Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Iniciado por DrxStrangelove

Otra cosa en la que estoy muy de acuerdo es en lo referente al personaje de Stewart, que yo también me fijé en que se intenta hacer cierto hincapié en su físico atlético y en la capacidad de la actriz para encarnar un personaje de acción protagonista de armas tomar y seductor como ya hizo Weaver en su momento. Que dicho sea de paso, y habiendo dicho anteriormente que no he sentido nunca demasiado entusiasmo por la actriz (salvo en alguna ocasión como en La Habitación del Pánico o, sobre todo, en Camp X-Ray), cumple sobradamente las expectativas tanto físicas como interpretativas requeridas. Al menos desde mi punto de vista. Otra cosa es que el personaje esté mejor o peor escrito y caiga en lo convencional, pero en este caso no veo que sea culpa de la actriz.

No, yo tampoco, Stewart cumple (como el resto del reparto en general), otra cosa es que lo que ha de cumplir sea satisfactorio (para mí, no). En este sentido, creo que resulta más correcta su interpretación aquí que en Seberg, que comenté el otro día. Aquí solo ha de poner el cuerpo (y de eso va bien servida) y mostrar intensidad en la interpretación (más bien diría en la expresión corporal, casi de gimnasta), mientras que, en cambio, hacerse pasar por Jean Seberg ya era otro tipo de reto, que sinceramente creo que no supera.

Iniciado por mad dog earle

No, yo tampoco, Stewart cumple (como el resto del reparto en general), otra cosa es que lo que ha de cumplir sea satisfactorio (para mí, no). En este sentido, creo que resulta más correcta su interpretación aquí que en Seberg, que comenté el otro día. Aquí solo ha de poner el cuerpo (y de eso va bien servida) y mostrar intensidad en la interpretación (más bien diría en la expresión corporal, casi de gimnasta), mientras que, en cambio, hacerse pasar por Jean Seberg ya era otro tipo de reto, que sinceramente creo que no supera.

Seberg no la he visto, pero por lo que dices, pocos motivos tendré para hacerlo. Sin embargo, después de lo que muchos comentáis por aquí, me pica la curiosidad por ver su trabajo en Personal Shopper o Viaje a Sils Maria. Quizás me esté perdiendo algo bueno de la actriz que realmente valga la pena. Porque aunque defienda su trabajo aquí en Underwater, no considero que sea precisamente algo extraordinario. Simplemente que de todo lo que he visto de ella hasta el momento, esto es de lo mejor porque creo que desempeña bien el papel que le toca representar. Nada más. Aunque desde luego que sigo prefiriendo su trabajo en Camp X-Ray. Probablemente no solo por su buena interpretación sino porque el conjunto de la película es mejor, más interesante (sin llegar a ser algo del otro mundo tampoco), y eso siempre ayuda a potenciar las buenas sensaciones respecto al trabajo de la intérprete.

FAUSTO
Tras sufrir el suicidio de su esposa, un viejo pintor viaja en el tiempo a la época de su juventud, a presenciar cuando se enamoró de ella. Quizás, ahora tenga la oportunidad de cambiar su destino.



Película muy sencilla en términos de producción, pero sofisticada en cuanto a trama.
El problema es que no se si el final fue confuso o soy yo al que se le escapó algún detalle, porque no le entendí.

Iniciado por DrxStrangelove

Seberg no la he visto, pero por lo que dices, pocos motivos tendré para hacerlo. Sin embargo, después de lo que muchos comentáis por aquí, me pica la curiosidad por ver su trabajo en Personal Shopper o Viaje a Sils Maria.

Para mí está espléndida, aunque a su favor tiene que se trata de dos buenos films. Mi interés por su trabajo viene del visionado de estas películas de Assayas, aunque en su día me pareció impactante su presencia en La habitación del pánico, junto a Jodie Foster (otra actriz que siempre me ha gustado, a pesar que también ha participado en películas de todo tipo). En cambio, su celebérrimo papel de Bella en Crepúsculo me dejó indiferente... no pasé de la primera entrega (y lo mismo digo de Pattinson).

Iniciado por mad dog earle

Para mí está espléndida, aunque a su favor tiene que se trata de dos buenos films. Mi interés por su trabajo viene del visionado de estas películas de Assayas, aunque en su día me pareció impactante su presencia en La habitación del pánico, junto a Jodie Foster (otra actriz que siempre me ha gustado, a pesar que también ha participado en películas de todo tipo). En cambio, su celebérrimo papel de Bella en Crepúsculo me dejó indiferente... no pasé de la primera entrega (y lo mismo digo de Pattinson).

Uff! No me hables de Crepúsculo... ni de la película ni de la interpretación de la actriz... En su momento sufrí la euforia adolescente (sobrinas en la edad), y el (mal) gusto de algunas amigas y algún que otro amigo por cierto tipo de best sellers del estilo como 50 sombras de Grey y demás... ¡Y te aseguro que no puedo con ellos!

Iniciado por Synch

Ayer en mi ciclo Allen, vi una de las pocas que me faltaban por ver (son 50 películas así que...), Everyone Says I Love You.

Creo que, por lo que he leído, es de los casos que no termino de llegar al punto de agrado general del filme. Me ha gustado más la suma de las partes que el conjunto. Ni un solo número musical me ha llamado la atención aunque creo que el tono buscado es donde radica su encanto que, es obvio, no ha conectado conmigo. Pero cuando dejan de cantar hay un auténtico film de Allen con él mismo ejerciendo su habitual papel, muy similar al de Afrodita, es decir, realista pero muuuy cercado a la comedia abierta/parodia.

Julia Roberts roba cada escena en la que sale, hablamos de 1996, así que es ese punto en el que parecía casi irreal pero lo de Allen casteandose a si mismo con Juliette Lewis, luego Bonham Carter y Mira Sorvino, ahora la Roberts... La primera aún, por el tema de la estudiante enamorada o con morbo hacia un profesor mayor y tal, pero el resto ya...

Pero para mí quien pega como un guante en el tipo de film, y en la esencia Allen, es Drew Barrymore, divertida y atontadilla, así como las dos jovencitas, sobre todo Natalie Portman (monísima en sus momentos sin diálogos: ya que Allen suele funcionar con laaaargos planos, los actores deben estar ahí, reaccionando, y se ven MUCHAS cosas de su talento y presencia).

Pero la que brilla es una joven y carismática Natasha Lyonne (Russian Doll). Que además narra la película.

Natasha Lyonne es un ESCANDALO:





Allen alarga sus escenas por lo que cada actor/actriz debe llenar con expresiones y diálogos cada intercambio y ella es... Sólo Natalie Portman se le acerca.

Mulán: Mi Critica [Sin Spoilers]. Nota: 9. "Lealtad. Valentía. Verdad"

Leer Critica aquí: https://www.mundodvd.com/mulan-mulan...2/#post4549260

Iniciado por Splash

FAUSTO
Tras sufrir el suicidio de su esposa, un viejo pintor viaja en el tiempo a la época de su juventud, a presenciar cuando se enamoró de ella. Quizás, ahora tenga la oportunidad de cambiar su destino.



Película muy sencilla en términos de producción, pero sofisticada en cuanto a trama.
El problema es que no se si el final fue confuso o soy yo al que se le escapó algún detalle, porque no le entendí.

