Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Guerra de likes (2021)........................... 6











Menos likes, más vida






Mi comentario:

La directora María Ripoll (realizadora de "Ahora o Nunca" con Dani Rovira y María Valverde, y "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas" con Verónica Echegui y Álex García, por mencionar dos trabajos suyos) es la encargada de llevar a la pantalla un guión escrito, a cuatro manos, por Eduardo Cisneros y Jason Shuman. Siendo sincero, me ha parecido una película simpática e interesante. Ambientado en la ciudad de México, Cuenta la historia de dos chicas muy amigas en el instituto, y que años después se reencuentran por casualidade del destino y de las redes sociales. Una de ellas intenta ser alguien en la vida, subir de posición en su trabajo, sin mucha suerte, hasta que un buen día localiza a una buena amiga del instituto, por suerte para ella, una gran influencer de las redes sociales. Lo que en un principio parece que las dos mujeres se han vuelto a hacer muy amigas e íntimas, no todo será de color de rosa. Desconocía este film de la Ripoll y la verdad es que es disfrutable. Cuenta con un reparto desconocido para mí, salvo por el cameo necesario del cantante Miguel Bosé. Como he dicho, el reparto es desconocido, pero no puede negar que las actrices Regina Blandón y Ludwika Paleta consiguen hacer suyos a sus respectivos personajes y sacarnos algunas sonrisas durante el metraje de esta película. Mi nota final es de 6/10.

Sigo con la revisión de las películas de Wellman, esta vez con un doblete bélico. Reconozco de entrada que es un género que no suelo frecuentar y es que, como cantaba Paco Ibáñez adaptando a Georges Brassens, “la música militar nunca me supo levantar”. Pero esta es una de las servidumbres del cinéfilo completista.

También somos seres humanos (Story of G.I. Joe, 1945)



Story of G.I. Joe (o, simplemente, G.I. Joe, en referencia a los soldados del ejército de los Estados Unidos), una producción de Lester Cowan, es una modélica muestra de cine bélico. Filmada cuando aún rugían los cañones en todo el mundo, contó con la participación de soldados reales como extras y con el apoyo y asesoramiento de diversos oficiales del ejército. Se basa en el libro “This is Your War”, del corresponsal de guerra Ernie Pyle (que es encarnado en el film por Burgess Meredith). De hecho, el propio Pyle participó como asesor durante el rodaje, aunque lamentablemente no pudo llegar a verlo, ya que murió poco después en Okinawa, con 44 años (Meredith era más joven, no llegaba a los 40, aunque, sinceramente, no lo parece).



A pesar de todo ello, no se trata del típico film propagandístico a mayor gloria de los militares. Supongo que intentando reflejar el contenido de las crónicas de guerra de Pyle (que ganó el Pulitzer en 1944), la película de Wellman adopta una visión del conflicto bélico a ras de suelo, preocupado por destacar lo humano de los soldados, sus debilidades, miedos y esperanzas, el cansancio, el hambre, el dolor, la suciedad. No hay lugar para heroísmos ni para grandes y espectaculares operaciones militares. Es, en todo caso, una reivindicación de su sacrificio, esfuerzo que ni ellos mismos acaban de comprender, hasta el punto que el teniente, luego capitán, Walker (magnífico Robert Mitchum, que fue nominado al Oscar como mejor actor de reparto por primera y única vez), llega a comentar que cuando acabe la guerra mirará un mapa para saber en dónde ha estado combatiendo, clara expresión de la desorientación que sufren los soldados.



La acción arranca en 1943, con la derrota que las tropas norteamericanas sufren en su lucha contra el ejército alemán en el norte de África, en la zona de Túnez, viéndose obligados a la retirada.



La película salta a Italia, en un nuevo episodio que se concentra en el camino hacia Roma, en especial en el largo combate alrededor de Montecassino, punto clave para controlar la ruta hacia la capital italiana. Instaladas en el monasterio que domina la zona, las tropas alemanas mantienen en jaque a los aliados, incluso a pesar de sufrir numerosos bombardeos por parte de la aviación. El frente se estabiliza durante meses, en un enfrentamiento de desgaste que sufren en especial las tropas de infantería. Finalmente, como bien sabemos, las tropas aliadas conseguirán ocupar la posición, aunque el film, eso sí, elude la participación de otros ejércitos, quedando toda la gloria, si es que de gloria se puede hablar, para los estadounidenses. Pero es una gloria que se paga con la exposición de los cuerpos de los soldados muertos, entre los cuales el del capitán Walker, identificado con un papel cosido a su uniforme.

La película no nos ahorra la descripción del sufrimiento de los soldados, inmersos en una lucha casi abstracta (solo entrevemos a los soldados alemanes brevemente durante una secuencia de lucha cuerpo a cuerpo entre las ruinas de una iglesia).



Un cierto tono fúnebre acompaña todo el film, a pesar de las consabidas bromas entre soldados o la presencia de un simpático perrito como mascota.



