Sí, así es. Pero por eso, por la propia definición de minoría, esa no puede convertirse en la tendencia ni transformar nada. ¿Y evolucionar hasta convertirse en la mayoría del mañana? Pues también lo dudo. De aquí que crea que la cuestión planteada tiene un interés indudable y extraordinario pero solo en el plano TEÓRICO y en el presente (en cualquier presente). Pero que en el fondo todos sabemos que eso de "la narrativa ha muerto", "ya no es posible contar historias", "una manera de narrar para el siglo XXI", "el cine del futuro" y demás lemas cahieristas son pajas mentales.
El auténtico devenir del cine lo marcan paralelamente los gustos del público y la tecnología. Luego, en cada momento, hay cineastas capaces de hacer algo más, de salirse de la norma, de ser vanguardia, dentro de lo comercial y en lo no comercial. Pero claro, es natural que eso sea así. De hecho es necesario: sin la grisura, sin lo anodino, lo vulgar, no podría existir la excelencia.