Creo que de todas las historias románticas de viajes en el tiempo la mejor de todas ellas es EN ALGÚN LUGAR DEL TIEMPO (1980) de Jeannot Szwarc, con un apuesto Christopher Reeve y una bellísima y etérea Jane Seymour y basada en la excelente novela de Richard Matheson y que ha sido recientemente editada en nuestro país de la mano de Reel One.



https://www.reelone.site/inicio/35-e...574740141.html

CICLO MANKIEWICZ 19: MUJERES EN VENECIA (The Honey Pot, 1967)

Según Mankiewicz se trata del guión más cínico y complejo de los que ha firmado que son muchos. Inspirada en una pieza teatral Mr.Fox of Venice de Federick Knott,basada en la novela The evil of the day de Thomas Sterling, inspirándose en el Volpone de Ben Johnson.

El resultado del film no es tal cual quería el director, su idea era dividir el film en dos, una parte imaginaria y una versión moderna de Volpone; lo de la parte imaginaria se refiere por ejemplo a que el film se paraba y aparecía el director del cine colérico por las interpretaciones por ser demasiado burdo, exigiendo que la peli se volviera más limpia. Pues eso no gustó ni a los censores ni productores, y se lo cargaron, dejando sólo la parte de comedia, made in JLM, sofisticada. Eso si algunos rastros del producto original permanecen en el film, como la voz en off de Cecil Fox (Rex Harrison) en su parte final.

El film empieza sin esconder las cartas, una representación teatral a la carta, ya que sólo está Cecil Fox como espectador, de Volpone. Después de esto, Cecil, se dispone a convocar a tres antiguas amantes en su palacio veneciano para convertirlas en protagonistas reales de su Volpone particular. Como regidor de escena, contrata a William McFly (Cliff Robertson), un actor venido a menos que lo acepta todo, con una frase que resume perfectamente la posición de Italia desde el punto de vista de las estrellas hollywoodienses, y como bien se ha comprobado: "Para los actores de mi país, Roma es el cementerio de los elefantes".

Aparecen las chicas Mankiewicz, cada vez tengo más claro que Mankiewicz fue un excelente director de actrices. Las tres examantes son: Mrs Sherydan (Susan Hayward) ex esposa de Cecil y multimillonaria; Dominique (Capuccine) una princesa arruinada y una actriz en decadencia, Merle (Eddie Adams). Y el bonus track de la enfermera de Mrs Sherydan: Sarah Watkins (Maggie Smith).



Y ya valorando el film, su primera mitad es Mankiewicz en estado puro, seguramente, junto a Wilder, el rey de la comedia sofisticada, con cinismo a raudales, diálogos geniales adecuados a la edad mental y posición de los protagonistas, en un tono teatral que recuerda a su posterior la Huella y con unas interpretaciones excelentes de todos, los hombres están inmensos, y las mujeres ya ni os digo, quizá por 0,0001 destacaría por encima a Maggie Smith. La parte donde Fox le explica a McFly todo el plan orquestrado, me recuerda a Crimen Perfecto del maese Hitchcock, eso si ésta más rica a nivel cinematográfico, como bien ya contamos en su mastodóntica revisión. En resumen la primera parte del film es lo que busco, Mankiewicz PURO. Por cierto hay un guiño a Eva al desnudo muy interesante en la famosa frase de Bette Davis de "Abróchense los cinturones...", siendo remakeada por Susan Hayward dirigiéndose a sus rivales: "Sujétese la corona alteza, y usted la botella monada...."





En la segunda se centra (demasiado, para mi gusto) en resolver un crimen, entrando en juego el inspector Rizzi, un genial Adolfo Celli. Los elementos de suspense entran en acción para apoderarse del film, dejando un poco de lado toda la magia inicial, volviéndose todo algo rutinario de género, incluso esos giritos para dejar planchado al espectador me resultan algo forzosos e innecesarios, y volviendo a tito Alfred, a JLM se lo nota que no es su género y no dota de ritmo al suspense (cosa que al otro le sobra) incluso aburriéndome algo en toda dicha trama detectivesca poco propia del director.

Resumiendo pues, paso del entusiasmo inicial al agotamiento final, dejándome ese regusto que no es de mi agrado, quizá la fórmula funciona y para muchos es una obra total, pero como diría Van Gaal: "tú no tienes gitmo" para el suspense, y la dejo en una excelente primera hora a una interesante a secas, segunda hora.

EL ÚLTIMO HÉROE ROMÁNTICO

o

ROCKY MOUNTAIN (1950, CERCO DE FUEGO)



Director: William Keighley.

Producción y distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.

Productor: William Jacobs.

Guion: Winston Miller y Alan Le May, basado en una historia de Alan Le May.

Director artístico: Stanley Fleischer.

Fotografía: Ted McCord.

Música: Max Steiner.

Montaje: Rudi Fehr.

Reparto: Errol Flynn (Capitán Lafe Barstow), Patrice Wymore (Johanna Carter), Scott Forbes (Teniente Rickey), Guinn “Big Boy” Williams (Pap Dennison), Dick Jones (Jim “Buck” Wheat), Howard Petrie (Cole Smith), Slim Pickens (Planck), Chubby Johnson (Gil Craigie), Buzz Henry (Kip Waterson), Sheb Wooley (Kay Rawlins), Peter Coe (Pierre Duchesne), Rush Williams (Jonas Wheatherby).

Duración: 83 minutos.

Rodaje: desde principios de junio hasta finales de julio de 1950.

Estreno: 11 de noviembre de 1950.



Si hace unas fechas hablábamos en este rincón de Errol Flynn (1909-1959) aunque más por sus proezas amatorias que por sus dotes interpretativas, hoy quiero traer a colación este pequeño western (bueno, en realidad, no tan pequeño) que supuso su última intervención en el género y que además le sirvió de broche de oro a una serie de títulos indispensables para cualquier amante del género como son DODGE, CIUDAD SIN LEY (1939), ORO, AMOR Y SANGRE (1940) y CAMINO DE SANTA FE (1940) para Michael Curtiz o MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS (1941) y RÍO DE PLATA (1948) para Raoul Walsh.

El primero, DODGE, CIUDAD SIN LEY, fue el segundo de los tres grandes westerns en Technicolor que se estrenaron en 1939 (los otros serían TIERRA DE AUDACES de Henry King y CORAZONES INDOMABLES de John Ford), un aditamento entonces notoriamente lujoso y que, en muchos ocasiones, no suponía un aumento igualmente proporcional en las recaudaciones en taquilla.



Como ha quedado reflejado más arriba, los directores con los que colaboró más estrechamente fueron Michael Curtiz (1886-1962, 11 películas (desde EL CAPITÁN BLOOD (1935) hasta DIVE BOMBER (1941)), Raoul Walsh (1887-1980) (7 películas, desde MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS (1941) hasta RÍO DE PLATA (1948))…

[Bueno, en realidad fueron 12 las colaboraciones con Curtiz pero dado que en la primera (THE CASE OF THE CURIOUS BRIDE (1935)) interviene en un minúsculo papel y además sin diálogo, he optado, creo que sabiamente, por no incluirla en el canon].

… y William Keighley (1889-1984) (4 películas, desde THE PRINCE AND THE PAUPER (1937) hasta EL SEÑOR DE BALLANTRAE (1953)).