Un buen film que parecer responder a lo que proclama el título en castellano: la reivindicación de que también esos G.I. Joe son seres humanos, no meras máquinas adiestradas para matar. Tienen deseos, como los del mujeriego Dondaro (Wally Cassell), que saca partido de su escaso italiano; familia, como la del sargento Warnicki (Freddie Steele), obsesionado por escuchar la voz de su hijo, grabada en un disco sencillo, para el que no encuentra gramófono; o momentos de romanticismo en medio del caos, como la boda improvisada en campaña de Murphy (John R.Reilly) y su novia americana, ahora enfermera, a la que llega tan cansado que se duerme al instante en la cámara nupcial que les han preparado en un camión.

Buen pulso de Wellman que demuestra, una vez más, su capacidad para transmitir una sensación de realidad cualquiera que sea el género al que se aproxime, acompañado por una excelente fotografía en blanco y negro del gran Russell Metty.

Fuego en la nieve (Battleground, 1949)



Battleground, por su parte, podría verse como una continuación de la anterior, incluso cronológicamente narra unos sucesos que se produjeron con posterioridad a la caída de Montecassino. En esta ocasión seguimos las peripecias del tercer pelotón de una división aerotransportada, pero que, como comentan irónicamente, se han de transportar a pie al campo de batalla del título, en la zona de Bastogne, en plenas Ardenas.



Sorprende que se trate de un film de la MGM, producido por Dore Schary, en plena postguerra. Se cuenta que Schary intentó inicialmente tirar el proyecto adelante en la RKO, pero fue rechazado por Howard Hughes. Molesto, Schary saltó a la productora del león donde, a pesar de las reticencias de Mayer, que consideraba que al público no le gustaría un nuevo film bélico, no solo consiguió que se rodara, sino que además obtuvo un gran éxito.

Con guion de Pirosh (con una breve experiencia previa como guionista, curiosamente colaborando en los guiones de algunos films cómicos de los Marx o en la encantadora I Married a Witch de René Clair), y fotografía de Paul Vogel (sospecho que excelente, pero desgraciadamente la copia disponible, editada por Impulso, deja mucho que desear), Wellman entrega un film sombrío, fúnebre, casi fantasmagórico. Si el personaje de Mitchum deseaba tener un mapa para saber dónde combatía, en Battleground el de John Hodiak comenta que querría tener más información para saber dónde morirá si recibe un disparo.

Permanentemente inmersos en un espeso bosque, cubiertos de una densa niebla y abundante nieve, durante el invierno de 1944/1945, desconocen si se encuentran en Francia, en Bélgica o en Luxemburgo, solo tienen la población de Bastogne (en territorio belga) como referente.



Como en Story of G.I. Joe, el enemigo es casi algo abstracto, impresión que se incrementa por el hecho de que una patrulla alemana se hace pasar por norteamericanos, con sus uniformes y hablando en inglés, y otro contingente alemán viste unos fantasmales vestidos blancos de camuflaje.



La película no concede espectáculo al espectador, quizá conscientes sus responsables de que la tragedia de la guerra era algo demasiado reciente como para abusar de las fanfarrias. Así, con enorme sobriedad, sin recurrir a la música en la banda sonora (solo suena al inicio y al final del film), asistimos a un deambular errático de los soldados (entre los que reconocemos, además de a John Hodiak, a Van Johnson, Ricardo Montalbán, que morirá congelado, o a James Whitmore en el papel de sargento).

Solo hacia el final, cuando se abre el cielo y les alumbran por primera vez los rayos del sol, algo que además permite la intervención decisiva de la aviación, la película se acelera con un rápido montaje de imágenes que, brevemente, sintetiza la victoria sobre los alemanes, no sin ahorrarnos momentos trágicos como la muerte, que intuimos por un grito femenino, de la “simpática francesita” (interpretada por Denise Darcel, que volvería a ponerse a las órdenes de Wellman en Westward the Women y a la que podemos recordar también como la condesa en el film de Robert Aldrich Veracruz) con la que han compartido unas horas de descanso en Bastogne.



La película, sorprendentemente para 1949, se detiene a explicarnos el porqué de la presencia de los soldados norteamericanos en un país extraño, tan lejos de casa. Un capellán luterano, durante la celebración navideña, lo deja claro: están allí porque han ido a luchar contra el fascismo.

El asesino está entre los trece


Peli de 1973 con breve rol de Paul Naschy,Carmen Maura dando comienzos su carrera y Patty Shepard como prota...una especie de Diez negritos versión ibérica chonaca de la época del destape y pinceladas giallo ya que el asesino procede con guantes de cuero y bla bla bla.Con artilugios tan sofisticados como una aguja de hacer punto y demás.

