Tema: Las dudas que las pelis nos REGALAN (y los spóilers que aquí dentro donamos)

Eso puede decirlo Polanski, pero también habría que oír al difunto Levin. Que Polanski no me venga con eso, pardiez. Sería trasladar la película a predios de lo horrible imposible. Pero sin indicativos ni medios. Es osado. Cualquier CINÉFILO

Me da igual Levin, maese, hablo de la adaptación cinematográfica. Y sí, estoy de acuerdo con él, la revisé hace poco en inglés y es ABSOLUTAMENTE ambigua.

De hecho, la críticas especializada decía que el título se cargaba por completo la película porque rompía su impecable ambigüedad. Palabra, Dio, esto sí que no, eh?

Polanski lo explica en el dvd, de veras.

Habría que oír también al difunto Levin, pardiez, que está antes que Polanski. Que no me venga ahora, o antes, a querer trasladar la película hasta los predios de lo "horrible imposible", porque no cuela. No existen indicativos, ni en la forma ni en el contenido (sabes bien a qué me refiero). Cualquier CINÉFILO (no digo ya espectador callejero) temerá al diablo en esta película, y no a los demonios de la mente de Rosemary. Es como si Coppola (o James V. Hart) quiere decir ahora que Drácula sólo es un sueño en la mente de Mina, por su puritanismo victoriano. Los espectros sí moran en la mente de la protagonista de Repulsión, más claro que el agua cristalina (fonfo y forma dixit). Pero el conde Von Krolok y el diablo están vivos en sus otras películas. Tanto como tú o yo...

Dime una sola secuencia que te demuestre que el diablo existe y no que ella está loca. Diodati, leñe, que es vox populi.

Te juro que nunca te vi tan obcecadamente extraviado. Creo que te fascina demasiado el tema del diablo para verlo.

Tú ves al diablo, otros muchos no. Repito que hubo centenares de protestas en su día, porque mucha gente aceptaba la otra cosa.

Y es una adaptación, lo de Levin ya no tiene nada que ver. Y eso sí que te lo aseguro yo, que ya he adaptado una vez a la pantalla grande.

Todo. Esa congregación de brujos que velan por la llegada del Anticristo. Las frases fnales... Es que si fuera ambigua hablarían cosas con doble sentido (doble interpretación). Y mira ese desenlace, por Dios. Es toda una declaración. Después de aceptar a ese bebé con la cuna ¡negraaaaaa! y el crucifijo ¡bocabajooooo!, la cámara se va y la música entra para dejarte el amargor de que todo ha cambiado para mal. No hay indicativo que diga lo contrario. Que me lo diga alguien sino, que es lo que hay que demostrar. ¿Dónde el resorte? ¿Dónde está la interpretación alternativa? Todo es directo. Lo que se lee es lo que se narra. Aquí hay que aportar las pruebas contrarias. Me filmas un beso y después dices: "Esto no es lo que parece". Para todos será un muerdo en regla; tendrás que demostrar qué es lo que es en realidad, si no es un muerdo en regla. Sé que me entiendes, patrón...

El final se da justo después de que haya un fundido a negro y ella se despierte de su droga, que la drogan viva. O sea, TODO ES UN SUEÑO. Es más, médicamente sería imposible que se levantara.

Amigo, el final es lo más confuso de la película. Palabra que esto no es así, redescúbrela.

De Miradas, Dio:

Polanski decidió dar una interpretación ambigua en la adaptación cinematográfica del libro, dejando abierta la posibilidad de creer que todos los hechos narrados son en realidad imaginados por la protagonista. Cualquier escena del film puede ser interpretada desde este punto de vista, acompañando con esto la propia visión que Polanski tenía sobre la religión: Aún siendo un agnóstico, nunca he creído tanto en Satán como un diablo encarnado, como creo en un dios personal; este pensamiento entra en conflicto con mi visión racional del mundo. Polanski dejó claro a lo largo de toda su filmografía su gusto por reflejar las alteraciones psicóticas de algunos individuos. Baste citar al respecto, en mayor o menor medida, cualquiera de sus películas, pero la que quizá mantenga mayores lazos de contacto con La semilla del diablo sea El quimérico inquilino (Le locataire, 1976) en la que también una comunidad de vecinos consigue volver loco a su nuevo huésped.
En el caso de Rosemary, Polanski, utilizó para acompañar esta ambigüedad de paranoia/realidad un montaje casi subjetivo, pues la cámara acompaña en todo momento a la protagonista, siguiendo a menudo la acción a su lado o pegada a su hombro (terrorífico el seguimiento final de Rosemary a través de la casa de sus vecinos, entrando en la sala atestada de gente y cuyo centro de interés es la horrible cunita negra). El espectador conoce sólo lo que Rosemary va descubriendo, de manera que nunca se está en la certeza de que aquello visto u oído sea realmente cierto, o sea sólo producto de la imaginación de la pobre infeliz.
La acción se desarrolla en una atmósfera recargada y asfixiante, con el acompañamiento de una iluminación lúgubre y deprimente, obra del director de fotografía William Fraker. Polanski recurre a una planificación agobiante, la cámara se convierte en un personaje más, en alguien indiscreto que observa la acción a su gusto, sin abandonar nunca a la protagonista. El director utiliza a la perfección el poder de la acción fuera de campo, pues frecuentemente perdemos de vista elementos o sujetos que queremos ver por culpa de la caprichosa elección visual de una cámara que no siempre quiere responder a nuestras demandas visuales. Esto crea inquietud en el espectador, a quien le es vetado su derecho a anticiparse a la acción y colocarse en su habitual posición dominadora de la acción. El espectador sufre las mismas inquietudes que Rosemary, y quizás aún más, pues la cámara a veces adopta un punto de vista distanciado en relación a la acción. Polanski acertó de lleno con este estilo de filmar, influenciado por la lectura del libro de R.L. Gregory "Eye and Brain: The Psychology of Seeing", en el que el autor defiende que la percepción se ve alterada por la suma de nuestras experiencias vividas. El público imagina a través de lo que ha vivido lo que en esos momentos no está viendo. Polanski afirmaba que la gente salía del cine creyendo haber visto a la criatura, aunque de hecho ésta no es mostrada directamente en ningún momento. Sólo aparece un plano sobreimpresionado y casi subliminal de los ojos de un animal, el cual ya aparecía como parte de las pesadillas de Rosemary, y por tanto, esta visión puede ser tan subjetiva como el resto del argumento. Es esto precisamente lo que crea más horror en el film. Nada de sangre, nada de monstruos, nada de sustos, al menos explícitos. Sólo Rosemary, y lo que a partir de sus reacciones intenta imaginar el espectador.
Pese a todo, Polanski consigue aligerar la tensión con magníficas muestras de humor, que contrastan violentamente con el terror y provocan un cierto desconcierto en el espectador. Baste citar al japonés tirando fotos a la bonita cuna, la actitud protectora y paternalista de los vecinos hacia Rosemary o el paso "de puntillas" (sólo falta el pizzicato) de los vecinos a espaldas de la aterrada Rosemary. Es una genial combinación de humor y horror, que Polanski también utilizaría en El quimérico inquilino (para ejemplo, el grotesco y doble lanzamiento de Trelkovski desde su ventana).

Ahora me saldrá el indio y dirá que Willis no es ningún superhombre... ¡Muerte a la fantasía!
Quiero votaciones, ¡ya! A la izquierda los que crean en esa era del Diablo; a la derecha los que no...


Nos quemaremos en el infierno, por darwinianos... (quien avisa no es traidor).

Me encantaría oír lo que dice la gente, pero ya lo hablamos aquí con Bela hace unos años y todo el mundo estaba a favor de la ambigüedad. Aunque es cierto que ahora hay un montón de foreros nuevos.

Un abrazón.

Ambigüedad en Suspense de Clayton. Y, fíjate, ahí me decanto por los diablos de la mente de la Kerr (fabulosa). Ya se encarga la voz en off y las subjetividades en confirmar sospechas fundadas...

Pues lo mismo que ésta. De hecho, en Suspense se dijo en este foro que había un plano que confirmaba que había fantasmas, en la secuencia final..., porque había un plano que Kerr no veía y el espectador sí, con fantasma. Yo nunca lo vi, creo que era un mito.

Ambiguas las dos, sin duda.

A Diodati le condiciona la litaratura de Levin, sin duda. Yo también voto en este caso por la ambigüedad, como en "Suspense" (en esta última el primer ambiguo fue Henry James, eso sí).

Dio lo siento, pero yo pongo la mano en el fuego en que en Suspense si existen los fantasmas, de hecho mi prueba como te comenté es la siguiente:

Spoiler:

En el plano final hasta que elniño no ve el fantasma no le da el "infarto" y fallace.

Iniciado por Mo Cuishle

Pues lo mismo que ésta. De hecho, en Suspense se dijo en este foro que había un plano que confirmaba que había fantasmas, en la secuencia final..., porque había un plano que Kerr no veía y el espectador sí, con fantasma. Yo nunca lo vi, creo que era un mito.

Ambiguas las dos, sin duda.

Mo, lo dije yo, ¿voy preparando un envio?

Fuiste tú, cierto, coño.

¿Qué envío?

Iniciado por Mo Cuishle

Fuiste tú, cierto, coño.

¿Qué envío?

Un FArroyo´s Cut de Suspense...

