A mi me gusta "Trampa mortal" (la atmósfera Cómic EC y su sucio colorismo artificial, Neville Brand, el cocodrilo), pero comprendo perfectamente que se puede hacer insoportable para muchos (el tono casposo, el histerismo, la música country...)
TRAICIÓN EN FORT KING (1953) de Budd Boetticher
Western ambientado en los pantanos de Florida (¿habría que decir "Southern" más que Western?), en quizás la primera peli que veo de Boetticher
(intentaré arreglar esto pronto) con Rock Hudson intentando poner paz con los indios Seminolas, liderados por un improbable Anthony Quinn. La película empieza con un grave interrogatorio a Hudson, que se dispone a relatar la historia a través de un flashback (conociendo el gusto de John Carpenter por los westerns, no me extrañaría que tuviera éste en mente a la hora de elaborar su "Fantasmas de Marte"). No es de lo mejor que he visto en el género, pero no está mal.
EL BOSQUE DEL LOBO (1970) de Pedro Olea
Adaptación del libro "El bosque de Ancines", a su vez inspirado en el famoso caso real de Manuel Blanco Romasanta, "El hombre lobo de Allariz". Alejado de la representación habitual (sobrenatural) de los licantropos (incluida "Romasanta" de Paco Plaza, también ejem inspirada en ese caso real); aquí nos relatan la historia de un buhonero epiléptico burlado por ello como "lobishome" desde niño, que empieza a asesinar especialmente a mujeres y niñ@s, a los que guía a través de los bosques, discurriendo la película con un escalofriante costumbrismo, lleno de superstición. Con algún bloque irregular, pero un buen film, destacando alguna escena especialmente malrrollera: el ataque a la vieja y la niña, con el rostro alucinado de (un gran) José Luis López Vázquez, oyendo ilusorios aullidos, y la enerva te banda sonora de Antonio Pérez Olea. Aunque está contada con el personaje visto como un pobre Diablo víctima de las circunstancias, y así lo ven también los espectadores, veo (y es cosa personal, estaré equivocado ...) unos signos de premeditación (ya del Romasanta real, cuya historia no es exactamente igual, ni hablo), que hacen que tampoco me sugiera "tanta lástima".
DRÁCULA (1958) de Terence Fisher
Posiblemente el film Hammer favorito de los críticos y muchos cinefilos, junto a "El cerebro de Frankenstein" (El propio Fisher opinaba igual, aunque también añadía "La maldición del hombre lobo"), justamente famoso, por su ajustadisima lectura del cuento de vampiros (en guión, técnica e interpretación) en el que no sobra ni falta nada y en la duración perfecta. Pese a ello, personalmente me gustan más "Las novias de Dracula" y "Drácula, príncipe de las tinieblas"
. Visualmente muy luminosa (quizá para sorpresa negativa de los que esperan oscuridad, tormentas y sombras por doquier) pero original e inquietante por ello, la foto de Jack Asher me encanta, especialmente el tono y color de la piel (no me extraña que el vampiro sienta deseos imperiosos de saltar a los cuellos
) y ... qué más decir: la mítica escena de la muerte del Conde es GRANDE. Me sabe mal que Harker prefiera liquidar antes a una vampira que al villano absoluto. Hmm
EL ASESINO DE LA ISLA (1981) de J.S.Cardone
Muy barato slasher, con los defectos del género (actores endebles, narracion topica) pero con algunos elementos curiosos que la sitúan por encima de la mediocridad habitual de sus congéneres.
Una pintora tiene pesadillas desde niña con un monstruo que la persigue, y
ya adulta se toma unos días vacacionales a una isla prácticamente desierta, junto a su hermano y las parejas de ambos, donde el ser irá eliminandolos los uno a uno cuando la chica sueña con él. Claro antecedente de Elm Street, aunque aquí la criatura nunca fue humana, está unida a una sola persona y no se ofrece explicación alguna del porqué (de nada). Sin el componente onírico de Freddys Krueger, pero con un tono tendente a la abstracción (las pinturas eso, abstractas de la chica; los extraños "muros" de la isla; la existencia de un teatro abandonado en una isla de siempre desierta...), la chica quemandose la mano con un cigarillo para no dormirse, con un Cardone asegurando que su inspiración no fue hacer un slasher, sino ¡Val Lewton y Tourneur!, potenciando las sombras y la ambigüedad, ayudado por una magnetica BSO sinfonica de Robert Folk, concluyendo con un malditismo sacado de Polanski. Curiosa.