Es una peli pésima tecnicamente.....peeero el caso es que la ves y no aburre.Los actores no pueden estar peor dirigidos,el montaje,música son de juzgado de guardia.Sólo Patty aporta belleza y elegancia a este despropósito.La voy a a aprobar...el guión es de oro....y hay un homenajeHitch con el rol de Eusebio Poncela y la madre y un momento con Maura

5/10

Esas dos películas bélicas que comenta tan magníficamente como siempre mad dog, tuvieron bastante reconocimiento por la Academia y la crítica en su momento.

También somos seres humanos consiguió 4 nominaciones al Oscar (entre ellas, la que cita mad dog de Mitchum como actor de reparto). El premio se lo llevó (creo que justamente) James Dunn, que hace unos meses recordábamos en el repaso a la filmografía de Elia Kazan (lazos humanos).

Y lo de Fuego en la nieve fue aún mejor. 6 nominaciones (entre ellas, mejor película y director) y de ellas dos Oscar, a mejor guión e historia, y mejor fotografía en blanco y negro

La oportunidad de mi vida (2011).................................... 6,5










Simpática y divertida comedia francesa








Mi comentario:

Simpática y divertida película francesa con la que definitivamente puedes pasar un muy buen rato. Julien es un buen hombre que, a pesar de ser consejero matrimonial, es un gran gafe en lo que se refiere a todas sus citas, ya desde bien jovencito. Un buen día, en una boda, conoce a una hermosa mujer que le cambiará la vida. Pero, ¿a mejor o a peor? Esto lo tendrás que descubrir por ti mismo. Por lo que a mí respecta, no será una obra maestra, pero esta comedia romántica no me ha defraudado y me ha dejado un buen sabor de boca. François-Xavier Demaison y Virginie Efira encabezan el reparto, y hay que decir que tienen una muy buena química entre sí. Un último apunte: Hay que prestar atención al inicio de los créditos finales. Mi nota final es de 6,5/10.

LO ^MEJOR Y LO _PEOR DEL CINE FANTÁSTICO

o

PHANTASM (1979, PHANTASMA)



Estreno en salas comerciales: 28 de marzo de 1979 (EUA); 30 de julio de 1979 (España).

Estreno en BD en nuestro país: 16 de marzo de 2018 (dentro de la caja “Phantasma: la colección” editado por 39 Escalones Films).

Dirigida, escrita, fotografiada y montada por Don Coscarelli.

Musicalizada por Fred Myrow y Malcolm Seagrave.

Protagonizada por A. Michael Baldwin (Mike), Bill Thornbury (Jody), Reggie Banister (Reggie) y Angus Scrimm (El Hombre Alto).



PHANTASMA, pequeño clásico de culto del cine de terror y/o de ciencia ficción de los años ‘70, es una película profundamente personal de su principal artífice, el libio Don Coscarelli (1954), puesto que no sólo la dirigió, la escribió, la fotografió y la montó sino que su propia madre, Kate Coscarelli (1927-1999), se encargó del diseño de producción, del vestuario y del maquillaje y su padre, Dac Coscarelli, intervino en calidad de coproductor.

Tercer largometraje de su director y sin duda el más popular de toda su filmografía (aunque seguro que más de uno recuerde EL SEÑOR DE LAS BESTIAS (1982), con una esplendorosa Tanya Roberts y un Marc Singer preV) PHANTASMA fue un título tan popular en nuestro país como para que cuando se estrenó la versión cinematográfica de la miniserie EL MISTERIO DE SALEM’S LOT (1979), de Tobe Hooper, a esta última se le adjudicase el título PHANTASMA II (algo, por cierto, que se ha mantenido en la reciente (2016) edición en BD de la mano de Warner).





Al contrario que títulos posteriores – y más (incomprensiblemente) mitificados – de los años ‘80, PHANTASMA mezcla con notable desparpajo el cine y la literatura de ciencia ficción (en el primer caso, la muy menor pero absolutamente deliciosa INVADERS FROM MARS (1953), de William Cameron Menzies o la propia LA GUERRA DE LAS GALAXIAS (1977), de George Lucas; en el segundo, la novela de Frank Herbert, “Dune” (1965)) con el de terror, con una especial devoción por el giallo italiano y el cine de John Carpenter.

- De INVADERS FROM MARS retoma la idea de su joven protagonista, allí David (Jimmy Hunt), aquí Mike (A. Michael Baldwin), como único testigo de un suceso aparentemente incomprensible y al que nadie parece creer. Y no sólo eso sino que el final es muy similar puesto que en ambas cintas se asoma la posibilidad de que todo no haya sido más que un sueño del chiquillo.



De LA GUERRA DE LAS GALAXIAS esos acólitos que acompañan al Hombre Alto (un inquietante Angus Scrimm (1926-2016), sin duda la gran estrella de la función – junto con la esfera de la muerte -) y que recuerdan poderosamente a los jawas del desértico planeta Tatooine.



De “Dune” (la novela, no la película, que todavía no se había estrenado) la escena en la que Paul Atreides es conminado a meter su mano en una caja y de esta forma poder medir su resistencia al dolor (no físico, sino sensorial).