Vaya, pues yo siempre he estado con la versión que apoya DIODATI, pero en vistas de lo escrito la tendré que revisionar, que no la tengo muy fresca, que parece que últimamente a todos está dando resultados inesperados.
Aprovechando que en mi estancia en NY estuve a las puertas de tan fantástico edificio como es el DAKOTA, puede fotografiar esto:


Un claro indicio de lo que allí se esconde.;)

Y esto:



Pero volviendo a la película. Es cierto que la escena final siempre me pareció como muy teatral, no por como está rodada, sino por la posición y la manera de actuar de los personajes, pero nunca lo ví como si fuera algo que sueña o imagina, sino más bien como la constatación de que está en el mismo infierno.
Pero esa es la única escena en la que ví algo diferente, en el resto ninguna señal de que pudiera ser lo contrario.

De todos modos intentaré revisionarla en breve para ver si detecto esos signos de ambigüedad.

Espectaculares las fotos, amigo.

La última secuencia, que podría ser la que rompiera la ambigüedad, está precedida de Mía Farrow siendo rodada y cayendo en un sueño profundo.

Blanco y en botella, vaya.

Quiero capturas de ese fantasma que ve el niño al final de Suspense. Al niño se lo carga ella. Es la culminación de tanta tensión acumulada nacida de la maldad de la mente de una mujer no realizada y comida por su propia represión. Por favor, si está en el abecedario de siempre (y en Henry James; de nuevo el autor, que dominaba como nadie lo "horrible imposible").
No creo que haya nadie (quiero decir una minoría, porque en estas cosas no existe ni el 0% ni el 100%) que al terminar de ver La semilla del diablo piense que todo es un sueño, o efectos de la droga, como conclusión. Sinceramente, llevo muuuuchos años hablando de estas películas y jamás se me planteó esto, ni seria ni lúdicamente. Ahora podemos decir misa y escribir otra historia. Para que algo quede ambiguo ha de existir un posicionamiento compartido: 50% que piense que es real, y 50 % que es imaginario; todos nos decantamos por una u otra cosa, salvo excepciones...

Iniciado por Danton

A Diodati le condiciona la litaratura de Levin, sin duda. Yo también voto en este caso por la ambigüedad, como en "Suspense" (en esta última el primer ambiguo fue Henry James, eso sí).

En absoluto. Me leí la novela despues de ver la película. Es más, tras el comentario del cura que la presentó, de que se trataba de paranoias por una mala formación religiosa, todos los presentes (te digo todos, fíjate) se rieron al final de la película del comentario. Y contéstame a esta pregunta: cuando terminaste de visionar la película por primera vez, ¿pensaste que era paranoia de Mia? Con sinceridad.

¿Sabes por qué no había nadie que dudara de que era el demonio, Diodati? POrque todos se la habían tragado DOBLADA.

SÍ, DOBLADA.

Y el título español se cargó la ambigüedad.

Míratela en V.O. y verás que no hay un solo plano que tienda a una cosa o a otra.

MARAVILLOSO.

Ya me la vi en el original, Mo. Si la he visto más de diez veces... Mira, para seguir el debate, hay una serie de cosas que me gustaría que comentarais. Una de ellas es el nombre del viejo vecino, que es un anagrama de un famoso brujo nigromante. Lo descubre ella. ¿Cómo se explica tamaña casualidad? En el desenlace, por ejemplo, cuando todos los vecinos la persiguen en el edificio. ¿Para qué? La debería perseguir sólo el marido, que sería el interesado. O al menos debiera ser el único en entrar en la casa por la puerta falsa. ¿No exise intimidad? A no ser que TODOS busquen con ansiedad lo que ella tiene. En una metrópolis bestial, un problema de parejas no afecta a tanta gente, por Dios. Eso son cosas de pueblos...

La persiguen el médico y tres vecinos, hombre, he visto cosas peores. Eso yo lo veo congruente.

El código del vecino ya andaba pillado por los pelos en la propia peli, eh? Ella pudo montárselo.

Dio, el autor te lo está diciendo: cree lo que quieras, las dos acepciones son válidas. Por favor, mira el extra del dvd, lo acabo de mirar y es DETERMINANTE.

Es que el título español de "Rosemary's baby" es de traca. El traductor se lució aquel día.

No, Mo, lo del anagrama es muy fuerte, y no es casualidad. A ver si consigues jugar con tu nombre, el mío o el de cualquier otro forero, y que te salga, por ejemplo, Alistair Crowley, el nigromante que habitó el edificio Dakota, que es el original real del nombre ficticio del filme. Si coincide te doy la razón. Sí sé que Polanski quiere que pensemos en la ambigüedad, pero yo que la he visto tantas veces no puedo. Hay más detalles que guardo para luego, jejejeje. Para mí es un filme perteneciente al tema del horror satánico, y no es un filme de corte psiquiátrico.
Y el final, repito, es demasiado. Los vecinos pululando dentro de la casa... ¡en una ciudad como Nueva York, que te puedes morir sin que se entere nadie a tu alrededor! Demasiado forzado.