Nec-Inn, no seré yo quien saque la cara por una profesión que ha dado (y sigue dando) abundantes muestras de amarillísmo y encanallamiento, pero sí me sorprende que destaques como lo que considero peor de esa llamada "profesión seria" el mero contraste de cifras aportadas por Interior y Justicia:

Según los últimos datos oficiales del ministerio del interior de 2003, en españa se cometieron 7.423 delitos contra la libertad sexual, de los cuales 7.275 se consumaron y en un 73,82% fueron esclarecidos por la policía. De estos, 3.981 fueron cometidos por hombres y 296 por mujeres. Sin embargo, en los juzgados españoles sólo se instruyeron el pasado año 313 diligencias previas por violación, según la memoria de la fiscalía general del estado.

¿Qué infieres del párrafo? ¿Que son falsos los datos o que confrontarlos resulta poco tranquilizador?

Tampoco comprendo muy bien que subrayes el fragmento Ello no es obligatorio, pero si favorece la consecución de la clasificación penitenciaria superior ¿qué quiere decir ello?... Que la mayoría lo realizan, porqué saben que si se someten a dichos programas les será más fácil conseguir el grado y, consiguientemente, el permiso de salida .

¿Crees que no es así, que es un dato falso, que la mayoría de delincuentes a los que se les ofrece una reducción de pena siguiendo un programa o cursillo lo rechazará en lugar de acogerse a él?

Por otra parte, estoy de acuerdo en que sería interesante conocer datos más recientes que los de 2005, aunque sólo sea por comprobar el descenso o incremento de vulneraciones de permisos carcelarios.

Dejaré claro que soy partidario convencidísimo de la eutanasia (y del suicidio, que también es una opción personal), y no de la pena de muerte. No me gusta la idea de que el Estado elimine ciudadanos y me parece terrible la posibilidad de que se ejecute por error a un sólo inocente aunque fuese por castigar a 1000 culpables. Pero, por análoga razón, me resulta espantosa la idea de excarcelar a un convicto que no ha cumplido aún su condena y que, aprovechando la eventualidad, mate a una o más personas inocentes, por el hecho de no privar de permisos a aquellos que no fuesen a cometer delitos durante sus permisos vacacionales.

Pienso que la sociedad tiene que establecer mecanismos de defensa y de reeducación, y que los delincuentes que puedan ser reinsertados (la mayoría) sean reinsertados. Pero no estoy de acuerdo con el sistema de reducción de penas, beneficios penitenciarios, permisos y vacaciones, etc.

Medítense bien las penas que recoge el código, júzguese a los delincuentes con todo el cuidado y las garantías precisas, establézcase la condena, y cúmplase íntegramente haciendo patente la justicia de su duración y condiciones originales.

El periodo de ingreso en prisión ha de servir como castigo disuasorio, como vía de reeducación y reinserción y como protección a la sociedad. El que un delincuente juzgado y condenado tenga redención de pena por buen comportamiento carcelario me parece un despropósito porque su ingreso en prisión y la duración de la condena se ha fijado en función del delito cometido, no de su actitud posterior (si en el recinto penitenciario es agresivo, asocial y problemático habrá que juzgársele por sus infracciones, pero no premiarle por abstenerse de atacar a los guardias). Si a ésto sumamos el porcentaje de casos en que el beneficio carcelario es utilizado para volver a delinquir y la posibilidad de que ello conlleve la pérdida de vidas humanas, habría que replantearse seriamente si la buscada reinserción ha de incluir imprescindiblemente ese tipo de regímenes y permisos.

Qué menos que ser más cautos y rígidos al aplicar este tipo de medidas, como bien dice López Aguilar. Pero es que ha llegado a darse el caso de jueces que han concedido permisos contra los informes desfavorables de los psicólogos de la prisión, facilitando la reincidencia del reo. Podrá ser un pequeño porcentaje de casos, pero, cuando la consecuencia es la pérdida de vidas humanas, resulta inadmisible, algo no se está haciendo bien y se están obviando factores de riesgo nada despreciables.