William Keighley, un director hoy completamente olvidado por las nuevas (y por alguna de las viejas) generaciones de cinéfilos, fue uno de los realizadores de más talento y mejor valorados dentro de la poderosa Warner Bros. Pictures. durante los años ‘30 y ‘40.

A él se le deben algunos (grandes) clásicos del cine negro como CONTRA EL IMPERIO DEL CRIMEN (1935) (con James Cagney), BULLETS OR BALLOTS (1936) (con Edward G. Robinson) , EACH DAWN I DIE (1939) (con Cagney y George Raft) o LA CALLE SIN NOMBRE (1948) (con Richard Widmark).



O del cine de aventuras como la citada THE PRINCE AND THE PAUPER y, especialmente, ROBIN DE LOS BOSQUES (1938), rodada al alimón con Curtiz y, sin duda, una de las grandes obras maestras no sólo del género sino del Cine en general.



Muestra de la fe que la Warner tenía depositada en él fue el hecho de que se le encargase la elaboración del primer largometraje en Technicolor para la compañía, GOD’S COUNTRY AND THE WOMAN (1937).



Y así como Flynn mantuvo una relación ciertamente hostil con Curtiz, debido a los afanes de verismo del director de origen húngaro, a veces con riesgo para la propia integridad de la estrella, en cambio con Keighley siempre se sintió más a gusto y congeniaron muy bien desde el principio.

Quizás por ello su despedida del género en 1950 (ese mismo año había estrenado previamente otro western, MONTANA de Ray Enright, en suntuoso Technicolor) y además en un papel que podría recordar, en cierta forma, a su mítica encarnación del general Custer en la magistral MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS, le resultó menos amarga (o más placentera).

Además volvió a reencontrarse con uno de sus viejos amigos, Guinn “Big Boy” Williams, que le acompañó en la citada trilogía firmada por Curtiz.



CERCO DE FUEGO es un western un tanto atípico dado que el mismo comienza con la llegada de un coche de la época (de 1950) al lugar donde acontecieron los hechos que a continuación se desgranarán.



Esa inscripción en la piedra sirve de perfecto preámbulo y para situarnos rápidamente tanto en el tiempo (la acción se inicia el 26 de marzo de 1865, en los últimos estertores de la Guerra de Secesión (12 de abril de 1861 / 9 de mayo de 1865)) como en el espacio (el norte de California).

La película, que en su tramo inicial usa la voz en off del protagonista, narra la misión suicida que el general de los ejércitos confederados, Robert E. Lee, le ha encomendado a un pequeño destacamento de caballería, a cuyo mando se encuentra el capitán Barstow (un muy entonado Errol Flynn): cruzar el país de punta a punta y encontrarse en el estado de California con un misterioso individuo que atiende al nombre de Cole Smith (Howard Petrie) en un lugar inaccesible llamado Rocky Mountain, también conocida como la Montaña Fantasma.



- Un escenario natural, por cierto, de una enorme belleza, situado en el estado de Nuevo México y que bien podría competir en igualdad de condiciones con el mítico Monument Valley fordiano (ubicado entre los estados de Arizona y Utah). -



El citado Smith le proporcionará al capitán Barstow un pequeño ejército de mercenarios con el fin de llevar la guerra al frente Oeste y de esta forma intentar alterar el rumbo de la misma, claramente decantada del lado de la Unión.

Sin embargo la misión de Barstow se verá drásticamente alterada por la (inesperada) presencia de una mujer, Johanna Carter (una Patrice Wymore con la que Flynn se casaría antes del estreno de la película y que sería su esposa hasta el fin de sus días), prometida del teniente Rickey (Scott Forbes) del cercano Fuerte Churchill.



Y es que la galantería con la que se comporta el capitán confederado (la banda sonora del gran Max Steiner nos retrotrae a títulos míticos como LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1939) o la ya repetidamente mencionada MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS) con la bella prisionera, será la que finalmente provoque (en una escena que recuerda ciertamente al épico final de la obra maestra de Sam Peckinpah, GRUPO SALVAJE (1969)) la aniquilación de su pequeño destacamento, con él al frente, cuando carguen contra los indios shoshones que mantienen cercada la montaña (de ahí, intuyo, el título que recibió la película en nuestro país) y de esta forma salvar a la joven de una muerte ciertamente dolorosa.



Un western un tanto abstracto, que transcurre, como decía, en esa montaña en la que permanecen cercados y que se beneficia de la extraordinaria fotografía en blanco y negro del gran Ted McCord y que podría ser un adelanto del tipo de western psicológico que estaba por venir.

Y que además presenta algunos nexos con la obra de Ford (que ese mismo 1950 facturó dos de sus mejores películas – fuera o dentro del género – como son WAGON MASTER y RÍO GRANDE) como es la presencia del escritor y guionista Alan Le May (una de cuyas novelas sirvió de base para la obra máxima del género, CENTAUROS DEL DESIERTO (1956) o del también guionista Winston Miller (PASIÓN DE LOS FUERTES (1946)); la del compositor Max Steiner (CENTAUROS) y, como antes mencionaba, ese paisaje que recuerda poderosamente al de los mejores westerns fordianos.

Al final, el sacrificio del capitán y de sus hombres, será reconocido por el teniente Rickey, quien hará alzar, seguramente por primera y única vez en la historia, la bandera confederada en la montaña maldita como homenaje a quienes eran sus enemigos pero que dieron su vida por salvar a la mujer que amaba.

Un final, a manos de los indios, que también recuerda al de MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS, una de las películas más míticas de mi infancia.



Un homenaje a un actor que nunca se (le) consideró como tal pero que, al menos en momentos puntuales, mostró unas dotes interpretativas que merecerían un mayor reconocimiento.

El último héroe romántico.



Feliz tarde y cuidaros.

Comentarios a vuela pluma sobre el excelente aporte (as usual del querido amigo Fletcher que veo con agrado que ha vuelto de su retiro (espiritual) en una isla paradisíaca del Pacífico, como su homólogo brandoniano ) al ciclo (a su manera, como servidor ) Mankiewicz (Joseph, no Herman, el coguionista de CIUDADANO KANE):

- MUJERES EN VENECIA fue el último guion escrito por Mankiewicz para la gran pantalla y, en mi modesta opinión, es una de sus títulos más (injustamente) valorados cuando yo lo incluiría claramente entre sus obras mayores. Y además pienso que el final es uno de los mejores de toda su filmografía. Algo totalmente inesperado pero absolutamente genial.

- Todos los actores está perfectos pero con especial mención al siempre colosal Rex Harrison (que recordemos ya había trabajado con el director en THE GHOST AND MRS. MUIR (1947) - una de mis cintas predilectas -, ESCAPE (1948) y CLEOPATRA (1963)), a la imperial Susan Hayward y a la chispeante Maggie Smith.

- Lo que me parece espantoso es el título que se le adjudicó en nuestro páis cuando se estrenó allá por 1968 y es que el original, EL TARRO DE MIEL, es una síntesis perfecta del argumento: cómo las abejas se sienten atraídas ineludiblemente por ese tarro de miel que supone la (supuesta) fortuna del caústico Cecil Fox.

