LOS SANTOS INOCENTES (Mario Camus, 1984): Tras adaptar con éxio a Camilo José Cela en "La Colmena", Mario Camus volvió a fijarse en una obra literaria, en este caso de Miguel Delibes, cuya versión cinematográfica se convirtió en una de las películas españolas más importantes de los 80. Increíbles caracterizaciones (inolvidable Francisco Rabal con su graja y con la niña chica) y una afortunada crítica a la jerarquía de clases. El lenguaje casi literario y la pobredumbre de la ambientación campesina son factores decisivos en el resultado final del film.