Motivos académicos:
Favorece el fracaso escolar.
La promoción automática contemplada en el Art. 28.5, establece que los alumnos sólo podrán repetir cada curso una vez. Al siguiente, aunque tengan todas las asignaturas suspensas, pasarán al curso próximo. También establece que sólo podrán repetir dos cursos en la ESO, es decir, que si un alumno repite primero y segundo, podrá llegar hasta cuarto con todo suspenso. En los institutos nos encontramos con alumnos en cuarto curso con 16 ó 17 suspensos. Lógicamente, están abocados al fracaso.
Los niveles educativos van a ser ínfimos.
La estructura de la ESO, recogida en los Arts. 24 y 25, no permite a los alumnos elegir entre distintas opciones formativas, imponiendo así unos estudios obligatorios en vez de establecer una edad de escolarización obligatoria. Dentro de los alumnos que quieren realmente estudiar, para los que tienen más capacidad supone ralentizar sus estudios y desaprovechar su talento, y para los que tienen menos, someterlos a un esfuerzo sobrehumano, estéril muchas veces, que acaba por desmoralizarlos. En cuanto a los objetores educativos, es decir, aquellos que aborrecen los estudios independientemente de su capacidad, se sienten presos en un aula y se dedican a impedir aprender a los demás. Las soluciones propuestas para atender a la variedad de alumnos, a saber, los programas de diversificación curricular a partir de tercero de la ESO y los programas de cualificación profesional a partir de los dieciséis años, contemplados en los artículos 27 y 30 respectivamente, no solucionan los problemas en absoluto. El descenso de los niveles está servido.
La formación intelectual de los alumnos va a ser deficiente.
En el Art. 20.5 se establece que se redactará un informe al finalizar la Primaria sobre el aprendizaje de cada alumno y los objetivos alcanzados, que sólo sirve para saber si está en condiciones de acometer los estudios de la ESO, pero si no lo está, pasará a la ESO de todas formas. En el Art. 26.2 se establece que en la ESO se prestará una atención especial a la adquisición y desarrollo de las competencias básicas. Nos preguntamos qué entienden por competencias básicas y para qué cursan seis años de Primaria. ¿No adquieren las competencias básicas en esa etapa? La escasez de asignaturas humanísticas y científicas en toda la ESO y la excesiva cantidad de optativas y la inclusión de una asignatura obligatoria llamada Educación para la ciudadanía que restará tiempo para otras de más enjundia, los aboca a una formación deficiente.
Motivos profesionales:
En el Art 26.3., se establece que los profesores con la debida cualificación impartirán más de una materia. A los profesores de Secundaria nos arrebatan nuestra especialidad. Sólo hay dos artículos, en toda una Ley Orgánica de Educación, el 104 y 105, dedicados a los profesores, y en los dos se deja en manos de las administraciones educativas nuestras posibles y magras mejoras, lo que necesariamente va a producir notables desigualdades entre los profesores de las distintas comunidades. El Estado se lava las manos y no se atribuye ninguna función para mejorar nuestra difícil situación.
Motivos sociales:
Las más perjudicadas son la enseñanza pública y las capas sociales desfavorecidas. Los padres con mayor nivel económico disponen de unos recursos para la formación de sus hijos con los que no cuentan los padres con menos dinero (libros, profesores particulares, etc.). Dado el ínfimo nivel educativo que garantiza la educación estatal, la discriminación es obvia.
Por último, la desmembración del sistema educativo, recogida en el Art. 6.3, en virtud del cual el MEC no establecerá un mínimo de aspectos básicos del currículo común a todo el Estado, conllevará la desigualdad formativa de los alumnos de las distintas comunidades y serios problemas para el cambio de comunidad tanto de alumnos como de profesores