No recuerdo, amigo Fletcher, si has comentado ya EL DÍA DE LOS TRAMPOSOS y LA HUELLA, las dos últimas producciones del director, porque ignoro si sigues un orden cronológico (como debería ser ) pero ambas y especialmente la última son dos películas magníficas y que demuestran que Mankiewicz se manejaba con igual maestría con guiones propios o ajenos (recordemos que la citada THE GHOST tenía un (magnífico) libreto de Philip Dunne (que también escribió la película anterior - THE LATE GEORGE APLEY (1947) - y la posterior - ESCAPE -)).

Sigo orden cronológico amigo Alcaudón, ayer vi el western o lo que fuera y ahora mismo después de escribir le voy a dar al play para finiquitar el ciclo con la huella.

Ahhh antes me olvidé comentar sobre la regulera edición de DVD de The Honey Pot por parte de Vellavision, pues eso regular tanto en calidad de imagen como en extras, conteniendo las siempre odiadas en los dvds fichas técnicas y lanzados como si fueran grandes extras. Y sobre el el día de los tramposos me adelanto a comentar la edición así no me olvido, pues la típico de Impulso, calidad de imagen normal, pero con un cinemascope asesino que aunque teniendo un bestión como TV se veía todo igualmente pequeño y estirado; suerte que el film es muy bueno, me ha gustado más que el tarro de las mieles, supongo que mañana o pasado escribo la penúltima reseña del ciclo por aquí.

Y Rex Harrison es para mi como un Ray Milland, me caen bien a parte de ser muy buenos y tener muchas buenas pelis sin hacer mucho ruido.

Remando cual Ben-Hur (Charlton Heston) en la galera de Quintus Arrius (Jack Hawkins) estoy consiguiendo lo imposible...

REVISANDO (SUCINTAMENTE) LA FILMOGRAFÍA DE FRANK CAPRA (1897-1991) / PARTE IV:

THE MIRACLE WOMAN (1931)



Director: Frank R. Capra.

Producción y distribución: Columbia Pictures Corp.

Productor: Harry Cohn.

Guion: Jo Swerling, basado en la obra de teatro “Bless You, Sister” de John Meehan y Robert Riskin (Nueva York, 26 de diciembre de 1927).

Fotografía: Joseph Walker.

Montaje: Maurice Wright.

Reparto: Barbara Stanwyck (Florence Fallon), David Manners (John Carson), Sam Hardy (Hornsby), Beryl Mercer (Señora Higgins), Russell Hopton (Bill Welford), Charles Middleton (Simpson), Eddie Boland (Collins), Thelma Hill (Gussie).

Duración: 87 minutos.

Rodaje: del 10 de marzo al 10 de abril de 1931.

Estreno: 20 de julio de 1931.



THE MIRACLE WOMAN, inédita (como tantas películas clásicas) en salas comerciales en nuestro país, fue la segunda de las cinco colaboraciones entre la gran Barbara Stanwyck (1907-1990) y el director Frank R(ussell) – como bien indican los títulos de crédito – Capra.

A pesar de lo que el propio director comentaba en su (espléndida) autobiografía, FRANK CAPRA: EL NOMBRE DELANTE DEL TÍTULO (1971), acerca de su otra actriz fetiche, Jean Arthur (1900-1991) [“Jean Arthur es mi actriz favorita”], lo cierto es que aun siendo ambas espléndidas intérpretes creo sinceramente que Stanwyck era una actriz más versátil puesto que se manejaba con igual soltura en la comedia que en el melodrama, mientras que a Arthur siempre la he asociado más a la primera, a pesar de coprotagonizar uno de mis westerns favoritos (y su última película), RAÍCES PROFUNDAS (1953) de George Stevens.

Ambas actrices supusieron un serio hándicap para el director puesto que mientras Stanwyck daba lo mejor de sí en la primera toma, Arthur se ponía enferma antes de rodar cada escena, lo cual obligaba al director en ambos casos a adecuar su puesta en escena de forma que todo saliera a la perfección en el menor número de tomas posibles.

THE MIRACLE WOMAN, tanto la obra de teatro original como luego la película, parece tener como base por un lado otra película previa, THE MIRACLE MAN (1919, EL MILAGRO) de George Loane Tucker (y basada a su vez en una obra de teatro, algo muy típico de la época como estamos viendo), hoy desaparecida salvo por unos fotogramas sueltos y que supuso uno de los primeros papeles estelares del gran Lon Chaney (padre, no hijo, ¡por Dios!) (1883-1930) y por otro la novela ELMER GANTRY (1927) del premio Nobel Sinclair Lewis (1885-1951) que, a su vez, sirvió de base para la espléndida película de Richard Brooks EL FUEGO Y LA PALABRA (1960) que proporcionó a Burt Lancaster (1913-1994) su único Oscar y que debería, en igual o mayor medida, haber recibido su compañera de reparto, la exquisita Jean Simmons (1929-2010).



- De hecho, si el personaje encarnado (magníficamente) por Barbara Stanwyck se llama Hermana Fallon, el que interpreta (también magníficamente) Jean Simmons, se llama Hermana Fal…

… coner. -

Tanto en el caso de la obra de Lewis como en la de Meehan/Riskin (un nombre, este último, decisivo en la carrera del director siciliano como pronto veremos si permanecen a la escucha en las próximas semanas...) y, evidentemente, en la de Capra, estamos ante críticas notablemente aceradas sobre un tema que aquí nos puede sonar un tanto extraño pero que era (y es) muy destacable en los EUA. Me refiero a los (falsos) predicadores que se aprovechan de la ingenuidad (o más bien de la estupidez) de sus feligreses para llenarse los bolsillos y de paso convertirse en auténticos “influencers” que no tendrían nada que envidiar a sus coetáneos de la época del virus de marras.

Si en MUJERES LIGERAS – la anterior entrega del coleccionable – ya comentaba el inmenso talento de Stanwyck en su primera colaboración con Capra, aquí no le va a la zaga y sólo con la escena inicial que comentaré a continuación y brevemente ya merecería ese Oscar que jamás llegó a ganar y ello pese a estar nominada hasta en 4 ocasiones (en 1938 por STELLA DALLAS; en 1942 por BOLA DE FUEGO; en 1945 por PERDICIÓN (¡por PERDICIÓN!) y en 1949 por VOCES DE MUERTE).

En ese formidable inicio al que hacía referencia Florence (Stanwyck), hija del párroco de la localidad, lanza una soflama digna del mismo Jesucristo que echó a los mercaderes del templo al acusar a sus mezquinos feligreses de haber provocado su muerte al haber optado por traer un sacerdote más joven (¡y menos progresista!) pese a todo lo que aquel hizo por ellos.



El discurso, como ya digo rodado en una sola toma aunque con varias cámaras dado lo que indicaba sobre la actriz, es un toda una radiografía de la sociedad (la de antes y la de ahora) en la que se ha olvidado el mensaje original de la Biblia (y lo dice alguien que es ateo) y que sólo piensa en sus propios intereses.

La visita del arribista (pero inteligente, lo cortés no quita lo valiente) Hornsby (Sam Hardy) impresionado por el sermón de la montaña de la joven (aunque mucho más virulento que el que tan bien reflejó el gran Nicholas Ray en la estupenda REY DE REYES (1961)) le permitirá hacerle una oferta que no podrá rechazar...



