Ya he cumplido. Me voy a dar un tiempo para asentarla porque tiene bastantes aristas pero es tan interesante como extravagante.
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Ya he cumplido. Me voy a dar un tiempo para asentarla porque tiene bastantes aristas pero es tan interesante como extravagante.
O sea que te ha gustado aún con sus cosas, defectos y peros. Bien. Y consideras que tiene chicha y por donde meterle mano (las aristas). Bien.
Pero tienes que hacer reseña, a ser posible extensa. Tomate el tiempo que necesites, pero hazla.
:abrazo
Y ya adelanto, aquí falta metraje, especialmente en la segunda mitad. O le ha ahogado el presupuesto y ha priorizado discurso y reflexión a estructura secundaria (hay resoluciones que se la soplan directamente) o se quedó sin tiempo y se nos viene edición extendida, pero me cuesta conciliar lo certero y esmerado que se siente en intencionalidades, subtexto (aún siendo obvio) y complejidad formal en multitud de planos y lo descuidado y poco resolutivo que aparenta en otros...
Subscribo todo.
Le ha ahogado el presupuesto claramente, sobretodo con la reestructuración interna de personal que hubo. Yo apuesto por ello. Llegó un momento en que tenía que terminar, y cerrar todo. Y rápido porque se quedaba sin fondos. Y se nota, porque ha usado hasta algo del material grabado a principios de 2001 (de segunda unidad).
Al mismo tiempo, a nivel visual (no hablo de acabados, sino de imaginería), en la segunda mitad del film hay secuencias increíbles, no me digas que no.
:D
:abrazo
Yo he llegado a la conclusión de que la considero una gran película -que no una obra maestra, ojo- pese a esas resoluciones secundarias que no acaban de concretarse (pero que si que exponen su intencionalidad dentro del relato claramente, como lo dello que hace su súbito abandono más extraño aún) o esos planos que están por debajo del resto en cuanto a acabado formal.Spoiler:
Y la considero así porque el discurso y la reflexión me parecen preciosos (es una película muy bonita, sincera y divertida), la historia principal queda perfectamente clara -y cerrada- y a nivel audiovisual es toda una experiencia pese a los planos comentados. Esa imaginería visual y ese uso del color son increíbles.
Ahora la pregunta obligada, Bruce. ¿Te planteas adquirirla para tu colección cuando esté disponible?
:abrazo
Bruce, versión extendida no sé si habrá, pero el cómic está de camino:
https://www.reddit.com/media?url=htt...9c9dd3eb76c271
Y esto es de un artículo de Variety de 2001:
Using the new, 24-frames per second digital camera with which George Lucas shot “Star Wars: The Phantom Menace,” Coppola has already lensed 30 hours of second unit footage around New York, which he shot prior to Sept. 11 and in the two weeks afterward.
Bruce, mi hijo mayor (no seas demasiado duro con la redacción del texto, lo ha escrito de camino al conservatorio).
Vamos a ver, esta peli es cojonuda si compras la parte bufa/satírica (yo me he reído mucho, cada uno es cada uno). La historia principal está hiper mascadita, subtexto incluido (por aquello de que es una fábula, no sé por qué dice la gente que no se entiende, están acarajotaos perdidos), el mensaje es super bonico, muy necesario en estos tiempos que vivimos y totalmente opuesto al de las producciones de Hollywood actuales. Temática y formalmente la peli es muy de su autor si conoces su obra , la dirección de actores es genial si entiendes que pretende y todas esas cosas. Vale.
Ahora bien. Esta peli tiene el diseño de producción que tiene supongo que en parte para recortar gastos todo lo posible. Usando escenarios reales cada vez que se puede, o decorados muy minimalistas, o fondos "pintados" a mano, o muchas veces una combinación de todo lo anterior. La mayor parte del tiempo esto juega a su favor porque le da personalidad visual y la distingue del resto de películas (vease el plano donde están Julia y Cesar encima del reloj, el con su catalejo, y los edificios "pintados" al fondo, puro cómic. De hecho está peli parece un cómic).