Del giallo italiano la profusión de sangre (y de otros fluidos) en las, afortunadamente, escasas escenas violentas de la película, así como esa genial (aunque un tanto rebuscada, todo hay que decirlo) de la esfera metálica voladora dotada de afiladas cuchillas y de las que se vale el Hombre Alto para conseguir sus víctimas.





Del cine de Carpenter, esa elegante (teniendo en cuenta lo escueto del presupuesto) planificación de los encuadres (aunque Coscarelli usa el formato panorámico y no el Scope como hacía el director neoyorquino), con ausencia de los siempre molestos zooms y, especialmente, de una banda sonora muy similar a la usada por el primero en la casi coetánea LA NOCHE DE HALLOWEEN (1978). -



Y aunque el argumento ciertamente nos pueda parecer algo demencial (el Hombre Alto, que trabaja en la funeraria Morningside, en su encarnación de la (voluptuosa) Dama de Lavanda, se dedica a matar hombres jóvenes y cuyos cuerpos, una vez encogidos a la manera de los jíbaros, le servirán de esclavos en el desolado mundo del que proviene (¡!)) tiene la virtud de no aparentar ser más de lo que es en realidad, una película de serie B pero rodada con una cierta elegancia y donde destaca especialmente el buen trabajo del joven protagonista y, por supuesto, la presencia de Angus Scrimm, actor tal vez de escaso talento pero dotado de un físico (y de una voz) que perdura en el recuerdo y que será uno de los sellos de identidad de la serie.



El enorme éxito de taquilla que supuso la película (más de 22 millones de dólares sobre un presupuesto que no llegaba al medio millón) haría que la misma tuviera la consabida secuela, aunque esta no vio la luz hasta 1988.

Las cinco películas que componen la serie (las cuatro primeras dirigidas por Coscarelli, no así la última) se encuentran en la espléndida edición que sacó hace ahora tres años 39 Escalones y que es todo un festín para los amantes (desprejuiciados) del género fantástico.

Una edición que no tiene nada que envidiar a las foráneas como la británica Arrow Films y que demuestra que cuando se quiere, se puede.

Buenas tardes y, buena suerte.

Alex y Eva (2015)............................... 6













Un amor inesperado





Mi comentario:

Una interesante comedia romántica cuya trama nos sitúa en la ciudad de Syney, en Australia. La historia nos presenta al guapo y atractivo chico griego Alex, de treinta años, que trabaja como maestro de escuela y al que sus padres quieren que se case con una chica griega, de una vez por todas. Sin embargo, el chico se enamora de la hermosa Eva, una buena abogada cuyos padres son libaneses musulmanes. Cuendo las dos familias se enteran de su relación, no les sentará muy bien la noticia. Salvando las distancias, me recuerda a Mi gran boda griega (My Big Fat Greek Wedding, 2002), aquella cinta producida por Tom Hanks y protagonizada por Nia Vardalos y John Corbett. Ha llovido mucho desde entonces, pero el amor sabe cómo sorprendernos. Aunque este largometraje llegue a etiquetarse como una comedia romántica, también se puede encontrar bastante drama y muchos prejuicios de los griegos y de los musulmanes. Siendo sincero, el resultado general me ha parecido positivo. Una película sencilla y decente que te hará pasar un buen rato, sin pedir nada a cambio. Mi nota final es de 6/10.

Yo también me hice, en su tiempo, con ese estupendo pack de la saga Phantasma. Verdaderamente, el presupuesto que dispuso Coscarelli era casi "ridículo". De hecho, y como hecho importante, que va más allá de la anécdota, está que alquilaba las cámaras y demás enseres para filmar la película los viernes y rodaba todo el fin de semana.
Lo hacía este día porque, a efectos prácticos (de soltar la guita) contaba solo un día.

Veo que Phantasm sigue gozando de la fidelidad de algunos seguidores. Reconozco que la vi de estreno, en 1979, y salí del cine horrorizado, y no precisamente porque el film me diera miedo. La revisé hace cuatro años en DVD y mi opinión no ha variado: me parece rematadamente mala, a pesar de algunos momentos impactantes, como en especial el final.

Siempre me ha dado muchísima pereza ver Phantasma, incluso sabiendo que hay seguidores muy fieles a la película, pero es que intuyo, por lo poco que he visto, que tiene que ser bastante mala. Y eso que he tenido la oportunidad de verla en movistar porque la han emitido varias veces, pero ufff...

Las que vi hace poco fueron “the Brood” y “Spider” tratando de ir completando la filmografía de Cronenberg que dejé a medias hace tiempo, y las dos me han parecido fantásticas, muy muy buenas. “The Brood” creo que es sin duda la primera gran película del canadiense, y “Spider” una interesantísima cinta que retrata muy bien las dificultades que tiene un enfermo mental para discernir entre realidad y paranoia. Ambas integran muy bien la fantasía para otorgarle simbolismo y profundidad a la historia.

