Sigo un poquito más con la relación Lovecraft-True Detective (por cierto, OscarBC, bienvenido a este hilo: muy interesantes las referencias que introduces de dos películas que no he visto. ¿Hay ediciones en el mercado europeo?).
Reconozco de entrada que ayer, releyendo “La llamada de Cthulhu”, llegué a la conclusión de haber sido demasiado taxativo diciendo que no hay ninguna relación entre la serie de Pizzolato y la obra del de Providence. Cierto es que en el relato de Lovecraft hay crímenes rituales en los pantanos de Louisiana, una investigación policial llevada a cabo por el inspector Legrasse, niños y mujeres desaparecidos. Supongo que para muchos son suficientes elementos como para encontrar ecos del relato de HPL en la serie televisiva. A mí me sigue pareciendo que, si bien esos ecos resuenan en la lejanía, toda la trama narrativa, el tono y la conclusión están bastante alejados de ese referente literario. No hay que olvidar que la presencia de magia negra, del vudú, de ceremonias rituales y de sacrificios humanos en los pantanos de Louisiana son ya un lugar común en la literatura de género, yo diría incluso en la tradición norteamericana, como los trolls en Noruega, los duendes en Irlanda o las meigas en Galicia. Incluso en la misma serie se invoca la tradición del Mardi Gras, con sus máscaras y su desenfreno dionisíaco.
Ayer también pude documentar dos claras referencias al género literario que aparecen en True Detective, de las que ya habíamos indicado algo. Por un lado, Ambrose Bierce y su relato “Un habitante de Carcosa” (de 1891). En el brevísimo relato de Bierce (unas cinco páginas), para mí de estilo poeano, Carcosa es una ciudad fantasma, mítica, en ruinas. En la serie, Carcosa es una denominación que aparece en diversas ocasiones (por ejemplo, Cohle tiene pintado en su almacén este nombre en la pared) sin que a mí me haya quedado claro si se refiere a un lugar, a un ritual o a una divinidad o fuerza de carácter mágico. En todo caso, parece relacionado con las figuras construidas con palos o con las espirales tatuadas.
La otra referencia es a Robert W.Chambers y su rey amarillo. “The King in Yellow” (1895) es un libro de relatos de Chambers que incluye, por ejemplo, una narración titulada “The Yellow Sign” (para mí, también de inspiración poeana) donde se cita un libro titulado precisamente “The King in Yellow”, libro maldito que parece jugar un papel parecido al Necronomicón lovecraftiano. En la serie, hay unas referencias al rey amarillo (Yellow King), expresión que también tiene Cohle escrita en la pared del almacén, y de la que no se acaba de aclarar del todo su significado. Hay que decir que la narración de Chambers no guarda relación con la serie, al menos por lo que respecta a este relato, dicho a la espera de leer el resto de los cuentos. Quizá la relación se pueda dar por el hecho que Chambers cita en algún momento de este libro la perdida ciudad de Carcosa, extraída del relato de Bierce.
Estamos, pues, ante un par de referencias directas (“Yellow King” y “Carcosa”) a modo de guiños o de homenajes. O sea, no hay duda que Pizzolatto se apoya en cierta tradición literaria y un universo que ya forma parte del folklore norteamericano (el del bayou de Louisiana) para colorear su serie, pero yo no llevaría mucho más allá la interpretación de sus vínculos con Lovecraft.




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Pues, sí, a esa imagen se le puede sacar una infinidad de interpretaciones y, por qué no, si se quiere se puede conectar con Lovecraft, dependerá del tiquismiquismo (podemos adoptar ya esta palabreja como recurso explicativo para ciertos dilemas).
