrizi), Carlo "Picaso" (Richard Basehart) y el Barón Vargas (Giacomo Gabrielli) forman el insigne equipo. Vargas prepara los golpes,Augusto es el ejecutor principal ya mayor y cansado de su situación. Roberto disfruta del momento sin pensar en nada más allá. Carlo está casado con Iris (Giulietta Masina),fracasado pintor que roba para mantener a su hija y esposa.


Timadores de poca monta que acuden a las periferias y pueblos a engañar a inocentes que han ahorrado unas liras.Se alterna la comedia agridulce derivando hacia el drama más áspero.

La presencia de la hija de Augusto es breve y concisa.
El final impacta.La estafa a la familia de la chiquita paralítica y Augusto abandonado y apaleado con la espalda imposibilitada...macabra metáfora.

6.8/10

A mí LA STRADA (sin haber revisionado LE NOTTI DI CABIRIA)...me sigue pareciendo la mejor peli de la primera época (1950s) de Fellini.I Vitelloni le seguiría...esta tiene un último tramo muy bueno pero le cuesta arrancar...Me parece interesante el tramo de la fiesta con el timador venido a más rodeado de burgueses,cuando Roberto le roba a una duquesa o condesa la pitillera ...y se la tiene que devolver.

Leyendo vuestro hilo me ha dado curiosidad por ver "Almas sin conciencia", película que no había visto nunca y me ha resultado muy entretenida, aunque me ha desconcertado un poco... no me esperaba ese final tan duro...

Me dan pena todos esos campesinos y gente ignorante como son estafadas, cosa que no me extraña, porque lo hacen muy bien, creo que dentro de su canallesca actitud, me parece que tienen algo de clase al "trabajarse" a esas personas sencillas, como por ejemplo al de la gasolina...

Las partes en que se ponen a despilfarrar el dinero me gustan menos, salvo el picasito que se lo dá todo a su mujercita (una encantadora pero muy desaprovecha J. Masina) uno de los pocos papeles de la película en que el personaje es bueno y decente.

Y llegamos a la parte final, después de la humillante escena con su hija a la salida del cine y después de pasar una temporadita a la sombra, vemos que nuestro protagonista vuelve a las andadas, pero ya con unos compinches sin clase, descuidados, vulgares... ya no es lo mismo... y además a él se le ve agotado...

Yo también creí en su redención al final cuando les dice que no se pudo llevar el dinero por causa de la chica paralítica, Fellini nos engaña a base de bien, pero finalmente lo encuentran en su zapato, todo era mentira... y como castigo es dejado a su suerte en ese pedregal, arrastrándose hacia la muerte...

Por cierto, ese escena del pedregal me recordó un poco a cierta parte de "Duelo al sol"...

Cazzo... Esperaré a olvidarme de ese último comentario, que aún no he visto Duelo al sol.

Iniciado por muchogris

Cazzo... Esperaré a olvidarme de ese último comentario, que aún no he visto Duelo al sol.

Tranquilo, son muy diferentes, lo que se parece un poco es ese paisaje agreste, pedregoso. Es como la asociación que yo hice con Greed de Stroheim. De todas maneras, aunque no la hayas visto, me sorprendería que no supieras como acaba la película de Vidor.

Si, recuerdo haber leido mucho y bien sobre su final. Pero agradeceria no revivir esos detalles sin spoiler para hacer buen uso de mi mala memoria y ser sorprendido cuando la vea.

Iniciado por muchogris

Si, recuerdo haber leido mucho y bien sobre su final. Pero agradeceria no revivir esos detalles sin spoiler para hacer buen uso de mi mala memoria y ser sorprendido cuando la vea.

En ese caso: .

Iniciado por muchogris

Cazzo... Esperaré a olvidarme de ese último comentario, que aún no he visto Duelo al sol.

¡Vaya, cuanto lo siento... para una de Fellini que comento, y meto la pata... , aunque no te preocupes demasiado pues realmente no he contado nada importante!... además ahora modifico un poco lo dicho...

Iniciado por mad dog earle

Tranquilo, son muy diferentes, lo que se parece un poco es ese paisaje agreste, pedregoso. Es como la asociación que yo hice con Greed de Stroheim. De todas maneras, aunque no la hayas visto, me sorprendería que no supieras como acaba la película de Vidor.

