Parece ser que, según cuentan los del departamento de edición de la pelicula, el momento "hay un buffet con mini bocaditos de salchichas, y el premio Nobel debería ser para quien los inventó, porque están buenisimos"durante el colocón en la boda cuando Catilina recuerda la ceremonia de entrega fue cosa de Adam Driver. Coppola lo metió en el montaje final porque le pareció muy gracioso.
Ese segmento, toda la secuencia de la boda de hecho, es demencial, dicen. Tanto el diseño sonoro como el montaje del film como el uso del color se va volviendo mas irreverente y surrealista conforme a Catilina se le va cada vez mas y más la cabeza.
Un detalle es que cuando en cierto momento se está pegando con gente en unas escaleras, mientras las baja se puede ver brevemente al espiritu de su mujer Sunny junto a el. La transición de la escena con Clodio diciendo que cualquiera puede ser dueño de la ciudad al planazo de Cesar (ojo al uso de la luz) desnudo, cubierto de sangre, y cantando ópera en un espantoso italiano () solo se le puede ocurrir, en su opinión, a un genio loco. No debería funcionar pero lo hace.
Comentan que en un momento determinado a Coppola de repente le entró un ataque de risa fuerte, y se miraron entre ellos como diciendo "ay Dios mio que le ha dado un jamacuco ()". Pero no, se recompuso y les explicó que esta escena de Megalopolis es como la secuencia de los helicopteros en Apocalypse Now, de los asesinatos en montaje paralelo con el bautizo en El Padrino, o de la tormenta en Dracula. Ese tipo de set pieces (si se les puede llamar así), que acostumbra a hacer, porque le gustan.
Pero se reía porque esta es diferente a todas las otras, y probablemente mucha gente iba a pensar, cuando la viesen, que esta senil.
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