Otro suplicio como la primer entrega, venga líos y retruecanos de falsos culpables que cansan. El estilo de Agatha Christie era lo que tenía, leyendo al momento y pensando en el presente funcionaba pero si echabas la vista atrás hacía aguas por todos los lados.
Debo tener un humor muy especial porque no me he reído con ninguna de las dos entregas. No entiendo como la comparan con "Un cadáver a los postres".