Como cine con sello autoral a priori debiera ser más interesante la versión original de Renoir, de la que tengo muy vagos recuerdos. De la versión de Negulesco sí que puedo aportar mi opinión: luce bien técnicamente a color, la música de Franz Waxman es subyugantemente atmosférica moviéndose entre el romanticismo y la melancolía con el goteo necesario de misterio, y la presencia de Jean Peters, principal reclamo del film, alegra la vista. Más allá de eso, la mejor parte del film es la del descubrimiento y aislamiento sobre la que gira todo el largo primer acto: tres intérpretes y esa especie de idilio que allí se establece una vez Jeffrey Hunter rompe la monotonía. Luego, cuando la civilización ya está más presente en el film, un jovencísimo Jack Elam inclusive, éste no acaba de sacar punta al relato y tienede a refugiarse en el valor seguro, lo folletinesco y la inevitable confrontación (en ese aspecto "Pinky" de Kazan está mejor medida sin duda).
Y lo que alguna vez hemos dicho de Negulesco o Koster, confiables artesanos sin grandes pretensiones en los años '50 rodeados por un staff técnico de primera. Son los años de "Desiré" o "Las lluvias de Ranchipur", otro remake a cargo de Negulesco de "Llegaron las lluvias" (1939).
En la vida real Jean Peters rehuía el glamour, ir bien vestida en pantalla y tal, pero embelesa la cámara ya sea en b/n o a color:
El film de 1952 resulta un ejercicio meramente correcto al lado de "La mujer pirata" o "Niagara", los otros dos films reflejados en fotografía de la actriz. Agradable pero se olvida rápido.