Pues para mí ha sido toda una sorpresa y francamente agradable.

Pero ya sabéis que para gustos...

Por cierto, de Cronenberg me acabo de comprar LA MOSCA, tal vez la película más exitosa (económicamente) de su director, aunque yo siempre he preferido la versión de Kurt Neumann de 1958, una de mis cintas de ciencia ficción predilectas.

Notting Hill (1999)..................................... 9,5
















Es una gran fábula romántica









Mi comentario:



Enésima visionado, más o menos, puede que más, pero es que es un film que no me aburre, como si fuera la primera vez que la viera (y de eso hace ya unos 21 años). Una fábula, realmente es esto. ¿Quién no quisiera encontrarse con un/a famoso/a y quedar prendado de él/ella? Un sueño hecho realidad que Roger Mitchell logró rodar con maestría. No la califico de obra maestra, pero poco le falta. Hugh Grant y Julia Roberts realmente tienen mucha química. Los personajes secundarios ayudan a dar vida a esta comedia romántica con algún que otro tinte dramático, en especial Rhys Ifans que en todas las secuencias dónde sale, lo borda. Un film muy recomendable, para hacerte reír, emocionarte, pasártelo bien, que es lo que importa. Además, el grupo de canciones que conforma la banda sonora es magnífico. Mi nota final es de 9,5/10.

Un par de films que tienen en común a un intachable de la historia del cine: Walter Brennan. Mañana comentaré el segundo. De momento:





Slightly Dangerous (1943, Wesley Ruggles) con Lana Turner, Robert Young, Walter Brennan, Dame May Whitty, Ward Bond.

Director que comenzó su andadura en el mundo del celuloide en la segunda década del siglo XX y que alcanzó su punto áñgido en la era pre-code de la mano de Mae West y que ayudó a encumbrar a Carole Lombard al estrellato. A su hermano Charlie lo recuerdo principalmente en su última etapa en títulos como la célebre "Tú a Boston y yo a California" de comienzos de los '60.

Una screwball comedy bastante pasada de rosca que sin embargo deja una sensación placentera tras su visionado; resulta curiosa porque pese a estrenarse en 1943 sigue unos postulados más cercanos a la década anterior en su sentido de alocado desmelene, tendencia al slapstick puro y duro y un blanqueado general en el conjunto sabedora de sus limitaciones y virtudes y de que no hay críticas ácidas o las sutiles ironías de títulos precedentes como "Historias de Filadelfia", o Lubitsch y Sturges. Carece de esa sofosticación. Se nota que está hecha para que lops norteamericanos olviden por un momento a los familiares y allegados que tienen en el frente con una historia que invita a la diversión. Lo consigue.



La historia es muy sencilla; Peggy Evans, una jovencita de armas tomar (Turner, (1921-1995), feliz centenario) está harta de vivir en una ciudad en la que no pasa nada interesante y de vivir en un trabajo que no se adecúa a su potencial, élla de vendedora de uniforme en unos grandes almacenes en el puesto de la heladería. Después de frivolizar demasiado en su puesto de trabajo y hacer disfrutar al público de paso con su numerito repleto de autosuficiencia y habilidad (una de las varias secuencias francamente divertidas del film), tiene un ligero roce con el nuevo manager, Bob Stuart (Young, 1907-1998), tan ligero que vemos que se prenda de su indomable belleza en cuanto la ve bien.



Este trabajo lo hago yo con los ojos vendados.... necesito retos de verdad

Para Peggy esto es la gota que colma el vaso, escribe una nota en la que se autodespide y toma la decisión aplazada en el tiempo: New York, ahí voy. Como ambiciosa jovencita que es se hace por su cuenta nada más llegar a la metrópoli un cambio de look total, de arriba a abajo, ¡quién la ha visto y quién la ve!, llegó como una chica de provincias y ahora es la imagen de la sofisticación cosmopolita... hasta que se comprueba su tendencia a un lenguaje algo agresivo y descarado.



A sus pies, señorita, antes y después

Lamentablemente, o no, va a tener un accidente que la va a cambiar la vida; no sólo va a quedar arruinada su imagen despampanante recién estrenada sino que encima del golpe que ha sufrido en la cabeza se deduce que ha quedado amnésica. Los dueños de la compañía aseguradora en la que ha sucedido el accidente afrontan la obligación moral de cuidar mientras tanto de las necesidades de tan bella y elegante dama. El caso salta a la prensa, y la imaginación desbordante de Peggy se desata...

¿Y Bob? Pronto entrará en escena como un elefante en una cacharrería.