¡¡Gracias mad!!...

Tengo muy mala memoria, tranquilo, ya no me acuerdo de que estabamos hablando.

Iniciado por muchogris

Tengo muy mala memoria, tranquilo, ya no me acuerdo de que estabamos hablando.

Pues ya somos dos...

Yo soy del grupo de muchogris, no he visto Duelo al sol, no he leído nada sobre ella, sólo lo que comentáis por aquí -obra maestra- y también tengo una memoria de mierda

Iniciado por Alex Fletcher

Yo soy del grupo de muchogris, no he visto Duelo al sol, no he leído nada sobre ella, sólo lo que comentáis por aquí -obra maestra- y también tengo una memoria de mierda

Desde luego que me asombra que tampoco tu la hayas visto... bueno, pues después de Fellini... King vidor... o también siempre se podría abrir un hilo de:

"Películas míticas o famosas que nunca he visto"...

Que conste que "Duelo al sol" hace muchísimos años que no la veo, creo que fue en el ciclo de Jennifer Jones de tve... porque en dvd no me suena haberla tenido porque sacaron una copia cortada en metraje... (creo recordar, porque (y ahí si coindimos) también mi memoria es una soberana...)

A ver si consigo una copia de esta película de Fellini que, por vuestros comentarios, me parece más interesante que LA STRADA.

Por cierto, no estaría mal un ciclo de Robert Rossen (que murió el mismo año que yo nací) y que tiene una filmografía irregular pero muy interesante.

Yo ya comenté en el otro rincón CUERPO Y ALMA (1947), una espléndida película de cine negro, aunque seguramente sus mejores películas sean las dos últimas, EL BUSCAVIDAS (1961) y LILITH (1964), ambas rodadas en un impecable blanco y negro (y la primera, además, en CinemaScope).

Iniciado por Alcaudón

A ver si consigo una copia de esta película de Fellini que, por vuestros comentarios, me parece más interesante que LA STRADA.

Por cierto, no estaría mal un ciclo de Robert Rossen (que murió el mismo año que yo nací) y que tiene una filmografía irregular pero muy interesante.

Yo ya comenté en el otro rincón CUERPO Y ALMA (1947), una espléndida película de cine negro, aunque seguramente sus mejores películas sean las dos últimas, EL BUSCAVIDAS (1961) y LILITH (1964), ambas rodadas en un impecable blanco y negro (y la primera, además, en CinemaScope).

Ten cuidado que por lo visto hay dos metrajes diferentes: 87 y 110 minutos... la que yo vi era de 87 minutos, no sé que es lo que me he perdido...

De Robert Rossen he visto todas sus películas salvo "Mambo" y "The brave bulls". Desde luego tiene una filmografía muy escueta... aunque bien es verdad que murió bastante joven; como escritor de guiones tiene bastantes mas trabajos.

"Almas sin conciencia" me gusta porque me parece la película más "cine negro" de Fellini, más oscura y dramática que la típica película de timos a la italiana, por ejemplo "Il mattatore" con Gassman. Se trata de otra "película de descampados" en la que el tema de la religión aparece ya desde una perspectiva más desfavorable, la de los que especulan con la fe de las personas sencillas (aunque, en una extensión temática brillante, toda la parte de la estafa inmobiliaria revela que los "bidonisti" no solo trafican con lugares en el cielo sino también en la tierra).

Aquí vemos a un Fellini más apegado a la tierra, más "hard boiled", menos fantasioso, y también muy melodramático, rasgo del que se iría despojando con el tiempo. Creo que el recurso de la hija a la que el protagonista nunca ve, y delante de la cual se avergüenza de lo que es (por no hablar de su teórico remordimiento frente a la chica impedida), no es muy inventivo para un cineasta que ya nos había dado personajes como los de "I vitelloni", "La strada" e incluso "El jeque blanco", y si bien es obvio que la parte de Augusto es la que tiene el arco narrativo más logrado, con un final de los que no olvidarás en tu vida aunque hayas visto la película una sola vez (y que es interesante comparar, por sus similitudes, con el de la posterior "Las noches de Cabiria"), casi prefiero los momentos intermedios de la trama con Basehart y Masina, en especial esa fiesta de gente pudiente que, como bien dice Mad Dog, prefigura "La dolce vita", y en el curso de la cual el personaje de Fabrizi aprende que es mucho más fácil engañar a los pobres que a los ricos. Dicho sea de paso, me encanta esa prolongación del personaje de Fausto en "I vitelloni", que, en un nivel más de falsedad, se tiñe el pelo para parecer rubio. Pero, después de la peli anterior, esperaba más de Basehart y Masina, creo que a sus personajes les falta algo para poderse codear en interés con el de Augusto.

