Es curioso que tras la prueba de la bomba parece que ya está todo dicho y nos estamos poco menos que preparando para levantarnos, y resulta que es a partir de ahí donde comienza el mejor tramo de la película. Aquí la película tiene algo de El Dilema, por hacer que una serie de interrogatorios y escenas de oficinas resultes tan apasionantes y adrenalínicas.

Lo mejor; Downey Jr., la resolución final de la escena con Einstein y esa capacidad de los americanos(intrínseca en su cine desde los pioneros), de hacer autocrítica al tiempo que hacen un retrato compasivo y enaltecedor de su cultura y sus valores "imprimiendo la leyenda".