No creo considerarme un gran fan de Lana Turner, "Lanita" como quería que la llamasen en el Festival de Donosti cuando ya sospecho que enferma recibió la Concha por toda su contribución al 7º arte, pero analizando su obra me di cuenta que, pese a haber visto un buen puñado de sus films, pocos fueron en versión original. Y sin lugar a dudas escogí este título por pertenecer a un género, la comedia, por el que una de las grandes reinas del melodrama -siempre me había parecido, eso sí, que sabía llorar en pantalla de forma convincente- pasó a la historia, sin olvidar el género noir. Pero, ¿y en comedia, era lo suyo?

Lana en su insultante juventud coge el toro por los cuernos y con un tono de voz "husky", ligeramente rasposo indudablemente seductor, se convierte en la perfecta anfitriona de lo que este género suele ofrecer: el de una mujer de carácter sin perder feminidad y la espontaneidad de la vecina del 3º. Se desenvuelve perfectamente en las escenas de multitudes (que hay varias y están muy bien focalizadas por el realizador) y en las más íntimas, con utilización de su voz en off mientras se van sucediendo los increíbles acontecimientos que se van a ir suceciendo.
Tampoco soy un entusiasta de Robert Young aunque destila simpatía casi siempre que lo veo en pantalla, pero aquí sus dotes para el slapstick, la comedia física encarnada por un patoso redomado, me han redimido y sorprendido muy gratamente.
Si él está adorable y si élla es encantadora a su manera, los dos juntos proporcionan algunos momentos realmente divertidos. Y monísimos. Esos pasos de baile, esos taconeos....



Dancing with the stars

Si a eso añadimos la presencia del más grande que su propia sombra, al enjuto Walter Brennan, como el posible padre de la amnésica, cuyas apariciones suponen el razonable contrapunto a la pareja protagonista, y la de un Ward Bond (entre fordianos-hawksianos anda el juego) que más que hablar actúa XD la diversión está garantizada.
Es un film ligero, difícilmente un clásico del género, pero durante su ajustada duración no hay tiempo para el aburrimiento.



En cuanto a Ruggles, se permite algunas soluciones visuales en los encadenados de imágenes que momentáneamente tiran el film hacia adelante ciertamente logrados (esa puerta giratoria por la que entra y sale la Peggy recién llegada y la Peggy que parece llevar viviendo en la city toda la vida, o la investigación que lleva a cabo el personaje de Turner en el registro de prensa subrayando la tensión que vive la muchacha mientras urde su plan); construye algunos pasajes muy efectivos suspendidos en el tiempo, contemplativos a la espera de una resolución final (Peggy en la habitación de los juguetes), y, muy notablemente, domina las secuencias que envuelven a multitudes con brío y vivacidad sin que se desenfoquen las actuaciones (la escena en la ópera o la llegada de Bob -Young- a la mansión donde vive el personaje de Brennan, perfecta y divertidísima en su ejecución), y también sabe cómo sabe templar los ambientes "para dos". No es un film con grandes sorpresas, y es que se advierte qué derroteros va a llevar el film hasta sus últimas consecuencias, pero deja un buen sabor de boca genuíno en estos tiempos tan desajustados.

Picaresca de la buena, en definitiva.



Las cerraduras se inventaron para mirar a través de éllas

Wesley Ruggles estuvo nominado al Oscar al mejor director por CIMARRÓN en 1931, cinta que se llevó la estatuilla a la mejor película y fue el primer western en conseguir el máximo galardón...



... cosa que no se repitió hasta 1991 con BAILANDO CON LOBOS...



Por cierto, Anthony Mann realizó en 1959-60 una nueva versión de igual título y que significó el canto del cisne del director en un género que dominó a la perfección.

Iniciado por DrxStrangelove

Las que vi hace poco fueron “the Brood” y “Spider” tratando de ir completando la filmografía de Cronenberg que dejé a medias hace tiempo, y las dos me han parecido fantásticas, muy muy buenas. “The Brood” creo que es sin duda la primera gran película del canadiense, y “Spider” una interesantísima cinta que retrata muy bien las dificultades que tiene un enfermo mental para discernir entre realidad y paranoia. Ambas integran muy bien la fantasía para otorgarle simbolismo y profundidad a la historia.

Para mí, The Brood es su mejor película antes de Videodrome. Y Spider, un film magnífico (recomiendo también la lectura de la novela que adapta, de Patrick McGrath).

Iniciado por Alcaudón

Wesley Ruggles estuvo nominado al Oscar al mejor director por CIMARRÓN en 1931, cinta que se llevó la estatuilla a la mejor película y fue el primer western en conseguir el máximo galardón...

Tengo ese Cimarron de Ruggles pendiente de ver, aprovechando que la pasaron por algún canal de Movistar. ¿Qué tal? La versión homónima de Mann me pareció bastante decepcionante.

No he visto (todavía) la película de Ruggles, de la que (creo) que tengo una copia (en HD) por algún lado...

La versión de Anthony Mann a mí sí me gusta aunque reconozco que seguramente sea su western más flojo.

Y además sale la Maria Schell...

Un director como Delmer Daves, que tuvo una trayectoria en el género casi a la par que Mann (Daves de 1950 a 1959, Mann de 1950 a 1960), firmó con su obra postrera uno de sus mejores westerns, EL ÁRBOL DEL AHORCADO.

Donde además sale

Iniciado por Alcaudón

Donde además sale

Es un emoticón de lo más pertinente, porque siempre parece estar a punto de llorar. En esto me recuerda a Marion Cotillard, con la diferencia que la Cotillard no solo parece que vaya a ponerse a llorar, sino que además casi siempre acaba haciéndolo.

Se me olvidó comentar después de leer el espléndida reseña de Otto+ de una película de la que reconozco (con humildad) que desconocía de su existencia que Charles Ruggles, uno de esos actores de reparto indispensables en el cine norteamericano clásico, encarnó, entre otros, al mayor Applegate en LA FIERA DE MI NIÑA (1938), de Howard Hawks.



En cuanto a CIMARRÓN estaba previsto que lo comentara en un segundo bloque centrado en el western después de dedicar el primero a "El western mudo" en el que traté los que pueden considerarse como sus títulos más representativos (y fundacionales) como LA CARAVANA DE OREGÓN (1923), EL CABALLO DE HIERRO (1924), EL HIJO DE LA PRADERA (1925) y TRES HOMBRES MALOS (1926).

De hecho, al final del comentario de este último ya avancé que el siguiente título, ya sonoro ("Los primeros westerns sonoros") sería EN EL VIEJO ARIZONA (1929), de Raoul Walsh e Irving Cummings, una vez el primero perdiera un ojo durante el rodaje y pasara a engrosar la lista de tuertos ilustres entre los que se encuentran André De Toth, John Ford, Fritz Lang o Nicholas Ray.

Como siempre y debido al sobreesfuerzo dejé (de momento) hibernada la iniciativa aunque espero recuperarla cuando me asiente en mis nuevos dominios.

Y de esta forma comentar, además del anterior, THE VIRGINIAN (1929), de Victor Fleming, LA GRAN JORNADA (1930), de Raoul Walsh (y primer papel protagónico de John Wayne... que tendría que esperar hasta 1939 para repetir semejante jugada), BILLY THE KID (1930), de King Vidor o la ya mencionada CIMARRÓN.

Luego tendríamos que saltar hasta BUFFALO BILL (1936), de Cecil B. DeMille y que es con toda seguridad la primera obra maestra del género del cine sonoro.

Y a partir de ahí el número de westerns excepcionales empezó a crecer de forma exponencial, siendo 1939 el año de consolidación del género con títulos fundamentales como TIERRA DE AUDACES, LA DILIGENCIA, DODGE, CIUDAD SIN LEY, UNIÓN PACÍFICO, CORAZONES INDOMABLES o ARIZONA.

Lana Turner siempre ha sido una debilidad de mi hermana, y con el tiempo, también se ha convertido en una de mis preferidas. Seguramente no haya sido la mejor de las actrices, pero tiene un algo, que va más allá de su belleza, una fragilidad que muestra, pero que se torna en fortaleza en otra escena, una verdad que me llega muchísimo.
Varias de sus cintas están entre mis favoritas.

A mí sí me gusta bastante La mosca, de Cronenberg. Y eso que su prota masculino, Goldblum, no es de mis predilectos.
Por cierto, que en algún momento se pensó en Tim Burton para dirigirla. Scott Rudin fue el que sugirió el nombre de Cronenberg.

Iniciado por tomaszapa

Lana Turner siempre ha sido una debilidad de mi hermana, y con el tiempo, también se ha convertido en una de mis preferidas. Seguramente no haya sido la mejor de las actrices, pero tiene un algo, que va más allá de su belleza, una fragilidad que muestra, pero que se torna en fortaleza en otra escena, una verdad que me llega muchísimo.
Varias de sus cintas están entre mis favoritas.

Lana Turner, que a mí siempre me gustó en su doble faceta (actriz/mujer), protagonizó dos de los mejores melodramas (ya comentados por un servidor en este mismo rincón...) de los años '50 como son VIDAS BORRASCOSAS (1957), de Mark Robson e IMITACIÓN A LA VIDA (1959), canto del cisne del gran Douglas Sirk.

Y no olvidemos su pequeño (pero decisivo) papel en la espléndida THEY WON'T FORGET (1937), de Mervyn LeRoy, que además fue su primera película y una cinta que hasta los más recalcitrantes detractores del director reconocerán como un clásico del cine negro y/o social.

A esos mismos detractores me gustaría recordarles títulos como HAMPA DORADA (1930) y SOY UN FUGITIVO (1932), dentro de su etapa Warner.

Y ya en la MGM, aparte de producir EL MAGO DE OZ (1939) - otra película donde hay choque de pareceres -, dirigió espléndidos melodramas como EL PUENTE DE WATERLOO (1940) o NIEBLA EN EL PASADO (1942); atractivas muestras de cine negro (SENDA PROHIBIDA (1942), con Robert Taylor y... Lana Turner); o clásicos del cine bélico (que NO de propaganda) como TREINTA SEGUNDOS SOBRE TOKIO (1944).

