Inicio como mínimo curioso en el ciclo de Weir, entiendo que sea difícil de digerir, muy onírico y contemplativo, si a alguien no les gusta estas cualidades en un film, que se olvide de ver "Picnic en Hanging Rock". Un film excéntrico más que freak, con una premisa inicial de locos y un desarrollo de manicomio total, todo esa locura contenida realizada con bella factura cinematográfica y un reparto competente. Es de esos repartos que me suenan todos y realmente no se quienes son.
Estoy de acuerdo con Mad que esa indeterminación en el género es un punto flojo del film, toca demasiados sin saber muy bien cual es el central y cuales los satelites, sobretodo tengo dicha sensación en la primera mitad del film. Esta indeterminación se palpa también en el inicio del film, cuando en su inicio hay una partitura a ritmo de funky blaxploitation, el cual me sorprende y me descoloca más aún.
Lo más curioso del film es el papel de Arthur, uno espera que sea el heroe para liberar el pueblo de esa locura, y no es así, es lobotomizado para formar parte del engranaje perfecto del pueblo llevado a cabo por un fantástico alcalde, esta situación me remite a "la legion de los hombres sin alma" (por cierto uno de los pocos títulos que en castellano mejora al original de "White zombie". Pues si, veo paralelismo entre el alcalde y el papel de Lugosi, y los zombis con los ciudadanos de Paris.
Por excentricidad y por impacto visual el film me recuerda, sin tener parecido en la trama si en su formalidad, al cine de Jodorowsky, en "el topo" y "Santa Sangre", también me recuerda a la obra total y infravalorada "the wicker man", pero la buena no la deCage. También haré referencia a los "2000 maniacos" de Herschell Gordon Lewis, nexos de unión sobretodo por el pueblo y sus paisajes áridos, desérticos, algo westerianos, tan propio de la america profunda; así como las fiestas del pueblo, algo más macabras en el film de Lewis, aunque el film de Weir, sorprendentemente, es bastante explícito. La escena del baile es un viraje brusco a la comedia negra, y sustenta la comparación entre los zombis de "White zombie" y los habitantes de Paris.
El cierre es una batalla campal, el pueblo queda destartalado y seguidamente, aparece, para mi, la mejor escena del film, el alcalde en la puerta, reclamando tímidamente su autoridad, y los ciudadanos ignorándolo completamente y marchándose a no se sabe donde.
Buena presentación de Weir, un extraño experimiento, no apto para todo el mundo pero con cosas interesantes y destacables, yo me quedo con el último tercio del film y concretamente las escenas del baile.
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