Ayer lo estrené y jugué mis primeras dos horitas (puede que alguna más).
Explorándolo todo, centrándome en lo secundario, y disfrutando de los paseos sigilosos por Praga.
El juego es continuista al máximo con la fórmula de Human Revolution, lo cual es una grata noticia, al menos para los que catalogamos al título previo como uno de los mejores de la pasada generación.
El salto técnico es evidente, pero no es un juego, como el anterior, que haya sido planificado para mostrar excelencias gráficas. Es en la trama y en la jugabilidad, donde este título es una bestia, como el anterior. Donde la rejugabilidad, además, está garantizada para varias rondas completas, con diferentes estilos y niveles de dificultad.
Mis primeras sensaciones son inmejorables, las de tener un producto que no modifica las bases de Human Revolution, que no toca, ni rompe nada que funcionaba de maravilla. Ya me siento, además, enganchado a la historia y a Adam Jensen de nuevo.