El cometido de un procesador es exclusivamente el de hacer las tareas de previo (entradas/salidas) junto al procesado de audio (estéreo/ multicanal/Dolby) y video (HDMI y upscaling). Como puedes ver, no encontramos ningún tipo de amplificación en estos aparatos.

Todas estas labores se plantean en un entorno de instalación dedicada a gran escala donde un simple receptor se quedaría corto. Así pues estamos hablando de grandes salas dedicadas con muchos altavoces, varias filas de asientos y donde se exige una instalación fiable y sin fallas durante largas horas de uso. Por este motivo las etapas de potencia van a parte y el número de canales y potencia de estos se configura en función de las necesidades de cada sala.

Si bien es cierto que algunos procesadores de alta gama pueden sonar ligeramente mejor que un receptor integrado, a grandes rasgos podríamos decir que a un volumen standard y en una sala de tamaño medio (25m2), no encontraremos apenas diferencias sonoras entre un 8012 y un 8802A con sus respectivas etapas de potencia. Como he comentado antes, las diferencias vendrán cuando tengamos que sonorizar una gran sala dedicada con muchos altavoces específicos y donde cada vatio cuenta, es ahí donde entran las etapas de potencia independientes.

Dado el alto precio de los procesadores independientes, muchos usuarios hacen un mix de ambos mundos, a saber: usan un receptor al uso (de nivel medio-alto a poder ser) para dar potencia a los altavoces surround y utilizan etapas de potencia externas para atacar el trío frontal, notablemente cuando este se compone de cajas de alto nivel y de "digestión" difícil (bajos valores de impedancia y/o sensibilidad).

Resumiendo. En un salón al uso y si sabemos que no vamos a dar mucha guerra al equipo y altavoces, con un receptor como el 8012 vas a ir sobrado. Por el contrario, si vas a iniciar desde cero una sala dedicada de altos vuelos, un procesador con sus etapas correspondientes es la mejor elección.

Un saludo del Oso