China anuncia la fabricación de una alternativa propia al DVD
El formato EVD permite ahorrar una tasa de 3,7 euros por reproductor
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ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN
La reciente presentación de 54 reproductores chinos de vídeo digital se recordará probablemente como el inicio del fin del DVD. Los aparatos incorporan el formato EVD (Enhanced Versatil Disc, o Disco Versátil Mejorado), la respuesta a la dictadura tecnológica extranjera. El acto lo organizó la Alianza de la Industria del EVD, formada por una veintena de fabricantes chinos, que anunció que en el 2008 no producirá ni una sola unidad de DVD.
El tamaño de algunos de los integrantes asegura las repercusiones mundiales: TCL, propietaria de Thompson y RCA, o Haier, tercer fabricante mundial de electrodomésticos. También forman parte distribuidores como Gome, líder del sector, que habilitará 150 espacios en sus tiendas de todo el país para vender EVD. China es aún el mayor productor de DVD del mundo, aunque hoy está lejos de acaparar el 90 % de las unidades totales como hace años.
INTENTO ANTERIOR
Las tasas explican la caída de la producción. Los fabricantes chinos pagan 3,7 euros por cada aparato a los titulares de las patentes (un grupo formado por Hitachi, Matsushita, Toshiba, JVC, Mitsubishi y Time Warner), lo que asfixia los beneficios. Algunos productores ya habían intentado introducir en el 2003 el formato, sin éxito. El fracaso y las tasas convencieron a nueve fabricantes de que no conquistarían el mercado por separado, y crearon la sociedad Beijing E-World Technology, que siguió desarrollando el EVD.
El año pasado recibió el empujón del Ministerio de Industria de la Información, que lo adoptó como estándar nacional para competir con el DVD y fijó las coordenadas para el desarrollo de chips, software, discos y reproductores.
Los fabricantes chinos confían en el peso de su mercado para tomar ventaja en la carrera. Las ventas de televisores de alta definición crecerán un 60 % el año que viene, lo que pronostica también un aumento de ventas de lectores de vídeo digital. Y aún en el caso de que China perdiera la batalla mundial, ese vasto mercado serviría de red. "Cuando sustituyamos la producción de DVD por EVD en el 2008 no sufriremos ningún impacto", vaticinó Zhang durante la presentación.
El EVD forma parte del esfuerzo de China por diseñar sus propios formatos tecnológicos. La situación cambia: "Las compañías extranjeras tendrán que comprar patentes o pagar tasas a las chinas, o formar joint ventures con las poseedoras de los derechos intelectuales", opina Ma Jun, economista del Deutsche Bank.
China también tiene formatos propios de la tercera generación de móviles, redes locales sin cable y televisión digital. No siempre sale bien: el estándar de los móviles ha sido varias veces anunciado y pospuesto por fallos en las pruebas.
China se esfuerza en dejar atrás la etiqueta de fábrica global. El Gobierno también quiere que su economía cabalgue sobre la innovación. China ocupará este año el segundo lugar mundial en inversión en I+D, tras superar a Japón y por detrás de Estados Unidos, según la OCDE.