Hablando de Augusto, me da la impresión de que, dado el interés de Fellini por el circo y la farándula, podríamos estar hablando de un emperador romano o de un payaso (si bien el perfil del payaso "augusto", juguetón y sembrador del caos, se asemejaría más a "Il Matto" de "La strada"), pero no sería descabellado imaginar una combinación de ambos: quiere ser una especie de personaje poderoso, aunque sea mediante el timo y el engaño, pero no es más que una figura patética que se disfraza y pone en pie espectáculos lamentables que solo se sostienen por el poco nivel de su público (o sea, que ni siquiera es un buen payaso).

¡Esta vez si encontré una conexión giallo! Lorella de Luca, que interpreta el personaje de Patrizia, intervino en varias películas del director Duccio Tessari, en especial "Una mariposa con las alas ensangrentadas", intriga criminal que es capaz de combinar modos del decadentismo viscontiano (a lo que ayuda la presencia de Helmut Berger) con los del poliziesco o incluso el spaghetti western.

Iniciado por Abuelo Igor

Pero, después de la peli anterior, esperaba más de Basehart y Masina, creo que a sus personajes les falta algo para poderse codear en interés con el de Augusto.

Hay que tener en cuenta que la película perdió más de media hora, y que según cuenta el propio Fellini el personaje más perjudicado fue el de Masina (y en consecuencia supongo que también el de Basehart, su esposo en el film). Al parecer en una de las secuencias perdidas Iris impedía que Augusto viera a Picasso, lo echaba de su casa con cajas destempladas. De todas formas, me planteo si no es, en el fondo, coherente limitar la presencia de Masina, puesto que de lo que trata el film es de los bidonisti, quizá mucha más presencia de Iris desequilibraría el conjunto, aunque los cortes nos impiden gozar de la actriz.

Iniciado por Abuelo Igor

Hablando de Augusto, me da la impresión de que, dado el interés de Fellini por el circo y la farándula, podríamos estar hablando de un emperador romano o de un payaso (si bien el perfil del payaso "augusto", juguetón y sembrador del caos, se asemejaría más a "Il Matto" de "La strada"), pero no sería descabellado imaginar una combinación de ambos: quiere ser una especie de personaje poderoso, aunque sea mediante el timo y el engaño, pero no es más que una figura patética que se disfraza y pone en pie espectáculos lamentables que solo se sostienen por el poco nivel de su público (o sea, que ni siquiera es un buen payaso)..

Sí, también lo pensé, y conociendo la querencia de Fellini por el circo no sería de extrañar. Pero no lo cité porque como tú mismo indicas el augusto es el payaso alegre y juguetón, mientras que el papel de este Augusto se asemeja más al del carablanca (quizá Picasso se parecería más al augusto).

A mí me parecen acertados los roles y duración incluído el de Masina... no añadir escenas como las que comentáis de echar a Augusto y demás beneficia a la peli.

Las noches de Cabiria (Le notti di Cabiria, 1957)



Según cuenta John Baxter en su biografía de Fellini, después de Il bidone el director tenía hasta cuatro proyectos encima de la mesa. Los enumera de la siguiente manera: 1) los esfuerzos de un polígamo por mantener contentas a sus quince familias; 2) la historia de una monja del siglo XIX, llamada Serenella, famosa como milagrera; 3) la historia de una mujer loca, con el título “Le libere donne di Magliano”, ingresada en un manicomio; y 4), la historia de Cabiria. Este fue el proyecto para el cual acabo encontrando financiación, no en la Titanus, visto el mal resultado de Il bidone, sino, como en La strada, en la figura de Dino de Laurentiis, que produjo el film en colaboración de la francesa Les Films Marceau.

La prostituta Cabiria ya había aparecido, en una breve secuencia, en Lo sceicco bianco, cuando el protagonista, Ivan, en su deambular por las calles de una Roma nocturna y desierta a la búsqueda de Wanda, su esposa, se encuentra con dos prostitutas en una plaza. Una es Cabiria, una vivaracha joven que le presenta a un tragafuegos que parece surgir de la nada, uniendo así el elemento circense con la prostitución, una mezcla extrema de naturalismo y fantasía.

Y de esa mezcla, en cierto modo, surge la Cabiria del film de 1957: como decía el propio Fellini es “la hermana de Gelsomina caída en desgracia”. Porque a su profesión Cabiria une un cierto aire de clown, como si la Gelsomina de La strada hubiera acabado dedicándose al llamado oficio más viejo del mundo. Fellini trata el personaje con una gran delicadeza, de manera que, aunque no le ahorra desgracias (y en eso hay una cierta crueldad argumental), la aleja de la representación de la parte más sórdida de su trabajo.

La película se basa, una vez más, en un guion de Fellini, Pinelli y Flaiano, con la colaboración de Pier Paolo Pasolini, que se encargó en especial de dotar a los diálogos de un barniz de realismo, como buen conocedor del lenguaje de los sectores marginales de la sociedad romana de la época. Un Pasoloni que tardaría aún cuatro años en debutar en la dirección con Accattone, la historia de un macarra romano.

El film guarda una cierta circularidad: empieza con Cabiria a punto de ahogarse en el río, cuando su amante del momento, Giorgio (un casi irreconocible Franco Fabrizi en un breve rol), la empuja y se lleva su bolso con el dinero. Solo gracias a la rápida intervención de unos niños Cabiria salvará la vida. Cuando regresa a su casa, una chabola en medio de una zona sin urbanizar, con la ropa todavía mojada, la reacción de Cabiria será quemar la ropa, las fotos y todos los objetos que le recuerdan a Giorgio, mostrando una rápida capacidad de recuperación.

Cabiria trabaja en una zona solitaria y separada de la ciudad, la Passeggiata Archeologica, junto a las termas de Caracalla. Allí, junto a sus compañeras de profesión y algunos chulos, espera la aparición de los clientes.



Una de las veteranas se burla de la caída al río de Cabiria, que, ni corta ni perezosa, se abalanza sobre ella. Las separan y una de las colegas, con su proxeneta, consiguen llevársela de allí en coche, hasta Via Veneto. Cabiria pasea por la lujosa calle romana (que será el punto neurálgico de la próxima La dolce vita), junto a otras prostitutas, que visten elegantemente: también en la prostitución hay clases. A la salida de un club, se encuentra con el actor Alberto Lazzari (una especia de trasunto del actor que lo interpreta, Amedeo Nazzari, que se prestó al juego desmitificador, más o menos conscientemente), que acaba de tener una bronca con su amante, Jessy (la bella Dorian Gray, de la que hace un tiempo comentamos su participación en Il crido, en el hilo de Antonioni).

Lazzari lleva a Cabiria a un “night club”, el Piccadilly, uno de esos cabarets tan presentes en el cine de Fellini, donde ella baila animadamente un mambo (por cierto, el vestuario de Cabiria no parece diseñado por Edith Head ).



Luego, van a la enorme mansión del actor, donde el criado les sirve una cena en el dormitorio (con langosta, que Cabiria no sabe que es, caviar, pollo y champán), pero cuando parece que va a poder pasar una noche de ensueño con su ídolo en un entorno de película (algo que queda claro que le ilusiona más que cobrar el servicio),



aparece Jessy, teniendo que refugiarse en el lavabo, junto a un pequeño cachorro de perro, y conformarse con espiar a Lazzari y su amante por el ojo de la cerradura de la puerta.





A la vuelta del servicio prestado a un camionero (la única ocasión en que vemos que responde a la demanda de un cliente), Cabiria sigue a un misterioso individuo con un saco que se dedica a repartir ropa y comida entre las personas que viven en grutas en las afueras de la capital. Es una secuencia en que Fellini nos enfrenta con el rostro más miserable de la Italia desarrollista (fenómeno, el de ese “barraquismo natural” en forma de cuevas habitadas, que era fácil ver en esa época en muchas ciudades, como en la misma Barcelona). Este episodio fue eliminado de la copia que estrenó en su día por motivos sobre los que hay diversas opiniones. Lo comentó al final.

Cabiria y otras prostitutas acompañan al tío de uno de los macarras, él mismo proxeneta retirado, un viejo inválido (Mario Passante), a una romería al Santuario della Madonna del Divino Amore, una de las secuencias más impresionantes del film, donde Fellini conjuga su desbordante gusto por los ambientes tumultuosos con una visión crítica de la Iglesia, pero no carente de vivo interés en el misterio de la fe, en especial en lo que corresponde a las creencias de las gentes ingenuas que entran en éxtasis ante la Madonna, cantando, cayendo de rodillas, en una suerte de fanatismo tribal.



Si el papel de la Iglesia queda en entredicho, visto el montaje casi circense del espectáculo, en cambio Fellini hace que lo que se vive allí, y vive la propia Cabiria, tenga repercusión en la vida de nuestra protagonista. Aunque Cabiria acaba desengañada, porque no ve atendida de inmediato su petición de cambiar de vida, por la noche, en un pobre espectáculo de variedades, en una suerte de ceremonial que contrasta con la procesión a la Madonna y en cierto modo la continua, un mago la hipnotizará y le hará revivir sus ilusiones de cuando tenía 18 años, la pureza e ingenuidad que todavía anida en su interior.





Esa patética exhibición emocional, obscena, que le acarrea las burlas del público, despiertan el interés de uno de los espectadores, Oscar d’Onofrio (“casualmente”, Oscar es el nombre de muchacho al que ha “conocido” estando en trance).



Con Oscar (interpretado por el actor francés François Périer, cubriendo la cuota exigida por la coproducción) inicia una suerte de noviazgo que, ante la incredulidad de su amiga Wanda (magnífica Franca Marzi), acaba en petición de matrimonio. Cabiria vende la casa y sus posesiones para poder aportar 400.000 liras como dote y conseguir así abrir un negocio con Oscar. Después de celebrarlo en un restaurante en las afueras, junto a un bello paisaje iluminado por la luz crepuscular, Cabiria descubre que todo ha sido un engaño, que Oscar lo que desea es su dinero, para lo cual parece dispuesto si hace falta a matarla, una versión más sofisticada, pero más cruel, que el Giorgio del inicio del film.



Abandonada y sin dinero, aunque viva, Cabiria se desplaza casi como una sonámbula por el bosque, mientras un grupo de jóvenes cantan, ríen y bailan, en una exhibición de vitalidad. Quizá contagiada por ellos, Cabiria acaba sonriendo y mirándonos directamente a los espectadores a través de la cámara, convertido su rostro, con una lágrima marcada, en una especie de máscara de payaso, como una nueva Gelsomina.



Colofón a un film tristísimo, pero a la vez capaz en el último momento de transmitirnos algo parecido a ese “rayo de esperanza” que tanto se le reclamaba a Fellini. Un final bellísimo, acompañado por la mágica música de Rota.

Añado dos apuntes: uno es una pura especulación. ¿Será casual que ese timador cruel que juega con el amor de Cabiria se llame Oscar? Recordemos que el año del estreno de Le notti di Cabiria, La strada recibió el Oscar de Hollywood a la mejor película extranjera, galardón que también recibiría este film. ¿Es un comentario irónico de Fellini sobre lo falso, lo engañoso, de los premios?

La otra cuestión es la célebre supresión de la secuencia del hombre del saco (aprovecho para decir que la edición en DVD de Regia la incluye, pero otras ediciones, incluida creo una aparecida recientemente en BD, no). Hay diversas versiones: que si hubo presiones del gobierno italiano democratacristiano, que amenazó con no dar el permiso para que el film se pudiera presentar en Cannes, quizá molesto por la imagen miserabilista que se daba de Italia; que si la Iglesia no veía con buenos ojos que un particular asumiera labores de beneficencia, algo monopolizado por la Iglesia católica (aunque el personaje estaba inspirado en un hombre real, Mario Tirabassi, que gozaba del beneplácito de la Iglesia), para salvar lo cual Fellini organizó un visionado previo en Génova ante el cardenal Giuseppe Siri; que si, en definitiva, fue una imposición de De Laurentiis para acortar el metraje del film. De hecho, en un extra de la edición italiana de Filmauro en DVD de la película, el propio De Laurentiis lo cuenta a su manera: él mismo, dice, “secuestró” la secuencia y la escondió en su casa, sin que, aparentemente, Fellini supiera qué había pasado. Cuando años después se planteó recuperar el film en su metraje original, y Fellini le pidió a De Laurentiis que le devolviera ese segmento, con lo cual venía a reconocer que siempre supo que el responsable de la desaparición de la secuencia había sido el productor, y que lo dio por bueno, aceptando que el corte beneficiaba el conjunto del film y sus posibilidades comerciales. En fin, como se suele decir: “se non è vero, è ben trovato”.

No voy a ser todo lo entusiasta que esperaba en mi revisión

Cabiria (Giulietta Masina) sobrevive a los palos que le da la vida...su "novio" la tira al río tras robarle...un galán de cine (Amedeo Nazzari) la encierra en el baño mientras se reconcilia con su amante, dejada por un cliente en la Via Appia Antigua se encontrará con "el hombre de la bolsa" que socorre a los indigentes...hipnotizada por el mago (Aldo Silvani) revelará sus deseos ante un público burlón.

Personaje que ya se había dejado ver brevemente en EL JEQUE BLANCO.Ya ni se acuerda de las veces que ha caído y ha vuelto a levantarse.

La búsqueda del que sueña con dejar de sufrir.Cabiria vive y trabaja de noche mientras espera a clientes,acabar en la comisaría... Ese ambiente es su realidad, pero ella desea otra.A pesar de los fracasos (el ultimo con François Périer)...no pierde la esperanza.

Le sobra metraje.. pierde fuelle en la segunda mitad (escenas harto alargadas como toda la procesión religiosa) y lo recupera en su desenlace.Tiene momentos bellos y tragicómicos...buena recreación en el night club y estupenda soundtrack y cinematografía.Pero esperaba más del universo de Cabiria.Premiado excesivamente por este trabajo.

6.8/10

Supongo que ya lo sabreis, pero el famoso musical "Sweet Charity" (Noches en la ciudad) se basa en esta película de Fellini... al leer el argumento en el post de mad dog earle, he comprobado que la historia es bastante parecida.

Primero fue un musical de éxito en Broadway durante los años sesenta, en cambio al pasarla al cine no lo fué y eso que el director y coreografo era el mismo: Bob Fosse, y en el cine la protagonista era Shirley MacLaine en la plenitud de su talento triple de actriz/cantante/bailarina... , cosas del público de la época.

Vista ahora, a mi parecer, es un espléndido musical.

Dejo mi top de las pelis que llevamos de Federico de la década de los 50.

1.LA STRADA
2.I VITELLONI
3-IL BIDONE
4.LE NOTTI DI CABIRIA
5.AGENZIA MATRIMONIALE
6-LUCI DEL VARIETÀ
7-LO SCEICCO BIANCO

Iniciado por cinefilototal

Supongo que ya lo sabreis, pero el famoso musical "Sweet Charity" (Noches en la ciudad) se basa en esta película de Fellini... al leer el argumento en el post de mad dog earle, he comprobado que la historia es bastante parecida.

Primero fue un musical de éxito en Broadway durante los años sesenta, en cambio al pasarla al cine no lo fué y eso que el director y coreografo era el mismo: Bob Fosse, y en el cine la protagonista era Shirley MacLaine en la plenitud de su talento triple de actriz/cantante/bailarina... , cosas del público de la época.

Vista ahora, a mi parecer, es un espléndido musical.

Hace años que la vi. Sí, es una adaptación como musical del film de Cabiria. Lo mejor, por lo que recuerdo, la MacLaine. También hay un musical que adapta Otto e mezzo: Nine.