Y mi versión favorita del clásico de Louisa May Alcott, MUJERCITAS (1949), en rutilante Technicolor.

Parsifal (1951), de Daniel Mangrané (y Carlos Serrano de Osma como “realizador técnico”)



Curiosísimo film dirigido por el tortosino Mangrané, con la asistencia técnica de Serrano de Osma, al parecer el responsable del apartado visual, mientras Mangrané se ocupaba del guion y de la dirección de actores.

Como su título indica, estamos ante una peculiar versión de la leyenda de Parsifal, que Wagner convertiría en una ópera descomunal. Pero la aproximación al mito está hecha de forma particularmente original y sorprendente, especialmente para el cine español de la época.

Se inicia cuando el mundo sufre una Tercera Guerra Mundial. Dos soldados llegan a un templo en ruinas, donde encuentran un libro que cuenta la historia de Parsifal. La película retrocede hasta el siglo V, cuando los bárbaros asolan la Península Ibérica. El malvado Klingsor (Félix de Pomés) se enfrenta a Roderico (Ángel Jordán), el arquero, por el control de la tribu.





Klingsor mata a su rival a traición y derroca al jefe de la tribu. La mujer de Roderico (la célebre bailarina Ludmilla Tchérina, a la que podemos ver en dos fantásticos films de Michael Powell y Emeric Pressburger, The Red Shoes y The Tales of Hoffmann), embarazada, se refugia en las montañas. Allí nace Parsifal, aún sin nombre, y su madre conoce a los caballeros del Grial, aunque no los puede seguir hasta la Montaña Sagrada (Montserrat para la ocasión).



La muerte accidental de la madre va a dejar el niño al cuidado de los lobos. Años después, el joven (el actor mexicano Gustavo Rojo), que no ha conocido la compañía de los hombres ni de las mujeres, se encuentra en el bosque con la misteriosa Kundria (también Tchérina), hija del mago Klingsor.



Parsifal (aunque su nombre aún está por llegar) se siente atraído por ella, pero descubre su doblez cuando la ve engañar a Amfortas (Alfonso Estela), el caballero que porta la lanza de Longino, con la que se hirió a Jesús en el costado. Klingsor se apodera de la preciada reliquia, hiriendo de forma permanente al caballero, que no podrá curar sus heridas.

Parsifal, poco a poco, irá convirtiéndose en el caballero que las profecías apuntaban como el que retornaria la lanza a la Montaña Sagrada, con lo que se propiciará la vuelta del Grial durante la celebración del Viernes Santo, de la que Amfortas lo ha mantenido alejado debido a su impureza, permitiendo así la manifestación de nuevo del Espíritu Santo en forma de paloma. Pero antes tendrá que pasar por un largo aprendizaje, superar las tentaciones del Jardín Mágico de Klingsor, donde moran los Siete Pecados Capitales (con la popular vedete Carmen de Lirio como la Soberbia),



y vencer en duelo al mago, el cual, antes de que pueda cometer con Parsifal la misma acción traicionera que hizó a Roderico, es asesinado por un enano que estaba a su servicio. Vencidos sus enemigos y, sobre todo, su soberbia, Parsifal podrá entrar en la Montaña Sagrada (convertido, al menos en su aspecto, en una especie de nuevo Jesús) y retornar el equilibrio místico a la comunidad del Grial.



A pesar de cierto decorativismo de cartón piedra (que, en el fondo, no deja de tener su encanto) y un misticismo cristiano un tanto ramplón (del cual no escapaba tampoco Wagner, de quien el represaliado Ricard Lamotte de Grignon adapta la música), a pesar del tono engolado y moralizante de los diálogos (que, eso sí, apuntan, entre líneas, un intento de reconciliación después de la brutalidad de la Guerra Civil y la cruel posguerra) y algunas interpretaciones desajustadas, la película tiene una potencia visual realmente espectacular. Además, sorprende el festival de “beef cakes” que nos ofrece, años antes del estallido del péplum, en particular de Gustavo Rojo en su papel de Parsifal.



Sin duda, un film a reivindicar.

Pedazo de percha la que gastaba el uruguayo Gustavo Rojo. Por cierto, murió a los 93 años, en 2017.

Iniciado por tomaszapa

Pedazo de percha la que gastaba el uruguayo Gustavo Rojo. Por cierto, murió a los 93 años, en 2017.

Lo de uruguayo parece que fue un tanto accidental (nació en un barco camino de Montevideo, donde pasó sus primeros años de vida). Hijo de madre canaria y padre toledano, su formación y posterior carrera como actor la desarrolló en México, país del que tenía la nacionalidad. Se mantuvo activo hasta el final de su vida. Murió en 2017, con 93 años, apareciendo hasta el final en series de televisión. Interesante personaje.