La Hermana Fallon, convertida en una auténtica estrella mediática (dispone de su propia emisora de radio (¡G-O-D!), todo un anticipo de lo que podemos oír hoy en día si nos molestamos en jugar con el dial de nuestros transistores), convertirá su púlpito en un auténtico circo y nunca mejor dicho dado que se presenta ante su (numeroso) auditorio dentro de una jaula y rodeada de leones (por cierto, sin trucaje alguno, ole la Stanwyck).



Pero el amor que en las mejores películas de Capra ocupa el corazón (y nunca mejor dicho) de las mismas se interpondrá en el circo mediático en el que se ha convertido el entorno que rodea a la joven, un auténtico grupo de “freaks” pagados por Hornsby y que sirven de ejemplo a la concurrencia para dar fe del poder milagroso de la bella Hermana Fallon.



Y ese amor vendrá de la mano de John Carson (un David Manners (1901-1998) que esos años estaba muy cotizado al intervenir en títulos míticos como DRÁCULA (1931), DOBLE SACRIFICIO (1932), LA MOMIA (1932) o SATANÁS (1934)), un aviador de la Primera Guerra Mundial derribado durante la contienda lo que provocó que perdiera la vista.



Otra de las temáticas recurrentes en la obra capriana y que parece ir en contra de ese buenismo con el que siempre ha sido etiquetado es la del suicidio.

Carson eludirá a la muerte (planeaba tirarse por la ventana de su edificio) dado su fracaso en su intento de vender sus partituras a los editores del ramo cuando oiga la poderosa (y convincente) voz de la Hermana.

- Recordemos similares intentos de suicidio – y todavía más determinantes – como los de dos títulos fundamentales del siciliano: JUAN NADIE (1941) – curiosamente la última colaboración Capra/Stanwyck – y QUÉ BELLO ES VIVIR (1946). -

Es una lástima que pese al buen hacer de los intérpretes (me ha sorprendido el trabajo interpretativo de Manners al que no tenía en gran estima pese a los míticos títulos del fantástico que (co)protagonizó) se vea lastrado porque al final Capra decide levantar el pie del acelerador.



El mismo Capra lo comentaba en su autobiografía y coincido con él plenamente porque a pesar de ser todavía una película Pre-Code y, por tanto, sin tener que pagar el peaje obligatorio del Código de Producción (y que sería ineludible a partir de 1934), el director se arrugó tal vez porque el tema de la religión siempre ha sido tabú en los EUA y aunque firma una película más que estimable no alcanza la grandeza de la magistral cinta de Brooks a la que antes hacía referencia. Y, por cierto, que ambas acaban casi igual: con la destrucción por el fuego (purificador) de la carpa donde la Hermana lanzaba su retórica vacía pero igualmente hipnótica.

Capra volvió a contar con el mismo equipo técnico que en la mencionada primera colaboración con la actriz (el guionista Swerling; el director de fotografía Walker; el montador Wright) y todo funciona a la perfección.

Pese a los peros indicados, una estupenda película, con una maravillosa Barbara Stanwyck, una de las feas más guapas del Hollywood clásico y que además estuvo casada (desde 1939 hasta 1952) con uno de los actores más guapos de la época, el galán (y excelente actor en sus años postreros) Robert Taylor (1911-1969).





Feliz noche y dulces sueños.

Dream sweet dreams for me

Dream sweet dreams for you

[Un comentario dedicado a la querida (y añorada) J. O. que siempre fue el equilibrio perfecto entre tanta testosterona masculina como se acumula en este modesto rincón].

Cómo me gusta la Stanwyck.

He visto

Akelarre
(1984)
https://www.imdb.com/title/tt0086864/



Navarra en el XVII,el pueblo ignorante manipulado por Don Fermín de Andueza.Se monta una farsa que acaba con la presencia de la Santa Inquisición... buen rollo en nombre de Dios.Rememorar aquellos tiempos es terrible. Con los medios del cine español en los 80 se logra una ambientación que nos traslada siglos atrás certeramente. Los escenarios naturales ayudan, esa cueva de las brujas de Zugarramurdi y aledaños donde ocurrieron hechos similares.El choque de un sistema opresor y promotor de la ignorancia contra unos pocos que mantienen sus costumbres alejados.

Dejando aparte polémicas de la decada ochentera y un auge del cine vasco respaldado por el nacionalismo bla bla bla....es una peli atractiva que sin ser la panacea te traslada a una época mostrando sin recrearse lo más atroz.Epoca oscura no exenta de belleza y magnética que a mí me interesa en todas las cinematografías.
Fotografía y reparto solvente con especial atención a Lopez Vázquez,Mari Carrillo e Iñaki Miramón.Participó en la Berlinale.

6.8/10

Iniciado por hannaben

Akelarre
(1984)

Viendo la portada con esos tíos malencarados y descamisados, creía que era algo en plan The Warriors (1979)

Anecdota de ayer por la noche, cena familiar:



¿Cuál es vuestra película favorita de los noventa?, proclama uno de los comensales.

Se suceden diversas respuestas alrededor de la mesa.


-El Silencio de los Corderos.

-L.A Confidential

-Mucho Ruido y Pocas Nueces.

-Seven

-La Lista de Schindler


Etc, etc.



-¿Y tú, B/D?


Pues... me quedaría con todas las mañanas del mundo, sin hacer de menos a las que habéis nombrado.

Un silencio tenso se instaura en el ambiente y noto miradas de extrañeza.





Esta claro que no es para todo el mundo, pero desde que la vi en su estreno se ha convertido en una de las películas de mi vida, que diría Tripley. Quizá sea porque he dedicado mi vida a la música, a su estudio y análisis, pero esta obra, más allá de ser una experiencia audiovisual de primera magnitud, es tremendamente especial para mí.

tú es que tienes el morro muy fino, Branagh Para la inmensa mayoría, decir como mejor de los 90 una francesa, debe chocar lo suyo. De todas formas, tu formación y tus gustos te dirigen en ese sentido.
Gustándome muchísimo esas que citas y teniendo en cuenta además, que en los 90 hubo un repunte hacia arriba en general, en cuantoa calidad, respecto a los 80, yo creo que diría, con una pistola en la cabeza apuntándome que Cadena perpetua es la que más me ha marcado.

Iniciado por tomaszapa

tú es que tienes el morro muy fino, Branagh Para la inmensa mayoría, decir como mejor de los 90 una francesa, debe chocar lo suyo. De todas formas, tu formación y tus gustos te dirigen en ese sentido.
Gustándome muchísimo esas que citas y teniendo en cuenta además, que en los 90 hubo un repunte hacia arriba en general, en cuantoa calidad, respecto a los 80, yo creo que diría, con una pistola en la cabeza apuntándome que Cadena perpetua es la que más me ha marcado.

Darabont es un cineasta muy academicista (y algo almibarado y ñoño para mucha gente), pero el caso es que me pongo a repasar y no tiene peli mala. Director infravalorado pese a la condición de clásico moderno norteamericano que el tiempo le ha otorgado a Cadena Perpetua, pues cuando se estrenó no fue precisamente un éxito de taquilla. Es en su faceta de guionista y adaptador donde toca el cielo, eso si.


A reivindicar, La Niebla. Excelente película, y cómo adaptación de King vuelve a ser impecable (cambios incluidos, como la pertinente -y brutal- modificación del final).


