Éso que llamas té paquistaní viene a ser más o menos un "chai", una mezcla de té negro con especias originario de la India que puede tomarse con o sin leche. Hay muchas recetas diferentes. También lo hay en versiones con té verde. Yo prefiero los tés clásicos, aunque empecé por aficionarme al té con las mezclas aromatizadas. El café es que no me ha gustado nunca jamás: soy la única en mi familia que jamás lo toma: hasta en éso soy rara.
El problema de las aguas yo no lo tengo porque vivo en Madrid, y la altura y el agua son perfectas para cocinar. Alguna vez que he salido fuera he probado a hacer tés con agua de botella, pero es muy caro y el resultado no es todo lo bueno que yo quisiera. Una buena alternativa es usar agua filtrada (con unas jarras especiales con un filtro que hay que cambiar cada seis meses, de fabricación alemana, creo). Y todo lo que está tostado, o quemado, -cuanto más tostado, peor- es en general muy malo para la salud. Tiene un componente que se produce con la combustión de la materia orgánica, y que ciertos estudios han demostrado que favorece el desarrollo del cáncer, aunque ignoro en qué proporción lo tiene el café torrefacto. También hay tés chinos ahumados que se hacen poniendo el té encima de ramas de pino mientras se queman, pero no sé si son malos para la salud o no. Pero, ya te digo, al no interesarme el café, no estoy muy al tanto. Hay tiendas especializadas en cafés y tés donde te venden mezclas concretas (torrefactas y no torrefactas, de Brasil, de Colombia, de Hawaii...), pero suele salir mucho más caro que el que compras en el supermercado ya envasado. Yo suelo comprar ahí porque los tés que te venden ya envasados en España suelen ir de lo pasable a lo prácticamente intolerable, y como yo soy la única que lo bebe en mi casa, es casi mejor comprarlo así.