O lo compras o no lo compras, no tiene más. Vale.
El tema es que, sobretodo en la segunda mitad de la peli, eso se combina con CGI. Y el CGI, ya sea por la espantada de los equipos de arte y VFX, porque se quedaron sin dinero, o lo que sea, la cuestión es que en determinados planos... es muy cutre. Y la integración de todo eso, pues canta. Canta mucho. Pero puede uno abstraerse, porque conceptualmente esos planos siguen siendo chulos y ambiciosos. Es la ejecución lo que no está a la altura.
Ahora, el montaje. Hay diálogos o narración expresamente puesta para aclararnos ciertas cosas deprisa y corriendo (los usos de Megalón, las intenciones de Aubrey Plaza con Jon Voight, el por qué del destino del personaje de Dustin Hoffmann...).
Vale.
Algunas cosas no tienen desarrollo ni resolución como tal, solo simple exposición: a Coppola le basta con que quede claro por qué las ha incluido en el relato ( el personaje de Hoffmann simboliza lo que simboliza, la caída del satélite soviético simboliza lo que simboliza, la relación de César con su madre o la del alcalde con su mujer está para lo que está en la trama y no se considera necesario enseñarnos más).
Porque prácticamente todo es alegórico o metáforico aquí, incluyendo los elementos de ciencia ficción (la habilidad de parar el tiempo, Megalón como sustancia en si).
Vale.
¿Con una versión extendida que puliese todas estas cosas Megalópolis sería una obra maestra? (dejando al margen el tema del acabado visual en ciertos momentos).
No sé. Probablemente. ¿Lo es ahora? Ni de coña, pero es una peli genial.
Pero también me da miedo de que ese hipotético metraje extra la convierta en una película más convencional (acuerdate de lo que pasó con el corte extendido de Rebeldes, peor película para mí gusto pese a desarrollar y dar cierre mejor a muchas cuestiones y personajes), porque resulta que el ritmo de Megalópolis es cojonudo, y que muchos otros cortes y transiciones de montaje, para mí, son intencionados.
De hecho, el corte cinematográfico de Rebeldes se me antoja una comparación perfecta con este film. Cortes algo bruscos, personajes que salen del relato sin más porque solo estaban ahí para cumplir X función y no tienen desarrollo ninguno... si, de acuerdo, pero a nivel general se entiende todo lo que se tiene que entender.
Así que no sé. Es complicado. A lo mejor es lo que dices, Bruce, que Coppola quería priorizar discurso y reflexión sobre estructura secundaria (secundaria ojo, para mí la historia que se cuenta queda muy clara).
¿Comprimida en tramos?. Pues si. ¿Con cosas que no cierran en condiciones?. Si. Cómo en tantas otras pelis.
¿Es eso un defecto?.
Qué no lo sé, coño. Especialmente porque Megalópolis no se parece al resto de películas (en eso Coppola no mentía).
Compratela cuando salga en Blu-Ray y no te quejes. :D
Si, habeis leído correctamente. Mi hijo prefiere el corte de cines de Rebeldes pese a que el extendido sea el montaje original de Coppola que Warner le obligó a recortar a 90 minutos.
Hay gente pa tó.
:lol
BruceTimm, ahora que la has visto, puedes leer tranquilamente esto que puse en su día y vamos hablando cuando puedas.
:abrazo
The film was shot by the director’s frequent cinematographer, Mihai Mălaimare Jr., with the Alexa 65 and Alexa LF (and Alexa Mini LF for second unit) to convey something radically different: imagery that is more metaphorical by design with the look of a woven mural or tapestry.
Uno de los libros (a ver si encuentro la lista completa facilitada por Coppola), que sirvieron de inspiración para Megalópolis.
https://pictures.abebooks.com/inventory/30757905070.jpg
Publicado en 1929.
Cito extracto, del capítulo dedicado al político romano Lucio Sergio Catilina.
"To say that the present United States is the historical counterpart of Rome, is too far-fetched. To say that it will be extraordinarily like it in a hundred years is an intelligent probability".
En cierto momento del film, mientras habla con Julia en su oficina, Cesar sostiene una copia de Siddhartha de Hermann Hesse.
La novela es una alegoría que conjuga elementos líricos y épicos, una profunda espiritualidad, y una sensualidad desbordante.
Mmm...
Marty, lo clavaste.
:agradable
53 minutos de entrevista con el editor principal del film.
Su primera pregunta a Coppola fue, en su primera reunión, antes de aceptar el trabajo: ¿Por qué Walter Murch no está trabajando en esto? :D
Y dice claramente que hacer a conventional, classically structured narrative film no fue la voluntad de Coppola en ningún momento.
Y a pesar de ello cuenta que si, que en cierto momento tuvieron entre manos (el y su compañero editor, dos personas fueron más el propio Coppola) un corte más largo, bastante más largo, que era algo más clásico en cuanto a su estructura narrativa, y se detenía bastante más en profundizar en las subtramas secundarias, pero que Coppola (auspiciado y alentado por Adam Driver, quién estuvo presente en la sala de montaje), decidió no tirar por ahí y priorizar más lo sensorial y lo reflexivo, porque era su deseo, al igual que con el tono bufo y satírico de parte del film, hacer algo que el público no se esperase en absoluto viniendo de el. Algo distinto que no hubiese hecho antes.
Compara el corte final de Megalópolis con un disco de free jazz.
Yo creo que los montadores/editores pasaron más tensión en esa sala con Coppola que una monja en un prostíbulo.
¿El corte más largo que menciona? Tiene toda la pinta, si. Dicen que hay un workprint de Apocalypse Now (que al parecer se puede encontrar por las aguas del mar caribe, no lo he comprobado personalmente :D) que dura en torno a 5 horas y que se entiende mucho mejor que cualquiera de los montajes lanzados oficialmente.
Cosa que me hizo reír mucho, porque ya me dirás que es lo que no se entiende de Apocalypse Now.
Te vuelvo a citar porque veo a Coppola quitando secuencias explicativas/expositivas de Megalópolis como un loco y metiendo en su lugar montajes caleidoscopicos, cortes inesperados y voces en off. Lo veo "esto no hace falta explicarlo, se sobreentiende, mira que transición más chula, mira". "Haz un corte seco aquí, eso los pondrá nerviosos" "Ahora voy a tintar la pantalla como en el cine mudo, y ahora voy a dividir la pantalla en tres como en el Napoleón de Gancé".
:mparto
:lol
Spoilers
Charlando con mi mujer (a ella parece haberle entusiasmado la película incluso más que a mí) ella piensa que todo es deliberado en cuanto a montaje porque la historia principal y los arcos centrales (los centrales, ojo) de César, Julia, Wow Platinum/Clodio y Cicerón se cierran casi con un lacito, e incluso a lo largo de la cinta te mete voces en off, narración, recortes de prensa, y demás para que no te pierdas en ningún momento de la historia principal. Todo muy mascadito.
También en ocasiones usa como recurso visual las hojas de un calendario pasando, o la división de segmentos de metraje en capítulos (cada uno con un subtítulo pertinente, que suele ser una cita literaria), y demás.
Todo lo secundario que carece de desarrollo o cierre -cosa que desconcierta precisamente por el cuidado que se pone en lo otro- está ahí por qué Coppola quiere que cumpla X función en un momento concreto de la trama o simbolice algo. Una vez hecho, se va fuera.
Cosa que le parece legítima, aunque entiende que pueda frustrar. Ella cree que lo ha hecho para que la película tenga un ritmo lo más ágil posible , al igual que piensa que la decisión de retratar el hedonismo decadente de la clase alta de manera bufa y satírica es para equilibrar la balanza en relación a lo didáctica, pomposa e incluso paternalista que llega a ser la película en otros tramos, y que el espectador no se aburra y se lo pase bien.
Eso si, dice que el que no se ha enterado de algunas cosas he sido yo :mparto
Por ejemplo cuando el satélite soviético cae (tras un corte seco después de preguntar el alcalde que pueden hacer para evitarlo, lo que para ella simboliza su incompetencia e impotencia -no pueden hacer nada al respecto-), lo que se ve reflejado en los edificios no son estatuas gigantes vivientes, que es lo que yo pensaba :lol sino que simboliza al pueblo de Nueva Roma, aterrorizados ante el inminente colapso. Es un recurso artístico.
Y Clodio, que acaba linchado al final, usa durante sus mítines populistas frases directamente extraídas de los discursos de Trump. Coppola no es ni medio sutil al respecto. Es más, hay alguna pancarta por ahí sospechosamente parecida a la bandera de QAnon.
Y el discurso de César al final dice que contiene una reformulación un poco perversa del Juramento de Lealtad de los Estados Unidos. Porque el final es feliz y esperanzador, pero políticamente César también arrima el ascua a su sardina. Y Coppola, viejo zorro, te inserta durante el mismo imágenes reales de gobernantes totalitarios...
Hay mucha simbología en este película, que por otra parte esta llena de aristas. Hay que verla más veces. Con una sola no basta, dice.
Yo tendría que volver a verla para fijarme bien en todos los detalles que se están comentando.
Algunos creo que son muy claros, como la trumpificación del personaje de Clodio, que ya se comentó que eso se había actualizado respecto al guión original.
Y sí, es verdad que de jean subtramas con algún fleco, pero la historia principal y sus personajes creo que se entiende perfectamente en su trama y desarrollo de personajes.
Saludos
Revisando el guión filtrado me ha hecho mucha gracia leer al personaje de Driver, Serge, decir "destroy the past, the old ways" XD
Es súper recomendable leerse el guión filtrado casi más que ver la peli otra vez (o al menos hacer sandwich peli-guión-peli). Y por ejemplo, lo de las sombras en los edificios está en el guión, pero al final, en otro contexto.
https://i.imgur.com/ofBF443.png
Encontrar el guión original es tan fácil como escribir Megalópolis script.
Muchas gracias, compañero. Como siempre, muy interesante.
Eso si, lo que te remarco en negrita: claramente no posees una mente lo suficientemente emersoniana como para amar este film.
Ya en serio, he visto que en la página web de los viñedos de Coppola (la parte que le queda, entiendo), venden no sólo vino, sino también comida: embutidos, pasta, aperitivos varios. Hacen envíos a Europa.
Si yo fuese el lo que haría lo siguiente: por cada pedido que supere X cantidad de dinero, se reserva una copia firmada del futuro DVD, BD, o UHD de Megalópolis.
Negocio seguro. Y ya que estamos, podría abrir un crowdfunding para ayudar en la financiación de su siguiente película.
:D
El pasado no se destruye. Del pasado se aprende.
Incluso este presente, afortunadamente ya en receso, idiotizado y moralmente execrable deja lecciones.
Como Coppola no es deficiente intelectual precisamente ("Rien de rien" no da para más) tuvo a bien suprimir la línea en el montaje final y quedó como boutade en libreto. Bendito sea.
A mí por lo que me hace gracia lo de matar el pasado es por Kylo XD
Dejo la frase completa del personaje de Driver:
https://i.imgur.com/lN55SQk.jpeg
En la peli final no sé si está la frase literal, pero queriendo obtener su utopía, sin duda es necesario hacer lo que dice.
.
Algunas ideas visuales de la peli final ya se vislumbran en el guión original. Por eso digo también que está bien leérselo.
.
Y de cierta manera, veo otro cierta similitud entre César y su personaje en El Hombre que mató a Don Quijote, esto ya tontería mía XD
Completamente de acuerdo. De hecho, la escena final se puede interpretar -entre otras posibles lecturas-Spoiler:
Precioso.
Por otro lado, el borrador del libreto que circula por Internet data de los años 80. A saber en qué momento la línea desapareció. Pudo ser hace mucho tiempo, o quizá después del 11 S.
Lo que si ha mantenido del discurso en el metraje final es lo de "condonad la deuda" refiriéndose a las personas pobres que no pueden pagar a los bancos.
Pues si, esta peli parece literalmente un cómic viviente. El uso del color (o más bien de unos colores muy concretos, todo el tiempo) de los fondos, de los efectos prácticos a lo Drácula, cogidos del cine mudo -que se emplean casi continuamente, ojo- y su integración con el CGI en prácticamente cada toma... ¿qué hay algunos planos concretos que a nivel de acabados están muy por debajo del resto? Si, principalmente a nivel de texturas y renderizado. Pero eso es cómo quejarse de un videojuego que tiene personalidad visual a raudales porque en algunos tramos los gráficos son cutres.
Megalópolis es refrescante visualmente. Diferente, tiene personalidad y estilo propio. Una ve el trailer de Electric State, de los Russo (más de 300 millones), y francamente, entiende las declaraciones de Coppola respecto a que no quería un uso prototípico de los efectos digitales. Si, Electric State tiene un CGI mucho más pulido, mejor en cuanto a acabados que Megalópolis, pero aburre. Aburre mucho. Es plano, la fotografía y los efectos visuales no tienen ningún interés.
Hay otras pistas de que en determinado momento de la producción se quedaron sin pasta, eh. En las secuencias deSpoiler:
No parece vivir mucha gente en Nueva Roma. :lol
120 millones. Tengamos en cuenta que se ha rodado en 70mm (bueno, su equivalente en digital). Tengamos en cuenta que tiene una estupenda banda sonora grabada con una orquesta de 120 músicos. Barato precisamente no es, por mucho que te vayas a Budapest para ahorrar costes respecto a Londres, Los Ángeles, o Berlín. Milena Canonero (vestuario) o Mihai Malaimare (fotografía) no tienen un caché precisamente bajo.
Por no hablar de que hubo despidos y reestructuración de personal, y tiraron para adelante sabiendo que no se podían pasar ni un céntimo de esos 120 millones.
Recordemos que esto es cine completamente independiente.
Muy sensata.
https://www.youtube.com/watch?v=33jiUqyp8Hk
Siguen lanzando clips, por alguna razón:
https://www.youtube.com/watch?v=8AN-OMhJREs
Ignacio Ruiz de Gauna para Jotdown.
El relato o mi profesor de spinning dice: «es más fuerte quien baja más lento».
Últimamente me siento un poco pesado. Es por el asunto del relato. No el literario, claro está, sino el vital, el que ocupa el carril central y distribuye el juego, ya sabes. Ando por ahí dando la soba a mis más íntimos, familia, amigos, amigotes (la última vez que se usó esta palabra fue en un capítulo de Los Serrano), encaramado al púlpito de la carraca nostálgica en la asunción de que nuestro tiempo, el de los cuarenta y muchos o cincuenta y pocos, se está diluyendo como una lágrima en la lluvia y que el discurso de la pista principal —profesional, político, periodístico, moral, audiovisual, estético, musical, literario— pertenece ya a otros.
He descubierto la pólvora, ¿verdad? Pero créeme: es duro asimilarlo, sobre todo cuando eres un hipocondríaco del alma y, por lo tanto, te crees inmortal.
Tampoco ayuda mucho, cierto es, que quienes fueron los mejores asalten los cielos cinematográficos y caigan hacia arriba como Francis Ford Coppola, que con su Megalópolis me ha dado la razón por aplastamiento, en estéreo y con el acúfeno woke «ten cuidado con tus sueños porque pueden hacerse realidad». Ahora que lo pienso, funciona muy bien como tagline de una película que, frente a quienes aseguran que está todo inventado, inaugura un nuevo género: el del cine de serie B de más de 100M USD.
¿Sus sueños? Y los nuestros... Megalópolis tiene el honor de haberse convertido en la campaña de marketing más larga de la historia: año arriba, año abajo, desde que Francis Ford publicó un bando (él hace las cosas así) en el Festival de Cannes de 1982 en el que anunciaba al universo que estaba preparando LA película y cuyo título sería Megalópolis. Por lo visto, tiempo atrás y en plena vorágine del rodaje de Apocalypse Now (1979), con la que tiene varios vasos comunicantes, pero no artísticos lamentablemente, Coppola desveló a un miembro de su equipo la idea de hacer un espectáculo transmedia, con ecos wagnerianos y en cuatro actos. Teniendo en cuenta el estado mental de FFC y su staff durante el rodaje de esta obra maestra (no lo digo yo, lo muestra Eleanor Coppola en el imprescindible documental Corazones en tinieblas), que transitaba entre delirium tremens megalomaníacos y los infartos de miocardio, no es de extrañar que nadie le hiciera mucho caso.
Pero sí. Cumplió su sueño. Vaya si lo cumplió.
Desde el punto de vista artístico, a poco que se haya leído/escuchado sobre Megalópolis nos podemos hacer idea del resultado final, así que tampoco es cuestión de hurgar mucho en la herida de un octogenario y no por falta de ganas. Su espíritu lo resume muy bien la protagonista, Julia Cicero/Nathalie Emmanuel, a la media hora de metraje: «No tiene ningún sentido». Amén. De un modo algo condescendiente, podemos decir que la película solo se salva si se mira bajo el cristal deformante del solipsismo en forma de gigantesco gag metacinematográfico autorreferencial y testamental. No hay otra. La obra funciona muy bien como parodia involuntaria, mezclando arritmia narrativa (ojalá fuera solo eso) con la abulia técnica (algo insólito en una película de 120 millones de presupuesto, ¡viva el vino!) y presentado con descacharrante desfachatez, todo ello envuelto en un aberrante diseño de producción (la carrera de cuadrigas parece un trabajo de Pretecnología) que hacen de ella una gigantesca bufonada coppoliana, muy en la línea de la ¿despedida? cinematográfica de otro trascendente, Roman Polanski, en esa absurda comedia dismorfofóbica de naftalina y bisturí llamada The Palace (2023). Si nos podemos canónicos a lo mejor se mueren tres gatitos: mejor pensar que estos dos gigantes nos han dicho al unísono: «¿Os acordáis de nuestras películas? Eran broma».
Por lo demás, Megalópolis es tan extrema y adiposa que es puro ADN Coppola y en su radicalidad conceptual se postula como colosal paradigma de un epitafio que bien podría titularse «Muere el Nuevo Hollywood». Qué cosas, el movimiento que surgió como contestación al sistema de los grandes estudios, los nuevos novísimos de la industria y que vertebró todo el cine desde mediados de los 60, los 70 y 80 con sus choppers, sus barbas, sus cámaras lentas y sus tiburones, también son mortales: «Nada permanece, todo se desvanece» a decir del gran Loquillo, segunda referencia para el gran sabio del rock patrio.
Y aunque el espacio principal de esta etapa del cine es ocupado por la figura de Francis, enorme y desmesurada en fondo y forma y quien más cerca está del desbarre, en este funeral caben muchos más budas. Esto es una enmienda a la totalidad de los crepusculares Steven mínimo riesgo Spileberg, los Martin ¿de verdad importa? Scorsese o los Woody turista accidental Allen y terminando en otro, no perteneciente a este grupo stricto sensu pero igualmente amortizado: Clint no quiero estar en casa Eastwood. Ninguno de ellos ha hecho una película a la altura de su genio en los últimos quince años o veinte años, que se dice pronto.
El primero lleva instalado en un cine acomodaticio desde… ni se sabe. Ni tan siquiera sacó punta a Los Fabelman, una comedia tan autobiográfica que pedía a gritos algo más de vitriolo, mala leche, ajuste de cuentas, qué sé yo, o al menos haberle dado más minutos a David Lynch/John Ford. Scorsese nunca hará nada mal: su instinto animal de cine se lo impide. El problema es que, desde Casino (1995), no ha contado una historia mínimamente interesante ni con su demoledor panzer narrativo. En 2013 debió de dormir mal la siesta y nos regaló una macarrada digna del mejor Farrelly y el peor Lanthimos: la hipervitaminada El lobo de Wall Street.
A partir de ahí… vuelta a la mecedora. De Woody Allen todo el mundo sabe que es el turista más caro del mundo: busca financiación para rodar en las ciudades más cool del mundo y se pasa allí unos buenos meses mientras —supongo— su ayudante de dirección dirige con desgana el cotarro. Oye, se lo ha ganado, pero que no pretenda que riamos sus gracias. Desde Match Point (2005) en la que volvió a oscurecer su mirada hacia el azar nihilista, nada: cuatro comedietas mal rodadas y una colaboración arbitraria e inexplicable con Vittorio Storaro y su fotografía ocre y tan densa que se puede comer, pero tan poco pertinente para una comedia como conducir un Hummer por el centro de Madrid si no eres ruso o venezolano. De Clint Eastwood me da reparo hablar. Le admiro tanto como a los otros, incluso un Tendido 7 cinéfilo muy querido para mí va a enfadarse con esto: no da una desde Gran Torino (2008) y tampoco esta es de las mejores. Acaba de estrenar Jurado Nº2 con noventa y cuatro años y el título ya asusta. Quien bien te quiere te hará llorar, aunque los críticos ya se sabe que para los asuntos del amor son muy gatunos y con ellos han tomado una actitud claramente paternalista e inaudita por (casi) unánime: los trampantojos verbales que les dedican cada vez que estrenan película son dignos de admirar.
«¡El horror!… ¡El horror»! ¡El relato… ¡El relato! Algunos estamos fuera. Estos genios también. Francis Ford cree que aún lo tiene. Como Prometeo y el fuego.
For ‘Megalopolis,’ Francis Ford Coppola Embraced Virtual Production — Including the LED Volume Stage
VFX supervisor Jesse Chisholm tells IndieWire about adapting to Coppola's theatricality and poetic realism, which embraced the in-camera sense of wonder in the LED volume.
https://www.indiewire.com/wp-content...00453859RC.jpg
Turning Francis Ford Coppola’s Metaphoric Vision of ‘Megalopolis’ Into New Rome and the Titular Utopia
Production designer Bradley Rubin stepped into "Megalopolis" midway to decipher Coppola's abstract vision. Why is there a giant clock up in the sky? How does Megalon work?
https://www.indiewire.com/wp-content...ize=1200%2C675
Featurette detrás de las cámaras sobre el trabajo en los efectos visuales de la película:
https://www.youtube.com/watch?v=Xjs6e4hiFBc&t=36s
Pues leyendo el reportaje, muchas de las cosas que creía que eran CGI resulta que no lo son, o no lo son en un 95%. Hay muchos efectos prácticos y trucajes de cámara provenientes del cine mudo.
Fascinante. Y han usado todo tipo de cosas diferentes mezcladas incluso dentro de una misma secuencia. Por ejemplo, sobre la escena del coliseo:
[Spoiler:
Y sobre cuandoSpoiler:
La constitucion de la secuencia en la que
Spoiler: