A mí me cagó una paloma a las 7 y pico de la mañana, en la estación de Príncipe Pío (los de Madrid sabrán cómo está de gente esas horas), y en plena cabeza. Iba con un compañero del curro que me tuvo que limpiar. ¡Qué asco!. También me han cagado sólo palomas, sino gaviotas, que es infinitamente peor.
Pro eso no quita que si veo al pobre animal en la calle lo coja.