En fin, es una pena que últimamente no se prodigue demasiado. Ojalá vuelva a dirigir, cosa que no ha hecho desde 2007, con la citada La Niebla.




Respecto a Todas las mañanas del mundo, yo es que voy más allá: No es que la considere la mejor cinta de los 90, es que a mi juicio es una de las mejores películas de la segunda mitad del siglo XX. Ahí queda eso.

Me parece una obra de arte muy especial, donde forma y fondo se funden casi mágicamente.

TOUS LES MATINS DU MONDE es un peliculón pulula en casa de mis padres de siempre porque es una de las pelis que más disfruta mi papa musicalmente peero es que tiene una historia preciosa una interpretación de Jean-Pierre Marielle enorme y momentos bellísimos,el recuerdo de la mujer...esos tonos de la fotografía etc etc etc...

Hay unas cuantas THE AGE OF INNOCENCE,DEN GODA VILJAN,IN THE NAME OF THE FATHER....

EL DIA DE LOS TRAMPOSOS: Ciclo J.L.Mankiewicz (20)

Se dice por ahí que todo director del Hollywood clásico que no es afín al western, hacen un western para compensar y decir que han tocado todos los géneros (pues que hagan una porno también, no????), JLM, no se queda fuera de este grupo. Quizá Orson Welles y Minelli no tienen westerns, no me suena. La cuestión es, realmente es un western al uso? yo creo que de Western tiene el atrezzo, el contexto temporal y poca cosa más. A priori parecería una comedia carcelaria, aunque hay pasajes, sobretodo el final, que es una comedia tampoco tan al uso, ya que cambia de tono a la hora de la acción, o sea risitas si, pero si hay que matar se mata de verdad.

Decía JLM de su anterior film que fue el guión más complejo y cínico que ha escrito, será porque esta vez no es el guionista del film, pero la he encontrado mucho más cínica y con mala uva que sus mujeres en Venecia con una tarro de miel; por dar un ejemplo:
- Hombre de familia religioso y chapado a la antigua (ahora, y normal en esa época) de día y putero de noche, es atracado y descubre a su atracador en los miradores del puti, y me doy cuenta que s compañero de visionado, cuando saca su cabeza de entre los pechos (que no de entre los muertos, un film como ya sabéis sobrevalorado ) es ni más ni menos que el juez que unos días después encarcelará a el bueno (malo) de Paris (Kirk Douglas)....A mi estas cosas me compran enseguida, empatizo al instante y miro a otro lado cuando hay cositas que no me gustan.

Otro film con un reparto de aúpa, y esta vez con apenas protagonismo femenino. Kirk Douglas está de monumento, con esa sonrisa que no la deja ni hasta su encuentro final con las serpientes, y pieza clave para que el film navegue por aguas ambiguas respecto al tono, parece que te muevas en un cachondeito de western en clave de comedia, para después parecer un Peckinpah en cuanto a violencia (he exagerado un poco). Y además yo soy muy de Henry Fonda, y aquí está inmenso, lástima de su recorte: se dice por ahí, que otra vez los productores, quitaron una hora de metraje, cargándose el desarrollo del personaje de Fonda, y esta vez se nota, ya que su encuentro con el lado oscuro es muy brusco y poco consecuente con lo que estábamos viendo, lástima, porque dicho traspase de acera y la casi mierdición del DVD, son las poquitas cosas negativas que he encontrado.



También está Warren Oates, otro actor de la factoría Peckinpah con el típico papel suyo de antiheroe antipático (y quien no lo es en este film) que le viene como anillo al dedo, también, a un muy buen nivel. Pero mi pareja preferida los predicadores estafadores, interpretados por Hume Cronyn y John Randolph, su introducción es magia cínica y cada vez que intervienen en el film, brillan y brillan.

En resumen, no se si es un excelente film, lo quiero ver en edición potable, si puede ser en BD mejor que mejor, pero ha sido un disfrute y una grata sorpresa, no soy muy fan del western, ya que generalmente (Momento para cabrear a Alcaudón) siempre es lo mismo: venganza, tiros, venganza, indios, chica florero y otra vez venganza.....Y cuando un film encuadrado en contexto del Western, que me propone algo diferente es para alabar, ya sea en el tono, en el subgénero o en pequeños detalles que van mucho más allá del western standard, como lo es High Noon, La diligencia, incluyendo como no debe ser de otra forma el día de los tramposos....el problema que la bola del western standard es muy grande, naturalmente siempre hablando desde mis gustos personales......Ahora prepárense para una lista reivindicativa de Alcaudón de 200 westerns memorables, que seguro que no le falta razón, pero que hacemos con los otros 4000?

Y lo mejor lo dejo para el final lanzando una pregunta afirmación: Quizá es el primer film de JLM que hay carne en pantalla?, y para todo los gustos, recuerdo un par de pechos de mujeres a rienda suelta y un dorso de Kirk Douglas apretando culo para fardar; es un aspecto en el cine de JLM nuevo, por lo tanto sorprendente y no continuista, ya que en su siguiente film ,la Huella, no hay rabo suelto en pantalla. Por cierto sin haber visto ni la mitad de la filmo de Kirk Douglas, podríamos decir que es el único film que se le ven los huevillos?

El día de los tramposos es uno de mis Mankiewicz preferidos, en forma de western cínico, como bien dices. Lástima de edición en DVD. Fonda está que se sale.
Sobre la carne, no olvidemos que estamos ya en los 70, y eso se fue notando en muchos de los directores clásicos (recordemos las libertades de Hitchcock en Frenzy).
En cuanto a Kirk Douglas siempre fue una de las stars más exhibicionista de Hollywood. Yo creo que sale desnudo en otros films.

Por problemas coyunturales que mencionaré brevemente a continuación hoy habrá sesión doble de...

REVISANDO LOS GRANDES MELODRAMAS DE DOUGLAS SIRK (1897-1987)

PARTE VI:

INTERLUDE (1957, INTERLUDIO DE AMOR)



Director: Douglas Sirk.

Producción y distribución: Universal-International Pictures Co., Inc.

Productor: Ross Hunter.

Guión: Daniel Fuchs y Franklin Coen, a partir de la adaptación de Inez Cocke del guión de Dwight Taylor para la película de John M. Stahl, HURACÁN (1939), basada en el cuento “A Modern Cinderella” de James M. Cain.

Dirección artística: Alexander Golitzen y Robert E. Smith.

Fotografía: William Daniels (en Technicolor y CinemaScope).

Asesor de color: William Fritzsche.

Música: Frank Skinner.

Montaje: Russell F. Schoengarth.

Reparto: June Allyson (Helen Banning), Rossano Brazzi (Tonio Fischer), Marianne Koch (Reni Fischer), Françoise Rosay (Condesa Reinhart), Keith Andes (Dr. Morley Dwyer).

Duración: 90 minutos.

Rodaje: desde el 18 de junio hasta mediados de agosto de 1956.

Estreno: 18 de septiembre de 1957.

Recaudación: 1.400.000 dólares (Variety, 8 de enero de 1958).



y

PARTE VII:

THE TARNISHED ANGELS (1957, ÁNGELES SIN BRILLO)



Director: Douglas Sirk.

Producción y distribución: Universal-International Pictures Co., Inc.

Productor: Albert Zugsmith.

Guion: George Zuckerman, basado en la novela “Pylon” de William Faulkner (Nueva York, 1935).

Dirección artística: Alexander Golitzen y Alfred Sweeney.

Decorados: Russell A. Gausman y Oliver Emert.

Fotografía: Irving Glassberg (en CinemaScope).

Música: Frank Skinner.

Montaje: Russell F. Schoengarth.

Reparto: Rock Hudson (Burke Devlin), Robert Stack (Roger Shumann), Dorothy Malone (LaVerne Shumann), Jack Carson (Jiggs), Robert Middleton (Matt Ord), Alan Reed (Coronel Fineman), Alexander Lockwood (Sam Hagood), Chris Olsen (Jack Shumann), Robert J. Wilke (Hank), Troy Donahue (Frank Burnham), William Schallert (Ted Baker).

Duración: 1 h 30 m 48 s. (Copia en BD editada en Reino Unido por Eureka! en 2013).

Rodaje: desde finales de diciembre de 1956 hasta principios de febrero de 1957.

Estreno: 21 de noviembre de 1957 (Londres); 31 de diciembre de 1957 (EUA).

Recaudación: 1.500.000 dólares (Variety, 7 de enero de 1959).



En realidad debería haber sido INTERLUDIO DE AMOR la siguiente entrega de la revisión que estoy llevando a cabo, a mi manera, de los grandes melodramas de Douglas Sirk y no ÁNGELES SIN BRILLO pero debido a un contratiempo - no guardé el texto en Word que tenía prácticamente finiquitado y dado que el visionado ya me queda muy lejano y mi memoria es cada vez más frágil... - he optado por hacer un sucinto comentario del mismo y así encarar con más determinación uno de los mejores largometrajes del director alemán.

Sólo me gustaría comentar en referencia a INTERLUDIO DE AMOR que, al igual que otros títulos de Sirk es una revisitación de una obra anterior de John M. Stahl (1886-1950), en este caso WHEN TOMORROW COMES (1939, HURACÁN), una película ciertamente superior, especialmente porque no hay punto de comparación entre los enfrentamientos Irene Dunne vs. June Allyson (y es que si Maria Schell era la reina del llanto, June Allyson era la reina de los hoyuelos) y Charles Boyer vs. Rossano Brazzi (¡!).



- Ya he mencionado en algún comentario anterior que es mi intención – cuando mi agenda de revisiones esté un poco más descongestionada (¿?) – hacer al igual que con Sirk una reflexión, más o menos profunda, de la obra de Stahl, un magnífico director al que parece que sólo se le recuerda por sus melodramas que fueron remasterizados por el germano.

INTERLUDIO DE AMOR, tiene la ventaja de haberse rodado completamente en exteriores y más en concreto, en los lugares donde tiene lugar la acción, Baviera y Salzburgo, algo inédito hasta la fecha dado que hasta ahora todos los melodramas de Sirk acontecían en los EUA.



Cuenta además con una bella fotografía en CinemaScope y Technicolor (menciono lo del Technicolor porque cuando hable de ÁNGELES SIN BRILLO haré referencia al mismo) del gran William H. Daniels (1901-1970), el operador favorito de la Divina (o sea, Greta Garbo).



Tengo (muy) lejano el visionado de la cinta de Stahl – en un magnífico ciclo bastante completo que la televisión, la única que había por entonces, emitió hace muchos años – y por ello me costaría hacer una comparativa entre ambas, cosa que espero hacer someramente, como ya decía, cuando revise la filmografía de Stahl.

Curiosamente a la película que más parecido le he sacado es a SUMMERTIME (1955, LOCURAS DE AMOR) de David Lean (director al que en breve algunos compañeros le dedicaremos un post específico para hablar largo y tendido de su (magnífica) obra) y no sólo por la presencia de Rossano Brazzi, el típico latin lover pero de registro (dramático) harto limitado, sino porque en el fondo viene a tratar el mismo tema, el de una mujer, madura y soltera, que encuentra en el Viejo Continente al amor de su vida pero que tendrá que renunciar a él porque el galán está casado y no existe la posibilidad de abandonar a su pareja, o porque es padre de un hijo (LOCURAS) o porque su esposa tiene las facultades mentales perturbadas (INTERLUDIO).



En cualquier forma, es el menos interesante de los grandes melodramas de Sirk aunque he de reconocer que me ha parecido bastante mejor de lo que me temía en un principio.

Y ahora hablemos un poco de ÁNGELES SIN BRILLO.

El propio Sirk lo cuenta en su libro de entrevistas con el periodista Jon Halliday (Editorial Fundamentos, Madrid, 1973):

“Tal vez, después de todo, ÁNGELES SIN BRILLO sea mi mejor película”.

No voy a ser yo quien le lleve la contraria al maestro aunque en mi caso es difícil decantarme por una u otra obra pero lo cierto es que si no es su mejor película sí está entre las mejores.

Antes de seguir adelante me gustaría indicar dos puntos claves.

El primero, ÁNGELES SIN BRILLO supuso la última de las 8 colaboraciones entre el galán Rock Hudson (1925-1985) y el director alemán.

Sus dos próximos (y últimos) largometrajes serían protagonizados por un igualmente atractivo John Gavin (1931-2018), un actor en la línea de Hudson pero, en mi modesta opinión, menos carismático y dúctil que el anterior.

El segundo, que la película a pesar de rodarse en CinemaScope fue fotografiada en blanco y negro por la negativa de la Universal-International a gastar más dinero en una película a la que no le veían (y, probablemente, con buen criterio, todo sea dicho) un gran tirón comercial.

Rápidamente hay que decir que, afortunadamente, desde el año anterior (1956) la 20th Century-Fox, propietaria del proceso CinemaScope, había levantado el veto que prohibía rodar películas en dicho formato y en blanco y negro.



Y aunque en anteriores entregas he hablado maravillas tanto del exquisito gusto pictórico de Sirk como de la importancia del color en la puesta en escena del director germano, ÁNGELES SIN BRILLO (al igual que antes THERE’S ALWAYS TOMORROW) es un ejemplo perfecto de todo lo contrario, empleando el blanco y negro de una forma igualmente creativa y con un uso magistral del formato Scope.

Además la película retoma no sólo casi al completo tanto el reparto como el equipo técnico de ESCRITO SOBRE EL VIENTO (Rock Hudson/Robert Stack/Dorothy Malone // Albert Zugsmith/George Zuckerman/Alexander Golitzen/Russell A. Gausman/Frank Skinner/Russell F. Schoengarth), una de las obras cumbres del melodrama de todos los tiempos, sino que algunas de las soluciones visuales más brillantes de aquella (como el uso de los espejos) también serán usadas por Sirk en esta producción como si fuese una prolongación, siquiera estética, de aquella.









Incluso la forma en la que se inicia la película, con la presentación de los protagonistas es muy similar.













O también la posición de los actores en el encuadre.





Basada en una novela del premio Nobel William Faulkner (1897-1962), “Pilón” (1935) – un título ciertamente feo y que hace referencia a los obstáculos que los pilotos de acrobacias tenían que sortear en sus arriesgados vuelos - fue la primera que no está situada en el imaginario condado de Yoknapatawpha (que venía a ser un trasunto del condado (real) de Lafayette, en el estado norteamericano de Misisipi) donde el escritor de New Albany situó la mayor parte de su producción literaria.



- Primera edición, Harrison Smith and Robert Haas, Inc., Nueva York, 1935 -

Una película que acontece en un único lugar (en Nueva Orleans, en el estado de Luisiana) y en un marco temporal muy cerrado (durante los Carnavales, el famoso Mardi Gras, de 1932).



Será precisamente la presencia de ese personaje disfrazado de Muerte el que sirva de anticipo del destino final del (verdadero) protagonista del relato.



Algo que no parece una mera coincidencia es el hecho de que los melodramas en blanco y negro de Sirk, a diferencia de los rodados en color, no tienen finales felices. Es decir, el protagonista (Barbara Stanwyck o Rock Hudson) no alcanza la felicidad pues la persona a la que ama (Fred MacMurray o Dorothy Malone) no puede o no quiere romper con su pasado.

Además, tanto en ESCRITO SOBRE EL VIENTO como en ÁNGELES SIN BRILLO aunque el protagonismo recae, en principio, en Rock Hudson (dado que era cabeza de cartel y además una de las estrellas más taquilleras del momento), lo cierto es que el vértice de los triángulos (o cuadrados) amorosos gravita sobre los hombros de Robert Stack.



Y si allí teníamos la siguiente ecuación amorosa:

- Hudson ama a Bacall; Bacall ama a Stack; Stack ama a Bacall; Malone ama a Hudson; Bacall ama a Hudson.

Aquí tendríamos una similar:

- Hudson ama a Malone; Stack ama a Malone; Malone ama a Stack (y a Hudson); Carson ama a Malone.

Como mencionaba al principio, si en ESCRITO SOBRE EL VIENTO el uso de los espejos (que nos muestran no lo que aparentan ser los personajes sino lo que son en realidad, a modo del que poseía el engreído Dorian Gray) era capital en la puesta en escena de Sirk, al igual que el uso del color, aquí el director hará una aproximación similar (obviando, lógicamente, el segundo apartado, dado el monocromatismo de la emulsión fotográfica) pero únicamente en los primeros tramos de la película quizás porque la historia transcurría por otros derroteros.

Una historia de fracasos y de fracasados.



Burke Devlin (Hudson) es un periodista alcohólico con vocación de escritor frustrado que encuentra en el espectáculo aéreo del matrimonio Shumann, Roger (Stack) y LaVerne (Malone), el tipo de historia “bigger than life” que tan ansía y que le sirva para alejarse de su monótono y aburrido trabajo en el periódico local, su cementerio de elefantes particular.

Roger, por su parte, es un antiguo miembro de la Escuadrilla Lafayette que luchó en Francia durante la Primera Guerra Mundial y si allí obtuvo grandes honores en su enfrentamiento con los pilotos alemanes, ahora en cambio malvive como piloto de vuelos acrobáticos en plena Depresión. Si antes se jugaba la vida por sus ideales, ahora, en cambio, lo hace por sacar adelante a su familia, su esposa Laverne y su (presunto) hijo Jack (Christopher Olsen).

LaVerne, que vuelve locos a todos los hombres que se tropiezan en su camino aunque sea de forma involuntaria, no puede dejar de amar a su marido aunque a éste parezca importarle más (o al menos eso parece) su trabajo que su vida conyugal y familiar.

“Jiggs” (Jack Carson), compañero de Roger en la Escuadrilla y que hace de mecánico suyo, está (secretamente) enamorado de LaVerne y es de todos los protagonistas el único que carece de dobleces, al contrario que los atormentados Burke, Roger y LaVerne.

El joven Jack, es objeto de burla por parte de los empleados del circo aéreo que dudan de la auténtica paternidad de Roger. Un chico solitario que adora a su distante padre, venera a su bella madre y que parece encontrar en Burke a ese progenitor con el que gustaría compartir su día a día.

Al parecer Faulkner, que colaboró como guionista en varias películas del gran Howard Hawks (desde VIVAMOS HOY (1933) hasta TIERRA DE FARAONES (1955)), manifestó en alguna ocasión que THE TARNISHED ANGELS, a pesar de las libertades que se tomó sobre el (voluminoso) texto original, era la transposición más fiel que se había llevado jamás a la gran pantalla de una de sus obras.

Sin duda un elogio merecido para una espléndida película que, al contrario que en la ya reiteradamente mencionada ESCRITO SOBRE EL VIENTO, no tiene un final feliz, pues tras la muerte de Roger en uno de los espectáculos aéreos, Burke no se unirá a LaVerne y su hijo sino que cada uno tomará rumbos separados.

LaVerne nunca dejará de amar al rudo Roger pero, al menos, Burke recobrará su autoestima (en un magnífico discurso que el personaje soltará sin pelos en la lengua y poniendo su alma en él a sus (ex)compañeros de profesión).

Y si en ESCRITO el personaje encarnado por Stack, siempre a la sombra de su padre, era incapaz de mantener el amor de su mujer soñada (Bacall), a la que además era incapaz de darle un hijo por su (aparente) esterilidad, en ÁNGELES, al menos morirá habiendo recuperado el amor y el respeto de su familia y con la promesa de dejar el trabajo y dedicarse por completo a ellos.



Es curioso que en estos dos grandes melodramas producidos por Zugsmith (el artífice de SED DE MAL (1958), una de las grandes obras maestras de Orson Welles) y escritos por Zuckerman (y que también se había encargado del único – y excelente – western del director alemán, RAZA DE VIOLENCIA (1954), un género por el que sentía gran veneración (como Fritz Lang…)) el papel de Rock Hudson se vea subordinado al de Rober Stack, algo asumido sin complejos por el primero quizás porque, en el fondo, le permitía explorar registros interpretativos más amplios y que demostraron que era un actor mucho mejor de lo que suele pensarse.



Y puede que también Douglas Sirk entendió que su actor fetiche, el intérprete ideal de sus (desaforados) melodramas, ya había dado todo lo que tenía dentro de sí.

La verdad es que no sé la razón del cambio de Gavin por Hudson pero lo cierto es que sus interpretaciones para ESCRITO SOBRE EL VIENTO, HIMNO DE BATALLA y ÁNGELES SIN BRILLO me parecen de lo mejor de su carrera.

Y un actor, como demostró con el citado Hawks (la desopilante SU FUEGO FAVORITO (1964) o en sus colaboraciones con la hitchcockiana Doris Day), con una excelente bis cómica.

Y qué decir de la bellísima Dorothy Malone que si por ESCRITO SOBRE EL VIENTO se llevó una merecida estatuilla su trabajo en esta película me parece ciertamente superior dado que su personaje, objeto de deseo de los protagonistas, es el más complejo y el más pasional de todos ellos.







Nos quedan por delante dos de los mejores (aunque sea una redundancia a estas alturas) largometrajes de su carrera y con los que se cerraría una de las filmografías más apasionantes del Séptimo Arte.

Espero que sigámonos leyéndonos en las próximas entregas.

Un saludo y cuidaros que no está el horno para bollos.

The answer, my friend, is blowin’ in the wind

The answer is blowin’ in the wind

(Casi podría ser uno de los bellos títulos con que se bautizaban las películas de Sirk…)

Gabon.

En respuesta al ínclito Alex Fletcher: