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LA FOTO DEL MES
A las cuatro horas menos diez minutos, el dedo del maestro le indica a Gérard Blain (con chaqueta de cuero) un punto en el espacio, bajo la atenta mirada de Jean-Claude Brialy (extremo izquierdo) y de Edmond Beauchamp (extremo derecho). Mirando por el visor, el cámara Jean Rabier, y detrás de él (en suéter claro), el director de fotografía Henri Decaë.
TÍTULO: El bello Sergio, primer largometraje escrito, producido y dirigido por Claude Chabrol, ex-CAHIERS.
CARACTERÍSTICAS: Un drama rural que no lo es tanto, un melodrama que no se declara como tal, una amistad sospechosa sin que tampoco lo parezca, una relación peligrosa pero sin peligro. Una obra que escapa a toda clasificación. Que los exégetas agudicen sus cerebros: El bello Sergio los espera a pie firme. Una cosa sí puede asegurarse: la película en blanco y negro ha sido rodada en formato panorámico 1.66
ARGUMENTO: Su autor lo resume así: «Un buen chaval se comporta como un cabronazo, al mismo tiempo que un cabronazo se comporta como un buen chaval. Ambos se cruzan y se saludan.» Algunos incidentes les impedirán hacerlo tan rápido como en realidad les gustaría.
DIRECCIÓN: A los setecientos lugareños de Sardent (Creuse) se les suma durante un período de dos meses una treintena de cineastas con mujeres, niños, armas y equipaje. Al cabo de cuarenta y ocho horas, todo el equipo adopta, de tácito acuerdo, el comportamiento del aborigen más anciano. Rodaje en entornos naturales, al calor del sol, bajo la lluvia, en la nieve. Pero siempre con buen humor.
INTERPRETACIÓN: Gérard Blain (el cabronazo-buen chaval), Jean-Claude Brialy (el buen chaval-cabronazo), Michèle Meritz (la mujer embarazada del cabronazo), Bernadette Lafont (Marie la golfa), Jeanne Perez (la despreciable posadera), Edmond Beauchamp (el abominable suegro), Claude Cerval (el cura que chochea) y André Dino (el pusilánime doctor). Figuración proporcionada por los vitelloni locales, que son los únicos que pueden dedicarle jornadas enteras al cinematógrafo: las chozas, cerradas por festivo. Se podrán también reconocer, de paso, los carros chillones, el horno y los aperos. – C. B.
(Cahiers du cinéma, nº 81, marzo 1958)
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EL BELLO SERGIO
La mejor película proyectada fuera de competición es en opinión unánime de todo el mundo El bello Sergio, de Claude Chabrol, que participará en la competición de Bruselas ya que aquí fue descartada en el último momento por los “protectores” oficiales de L’eau vive. En El bello Sergio, Chabrol es al mismo tiempo productor, guionista-dialoguista y director. Su película comienza psicológica y termina metafísica. Es una partida de damas jugada por dos hombres jóvenes, Gérard Blain las fichas negras y Jean-Claude Brialy las fichas blancas. Ambos se encuentran y, en ese preciso momento, cambian de color y ganan ex aequo.
Mi interpretación personal corre el riesgo de dar a entender que se trata de un trabajo puramente intencional; no es así y El bello Sergio impresiona por la autenticidad del ambiente rural – la acción transcurre en Sardent, Creuse – y de los personajes. En el papel de Sergio, Gérard Blain nos ofrece su mejor interpretación y Jean-Claude Brialy, en un papel muy difícil, demuestra sus dotes dramáticas.
Técnicamente, la película se desempeña como si Chabrol llevara diez años dirigiendo, lo cual no es el caso, puesto que se trata de su primer contacto con una cámara. ¡He aquí, por tanto, una película insólita y valiente que elevará el nivel de la producción nacional en 1958!
(Arts, 21 de mayo de 1958)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
La piel, el aire y el subconsciente
Nacido el 24 de junio de 1930, en París. Licenciado en Letras. Estudios interrumpidos: Farmacia, Derecho, Ciencias Políticas. Sargento reservista en el Cuerpo de Sanidad. Periodismo, jefe de prensa de la 20th Century Fox, coautor junto con Éric Rohmer de un libro sobre Alfred Hitchcock. Productor de Le coup du berger, de Jacques Rivette (1956) y de Verónique et son cancre, de Éric Rohmer (1958). Acaba de finalizar su primer largometraje : EL BELLO SERGIO
Por lo general, cuando un hombre joven quiere hacer una película por primera vez, va a verse obstaculizado necesariamente por una multitud de imperativos. En mi caso no fue así: disponía de un poco de dinero, así que lo aproveché para plantearme la idea de rodar, con actores de mi elección, sobre un tema elegido por mí, una película en la que el hándicap de un presupuesto limitado pudiera resultar asumible. El resto no fue más que la preparación minuciosa de un plan de trabajo y de una organización de producción económica. Elegí, de entre todos los guiones que tenía en mente, aquel que, con toda certeza, no podría llegar a provocar unos sobrecostes demasiado desastrosos: El bello Sergio, que realicé, libre como el aire, en ocho semanas, en un pueblo de Creuse, Sardent, para mí ya familiar. Salimos hacia allá en la primera semana de diciembre con 2.100 metros de película. Cuando regresamos, a principios de febrero, el rodaje de la película estaba terminado. Dos meses de montaje, cuatro días de mezcla de audio, media hora de sincronización. Y ahora estoy feliz por haber terminado mi primer film.
Y el tema es el siguiente: confrontar, en un escenario minuciosamente descrito como rural y pobre, a dos tipos de hombres jóvenes, totalmente opuestos y sin embargo amigos. Si bien rechacé el artificio de la contraposición física, intenté llevar al máximo tanto las contraposiciones morales como las sociales. Pictóricamente, el universo de Sergio se caracteriza por los tonos oscuros, el universo de François por los tonos claros. Pero mientras que Sergio destaca con claridad sobre este fondo oscuro, François suele llevar casi siempre ropa negra. El objetivo era ilustrar un elemento de la película que considero muy importante: el de, digamos, el cruce de las apariencias. En las primeras secuencias, en efecto, Sergio se muestra como un personaje inestable, atormentado, complejo y acomplejado, mientras que François aparenta ser tosco, incluso un poco plano. Así, el arco dramático de la película parecería abocado a ser el siguiente: una línea recta, que se corresponde con el personaje de François, sobre la que se superponen las aristas bruscas del personaje de Sergio.
Pero todas las peripecias de la película, a las cuales yo he teñido con los colores (muy apreciados por mí) del melodrama, tienden a modificar la estructura de ese arco dramático como si, una vez planteado el problema, la búsqueda de su solución modificara radicalmente el cariz mismo de las circunstancias. En efecto, más allá de las apariencias, una verdad, poco a poco, debe ir despejándose al espectador: el inestable, el acomplejado, el loco, no es Sergio, sino François. Sergio se conoce: sabe las razones de su comportamiento, se sigue a sí mismo. François, por el contrario, no se conoce más que a nivel de apariencias; su naturaleza íntima está sepultada en su subconsciente y sólo se revela en súbitos destellos, huye de sí mismo. Su enfermedad le dejó una psicosis: el miedo a morir, y como a todos los jóvenes atormentados por la muerte, esta psicosis derivó en un complejo de Jesucristo personificado. He hecho de François, sin que él lo reconozca y sin que esto se exprese más que en pequeños matices de su comportamiento, un homosexual latente, tendente a regresar a la infancia.
El desenlace de la película es, por tanto, doble. Lo he situado en una atmósfera en la que ambos colores se encuentran paradójicamente: una noche nevada. Parece que François salva a Sergio de su degradación, lo cual no es falso. Pero el propio François es, al mismo tiempo, salvado también de su locura por Sergio, quien le enseñó a hurgar en la verdad de las cosas.
En resumen, en El bello Sergio se yuxtaponen dos películas: una en la que Sergio es el sujeto y François es el objeto, otra en la que François es el sujeto y Sergio, el objeto. Por definición, es la primera de estas películas la que aparece primero. Lo ideal, para mí, es que una sea sensible a la otra.
Este propósito, que vale lo que vale pero al cual yo me agarro, terminó obviamente condicionando la forma de la película. Fue así como prácticamente eliminé el principio del plano-contraplano, en la medida en que yo era, en cada secuencia, en cada plano, prisionero voluntario de mi propia parcialidad. Por otro lado, adquirí casi como método el principio de los planos subjetivos bruscamente objetivados y sus consecuencias: los planos largos con reencuadres por panorámicas o travellings laterales, movimientos de tijera, etcétera. Lo mismo en el caso del montaje, que a menudo recurre a los cambios de ritmo, yuxtaponiendo planos largos de forma que se prolonguen los unos a los otros, cuando no recurriendo al “ensamblaje” abrupto de dos elementos entre sí.
Lo más milagroso de toda esta historia es la admirable compenetración con todos los colaboradores, técnicos y actores. Realizar una película en exteriores naturales podría a menudo plantear grandes problemas: gracias a ellos, sin embargo, ni me di cuenta. Me resultaría por tanto casi imposible saber si al final los he podido resolver. Bajo mi punto de vista, en esta película había tres elementos importantes: la piel, el aire y el subconsciente. Creo que yo los intuyo: ahora espero que estén ahí.
Lo reconozco sin pudor: me encanta El bello Sergio y creo muy sinceramente en su éxito comercial. Mi intención es por lo tanto, siempre que me resulte financieramente posible, volver a repetir este verano con una película titulada Los primos, la cual si bien trata un tema completamente diferente al de El bello Sergio, vendría a constituir como la segunda cara de un díptico. Será la historia de un asesinato involuntario, en la que intentaré expresar el drama de un universo reducido a meras apariencias. Será, espero, divertido al mismo tiempo que inquietante. Por supuesto mismos actores, mismo equipo técnico. Tengo miles de proyectos más; pero sobre todo me gustaría hacer una película de serie negra en color y también adaptar, por fin, una novela de Simenon a la gran pantalla. Que yo sepa, es algo que no sucede desde hace mucho tiempo.
En cuanto a la situación actual del cine francés, me parece floreciente y pienso que la ley de ayudas tiene mucho que ver. El principio es sencillo: hacer películas buenas que no sean un mal negocio; y todos los medios para satisfacer este principio son, en mi opinión, excelentes. Convendría sin embargo no olvidar tampoco que en Europa los géneros son pasajeros, al igual que las escuelas. Que no debe confundirse una película buena con una película cara, un film de festival con un film subvencionado. Que no siempre lo más comercial es lo que pensamos y que el figurante de hoy es la estrella del mañana. Me parece excelente hacer muchas películas comerciales. Me parece comercial hacer muchas películas excelentes.
Claude CHABROL
(Cahiers du cinéma, nº 83, mayo 1958)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Precisamente de Chabrol he visto esta semana L'oeil du malin y Landru, en mi opinión mucho mejor la primera que la segunda. Si me animo, las comento brevemente. Están disponibles en Netflix.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Muchas gracias por los aportes!
LE BEAU SERGE es una opera prima estupenda y LES COUSINS (pendiente de ver) la teneis en FILMIN.
Qué entusiasmo tenían eh! Les llevara por donde fuera no les faltaban ganas :P
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Aprovechando la disponibilidad de un buen número de films franceses en Netflix he podido ver un atractivo, al menos sobre el papel, programa doble de Claude Chabrol. Se trata de dos films radicalmente distintos en lo formal, pero que responden a la querencia mostrada por el director, a lo largo de toda su filmografía, por el mundo del crimen.
L’oeil du malin (1962)
https://es.web.img3.acsta.net/pictur.../47/575169.jpg
El primero por orden cronológico, y en mi opinión también por interés, es L’oeil du malin, un film en blanco y negro, con el que un todavía joven Chabrol (31 años) desarrolla a partir de un guion propio una historia que resuena a Patricia Highsmith, autora de la que llevaría años después a la pantalla una de sus novelas en Le cri de l’hibou.
Nos cuenta la historia de un joven escritor francés, André “Albin” Mercier (Jacques Charrier), que, por motivos de trabajo, se instala en un pueblo de Baviera cercano a Múnich. Allí entabla relación con un famoso escritor alemán, Andreas Hartman (Walther Reyer, del que hablaremos en el hilo de Lang cuando veamos su díptico indio, en el que encarna al Maharajá Chandra) y su esposa, la francesa Hélène (Stéphane Audran). André, poco a poco, va introduciéndose en la vida del matrimonio, acabando por inmiscuirse en sus relaciones, impulsado por los celos respecto al éxito profesional de Andreas y por una cierta atracción por Hélène.
https://images.mubicdn.net/images/fi....jpg?size=800x
André descubrirá que ella tiene un amante, que ese matrimonio que parecía tan modélico vive en el fondo en un estado de crisis latente. Como en las novelas de Highsmith el comportamiento de André es cada vez más retorcido y obsesivo, generando en el espectador un estado de inquietud y provocando la incertidumbre sobre el final de la historia, que intuimos que será cruento.
Visualmente, se nota todavía que Chabrol se mueve en los postulados de los primeros films de la Nouvelle Vague, recurriendo, por ejemplo, a las secuencias entrecortadas, con saltos de plano, como si faltaran fotogramas, que no responden a ninguna necesidad narrativa.
Landru (1963)
https://www.themoviedb.org/t/p/w500/...hgZKmPJUGR.jpg
Mucho menos interesante y más convencional me ha parecido este biopic del célebre asesino de mujeres, Henri Désiré Landru, conocido como el Barba Azul de Gambais, en el que Charles Chaplin se inspiró para uno de sus mejores films sonoros, Monsieur Verdoux.
La película, con guion de Françoise Sagan (novelista autora de la famosa “Bonjour tristesse”, llevada al cine por Otto Preminger), nos cuenta cómo Landru se deshace de una serie de mujeres maduras, algunas de ellas viudas, a las que seduce primero y mata después, incinerando sus cuerpos en el horno de su casa en Gambais. Así, Landru, que regenta un poco próspero negocio de antigüedades, puede mantener a su familia y sostener un acelerado tren de vida. Algunas de las víctimas están encarnadas por actrices de prestigio: de Michèle Morgan a Danielle Darrieux pasando por Hildegard Knef, incluida también una joven (la Catherine Rouvel de la que hemos hablado recientemente en el hilo de Renoir) a la que da el mismo “tratamiento”, aunque por otro tipo de razones. Junto a sus víctimas, Stéphane Audran encarna a su amante, Fernande, ajena por completo a su vida criminal, como también se mantiene ajena a ella su esposa, Catherine (Françoise Lugagne).
Finalmente, Landru es reconocido por la hermana de una de las víctimas, detenido, juzgado y condenado a la guillotina, siendo ejecutado en 1922. El modus operandi de Landru coincide en el tiempo con la I Guerra Mundial, lo que dio pie a Chaplin para establecer un agudo paralelismo entre las muertes “industrializadas” que provoca la guerra y las de un artesano del crimen como Landru. Chabrol se muestra menos inspirado, resintiéndose el film de una caracterización exagerada y acartonada de Charles Denner como Landru.
https://upload.wikimedia.org/wikiped...dru-Denner.png
Afortunadamente, el último tercio, que se centra en el juicio, durante el cual Landru muestra una sangre fría y un cinismo sorprendente, consigue elevar el interés del film. Con todo, este Landru no está entre lo más brillante de la obra del parisino: de hecho, fue un sonoro fracaso que puso en entredicho la continuidad de su carrera.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Me apunto esos titulos de Chabrol,un director que me parece a priori siempre de interés.
He visto LES MISTONS y me ha parecido un predecesor del primer largo del director de lo más notable.
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https://64.media.tumblr.com/4bec7446...d44374645.gifv
Cita:
Lo firmamos victoriosos con el mayor
deseo de venganza
"Los mocosos"
La primera pelicula (corto) comercial de Truffaut,marca un punto de inflexión en el cine francés. A mediados y finales de la década de 1950, la industria
francesa se habia estandarizado, atrapada en una rutina de conformidad, falta de diversidad y dependencia excesiva de los nombres de las estrellas. Les Mistons anunció un regreso muy necesario a la era de los directores de cine independientes del pasado, cuando la realizacion de peliculas habia sido un arte, no solo un ejercicio comercial.
Los críticos de Les Cahiers du cinèma (Truffaut, Godard, Rohmer,entre otros) clamaban un cambio.
En Les Mistons un grupo de rebeldes,derriban un cartel de la peli "Chiens perdus sans collier". En los años siguientes, esta escena simbolizaría lo que Truffaut y sus aliados de la Nueva Ola (Godard, Rohmer y otros) harían con el cine francés contemporáneo,empezar de nuevo.
Con el respaldo del adinerado padre de su esposa M Morgenstern,Truffaut entonces un destacado critico de cine, estaba decidido a hacer una pelicula que demostrara su punto de vista sobre cómo debería ser el cine moderno.Cinéfilo desde su infancia enfocó las relaciones con personajes creíbles y diálogos
naturales. Con un marcado estilo documental neorrealista, Les Mistons muestra claras referencias de J Vigo y J Renoir, dos directores a los que Truffaut veneraba.
Con G Blain y B Lafont (en ese momento marido y mujer),dos actores que se asociarían a la Ola,la cinta contrasta la ternura de una joven pareja enamorada con la irreflexiva malicia de un grupo de jóvenes adolescentes (los "mocosos" o "mistons" del título de la película). Incapaces de entender su atracción por la joven y sensual Bernadette, los chicos deciden hacerla sufrir y recurrir a metodos cada vez mas crueles para estropear su relación con Gérard. Es un retrato realista de la adolescencia masculina, en el que Truffaut presumiblemente se basa en su propia experiencia personal.
https://64.media.tumblr.com/25d12216...bfa524fbae.jpg
Cuando Les Mistons se exhibio al público por primera vez en 1958, fue elogiada por la critica, que estaba convencida de que,en efecto,había llegado una nueva marca de cine. Sin embargo, también alimentó el creciente cisma entre Truffaut y los tradicionalistas. Lo que es más importante, le dio a Truffaut confianza para perseverar con su primer largo.
8//10
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Aprovechando la disponibilidad de un buen número de películas francesas en Netflix me he montado un programa doble dedicado a la gran “bestia negra” (al menos para mí) de la Nouvelle Vague. Si probablemente Truffaut sea la cara amable de ese “movimiento” de críticos-cineastas surgido de Cahiers du Cinema a finales de los 50, Jean-Luc Godard es, sin duda, el más exigente de cara al espectador, sobre todo porque no es lo mismo ver sus films a día de hoy que en su momento, en esto, no sé si para bien o para mal, sí que, parafraseando una canción de aquella época de Bod Dylan, los tiempos han cambiado.
De entre todos estos críticos pasados a la dirección (los citados, más Rohmer, Chabrol, Rivette y otros), que fueron los defensores de la política de los autores, reivindicando en especial la obra de muchos directores comerciales del Hollywood dorado, el que creo que se separó de manera más marcada de la narrativa clásica (al menos de entre los más célebres) es precisamente Godard. Poco o mucho, a su manera, el resto de directores continuaron manteniendo un estilo narrativo en que lo importante era contar historias, aunque formalmente introdujeran importantes variantes. Pero en buena parte del cine de Godard en sus primeros años (ya no digamos más tarde, en su etapa supuestamente maoísta y revolucionaria) dinamita el concepto mismo de narración, hasta el punto de que es difícil saber a qué está jugando el director, qué es lo que nos quiere decir.
Los carabineros (Les carabiniers, 1963)
https://pics.filmaffinity.com/Los_ca...4990-large.jpg
En Les carabiniers se supone que lo que pretende Godard es formular una crítica a la guerra y al encuadramiento de los jóvenes en la estructura militar. El contexto de la época remite a la guerra de la independencia argelina (a la que dedicó el mismo año Le petit soldat, que comenté en el “otro rincón”), finalizada el año anterior, y las luchas por la descolonización en multitud de países, aunque en realidad Godard parte de una obra teatral del italiano Beniamino Joppolo, “I Carabinieri” o “I Soldati conquistatori”, escrita en 1945.
Unos carabineros comunican a dos jóvenes, Ulysse y Michel Ange, que viven en una solitaria casa en un paisaje vacío con sus esposas, Vénus y Cléopâtre, que son llamados por el rey a la movilización. Se incorporan al ejército y participan en una guerra indeterminada (Godard inserta imágenes documentales de la II Guerra Mundial). A su regreso, después de dedicarse al pillaje, lo único que aportan como botín, a pesar de las promesas iniciales, es un conjunto de postales de todo tipo.
https://breviariocinematografico.fil...abiniers-6.jpg
Al final, cuando creen que la guerra ha finalizado, los carabineros del inicio vuelven a aparecer para comunicarles que el rey ha sido derrotado. A continuación, los ejecutan (fuera de campo).
Es evidente el carácter simbólico del film, algo que Godard deja claro en la elección de los nombres de los personajes (o quizá es algo que ya está en la obra teatral) o en lo indeterminado del país donde se desarrolla la acción (aunque la referencia a los carabineros y al rey nos puede hacer pensar, a posteriori, que se trata de Italia durante la II Guerra Mundial, pero sólo cuando sabemos de la existencia de la obra de Joppolo). A lo esquemático del argumento, se añade la impresión de amateurismo de las interpretaciones (solo Marino Massé, actor italiano que encarna a Ulysse, tiene una extensa filmografía, aunque aquí estaba en sus inicios); lo falso del sonido, en especial los ruidos ambientales; la construcción de las secuencias, un tanto desmañada… Uno podría pensar que está ante un proyecto inicial, más adecuado para un corto o mediometraje que para un largometraje, perteneciente a su época anterior a À bout de soufflé, pero no, Godard ya había rodado un film como Vive sa vie, con Anna Karina, y el mismo año estrena Le mépris, un proyecto de envergadura con un reparto sensacional.
Por lo demás, la película reúne buena parte de los tópicos godardianos: el uso de rótulos explicativos (afortunadamente, esta vez nos ahorra su voz ceceante); las imágenes fragmentadas; los planos entrecortados; las referencias al mundo de la publicidad y el consumo mezcladas con la “alta cultura” (ese autorretrato de Rembrandt); las enumeraciones tipo guía telefónica (aquí la enorme colección de postales), etc.
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Sinceramente, a pesar de merecer comentarios hiperbólicos por parte de algunos convertidos al godardianismo, para mí es un film indigerible.
La mujer casada (Une femme mariée: Suite de fragments d'un film tourné en 1964, 1964)
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Más de lo mismo, pero, al menos, con coartada estética. En esta ocasión lo esquemático del argumento, con guion en solitario de Godard, hace referencia a una tópica relación amorosa triangular. Charlotte (una un tanto cargante Macha Méril) tiene un amante, Robert, actor de teatro (Bernard Noël), pero está casada con un piloto de avión, Pierre (Philippe Leroy).
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La película, a la Godard, se convierte en un estudio del cuerpo de Charlotte, como Vivre sa vie lo era del rostro de Anna Karina (también la comenté en el “otro rincón”). La precisión de los encuadres de Raoul Coutard que fragmentan los rostros y los cuerpos de los amantes, con una bella iluminación que los dota de volumen, acaba siendo lo más interesante, ya que la historia en sí no va más allá del triángulo amoroso y de las dudas de la joven Charlotte al descubrir que está embarazada de tres meses, y no saber ni quién de los dos es el padre ni a qué futuro ha de apostar.
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Al parecer el título original era “La Femme mariée” (curiosamente, La mujer casada sí es el título en castellano), pero después de su presentación en Venecia, la censura francesa (que, haberla, la había) obligó al cambio, supongo que por considerar que el artículo indeterminado remitía a un caso concreto, mientras que el determinado convertía la experiencia de Charlotte en un retrato de las mujeres casadas en general.
Una vez más acabo con la impresión que el cine de Godard no se ha hecho para mí. Reconociéndole la capacidad de generar bellas imágenes y de agitar a cinéfilos perezosos, concluyo que solo soy capaz de visionarlo en pequeñas dosis y con muchas reservas.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Uy le temo a Godard y ya me dirás acercarte a la Ola sin ver sus pelis :cortina
Mi proxima review Une femme mariée
a ver qué tal espero que mejor que al compi mad :)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
hannaben
Mi proxima review Une femme mariée
a ver qué tal espero que mejor que al compi mad :)
Cuidado, la historia que nos cuenta no aporta gran cosa, pero la gracia del film está en cómo lo cuenta. Y en este aspecto, esa fragmentación de los cuerpos de los amantes (que, por ejemplo, Resnais ya había mostrado en Hiroshima mon amour) sí ofrece momentos brillantes. Ahora bien, ¿es suficiente? Hay dos aspectos del film que me cansan: uno es esa insistencia, tan francesa, de hablar y hablar sobre el amor (bueno, en los films de Godard todos suelen hablar mucho y de todo), hasta el punto de gastar la palabra. Otro es la constante presencia del rostro de Macha Méril, con esa expresión de estar encantada de haberse conocido. Si uno puede emocionarse con el rostro de Anna Karina, con el de Méril yo acabé un poco harto. Godard, de hecho, juega con Méril de manera parecida a como lo hace con Karina en algún film, en una especie de fascinación contemplativa del rostro femenino que a mí me agota.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Muy interesantes vuestros comentarios, me gustaron mucho.
Sobre Godard, él mismo lo reconoce de alguna manera. Hay una entrevista en la que comenta: A la gente le gusta preguntarme “¿qué quiere decir usted exactamente?”, a lo que yo contesto: “quiero decir, aunque no exactamente”.
Por momentos parece exceder el cine y convertirse en una disciplina diferente, por eso es preferible intentar abordarlo de otra manera que no sea en términos de entretenimiento. Yo no estoy acostumbrado, la verdad, me resulta difícil.
Pero a la larga creo que es edificante conocer su obra, más que nada porque su impronta puede percibirse en otros cineastas. A veces llego a pensar que tiene su propia asignatura obligatoria en las escuelas de cine de por ahí.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Quizá por eso que dices, a pesar de que raramente me satisfacen sus películas, hago el esfuerzo de irlas viendo, a pesar de que a menudo se me indigestan.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
mad dog earle
Quizá por eso que dices, a pesar de que raramente me satisfacen sus películas, hago el esfuerzo de irlas viendo, a pesar de que a menudo se me indigestan.
Total,esta semana me toca una de Godard y me temo que la prota no es E Riva,me he reconciliado con Hiroshima mon amour por su sentida y sensible (que no sensiblera) interpretación.
Cita:
Macha Meril wearing sunglasses in a scene from the film 'A Married Woman', 1964. (Photo by Royal Films/Getty Images)
https://media.gettyimages.com/photos...UyxThHjM4fOUk=
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
mad dog earle
Otro es la constante presencia del rostro de Macha Méril, con esa expresión de estar encantada de haberse conocido. Si uno puede emocionarse con el rostro de Anna Karina, con el de Méril yo acabé un poco harto. Godard, de hecho, juega con Méril de manera parecida a como lo hace con Karina en algún film, en una especie de fascinación contemplativa del rostro femenino que a mí me agota.
El Godard :wtf y su campaña publicitaria.
https://64.media.tumblr.com/7626e87b...38dbf95de1.jpg
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Por CLAUDE FLÉOUTER
25 de agosto, 1964
Como casi todas las películas de Jean-Luc Godard, la última, La mujer casada, que será presentada en el Festival de Venecia, ha sido rodada en cuatro semanas. ¿Por qué tanta rapidez? Con su aire de estudiante serio, reservado y esquivo, Godard se explica:
- Trabajo rápido porque durante el rodaje no divago, ni tampoco discuto. Con un equipo tan reducido, no tengo tiempo de pararme a reflexionar. Las cosas se organizan por sí mismas. Tengo un tema: intento no salirme de él; si está algo desordenado, o en borrador, me permito más libertad que cuando ya es algo puramente lógico como en Bande à part.
- ¿No es un método, en el fondo, contraproducente para quien pretende construir una obra?
- Lo mejor es hacer tantas películas como se pueda, nunca se sabe… Mozart componía dieciséis sinfonías al año: no son precisamente obras inacabadas, que yo sepa. Y además, es preferible crear tanto como sea posible, antes que dedicarse a perfeccionar cualquier otra cosa.
- ¿No se reduce así la creación a un nueva forma de conformismo?
- Pienso que no. Se me critica por mezclar géneros, pero es eso justamente lo que me gusta hacer. Si toma usted un personaje raciniano, le dirán que no lo ponga enfrente de un héroe corneliano. Sin embargo, eso es lo que a mí me interesa: si Hermione conociera al Cid, ¿qué pasaría?
Claro que quizá cometa errores. Pero como tengo la posibilidad de no ser un cineasta demasiado atado a un determinado número de contingencias financieras, tales errores terminan resultando en última instancia positivos.
- Hábleme de La mujer casada
- He realizado una película de entomólogo. He considerado a la mujer como si considerara a un instrumento: desde un punto de vista técnico. La mujer casada, si se quiere, es una especie de prospecto sobre la mujer, compuesto de brazos, de piernas, de “te amo”.
- Ciertos aspectos se asemejan a Vivre sa vie.
-Ninguno. En La mujer casada no hay drama, no hay una situación dramática. Se trata únicamente de instantes físicos: como si me hubieran encargado que siguiera a alguien y aportara la mayor cantidad posible de fotos y de información. De hecho lo puse en los créditos: “Fragmento de una película rodada en 1964”. La mujer casada son veinticuatro horas en la vida de una mujer que está esperando un hijo, ignora si el padre es el marido o el amante, no sabe con cuál de los dos seguirá su vida.
- ¿La heroína es Anna Karina?
- No. Ella me habría generado demasiado vínculo, le habría aportado a la película un lado pasional que yo no quería en una obra que pretende ser un documento sociológico. Puede que se parezca más a Petit Soldat, ya que describo un determinado comportamiento sin preocuparme por analizar, por demostrar si es lo correcto o no.
(...)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
La idea de la mujer en una sociedad primitiva de 1964
Por YVONNE BABY
5 de diciembre, 1964
Autorizada por la comisión de control cinematográfico, después de varios cortes, un cambio de título y gracias a la intervención del ministro de Información. Una mujer casada, la última película de Jean-Luc Godard, será proyectada en París a partir de este viernes.
« Esta película », nos explica Godard, « es una especie de prospecto sobre la mujer. Imaginen a alguien que, como el persa de Montesquieu o el hurón de Voltaire, hace preguntas sobre un planeta desconocido. Diría: “¿Qué son los hombres?”, y le responderían: “Son personas que sin mujeres no pueden vivir y se mueren”. Entonces diría: “¿Qué son las mujeres?”, y le responderían: “Están hechas de brazos, de piernas, de ojos, de faldas, de suéteres y también de matrimonios, de mentiras, de citas, de ternura, de amistad”. Y luego: “Vete a ver la película de Godard y ya lo verás”. »
El director sonríe y añade: « Soy un prospector: yo no invento nada, digo de lo que se compone una mujer y lo muestro en “piezas sueltas”. Una máquina electrónica bien podría haber registrado perfectamente esos elementos tan diversos y proporcionado su propia respuesta, su propio guión construido de acuerdo a una cierta lógica y terminar aproximándose a lo que yo he hecho. Es un trabajo de etnólogo: así como Lévi-Strauss podría haber ofrecido la idea de la mujer en una sociedad primitiva en Borneo, yo he tratado de ofrecer la idea de la mujer en una sociedad primitiva de 1964. »
- ¿Cree usted que nuestra sociedad es primitiva?
- Pienso que para los que vivan dentro de tres mil años, lo será. Lo que quiero decir sencillamente es que esta película, o mejor dicho, estos fragmentos de una película, tienen una fecha concreta y en la cual vemos la vida cotidiana de nuestra época. Y si esos fragmentos conforman un puzle, quizá a las mujeres les corresponda un lado de ese puzle que necesite ser resuelto.
Con Una mujer casada he realizado una especie de informe para la “academia pública”. Ello me ha permitido evitar las convenciones, no contar un drama de amor sino mostrar los elementos fundamentales que lo han provocado, remontarme al origen.
(...)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
El número que Cahiers du cinéma dedicó a Alfred Hitchcock ha suscitado algo de ruido. Aparte de alguna que otra carta virulenta, también nos ha granjeado violentas críticas por parte de algunos de nuestros compañeros (Georges Sadoul, Denis Marion...) y más recientemente de Lindsay Anderson en Sight and Sound. Lo cierto es que, reconozcámoslo con franqueza, le confería un gran protagonismo a un pequeño grupo de nuestros colaboradores que, por otra parte, no pierden ocasión de ensalzar a realizadores americanos como Howard Hawks, Otto Preminger, Nicholas Ray o el Fritz Lang de “serie B”. Sus preferencias chocan, es verdad, con las opiniones que generalmente recibimos, y como no se suelen preocupar tanto de justificar la suya con argumentos razonables como de escandalizar a base de admiraciones y de afirmaciones abruptas, la irritación de sus censores termina resultando, con ironía o con indignación, tan pasional como las opiniones que se pretenden refutar.
El hecho de insistir de nuevo sobre Hitchcock con ocasión de la siguiente entrevista grabada con magnetofón no tiene sin embargo por nuestra parte intención alguna de provocar, y me gustaría aprovechar la ocasión para justificar ante los lectores a los que esta entrevista haya podido sorprender o inquietar, la posición de la jefatura de redacción de Cahiers du cinéma en todo este asunto.
Los que nos hacen el honor de leernos con suficiente atención sin duda habrán podido darse cuenta de que ninguno de los responsables de esta revista comparte los entusiasmos de Schérer [Éric Rohmer], de Truffaut, de Rivette, de Chabrol o de Lachenay con respecto a los cineastas en cuestión, como tampoco por otra parte, y más allá de admiraciones personales, el sistema crítico implícito que les da coherencia y solidaridad. Esto nos lleva a coincidir con ellos en lo referente a Renoir, Bresson o Rossellini, por ejemplo, sin que tampoco nos comprometa a tener que admirar Los caballeros las prefieren rubias.
Hago esta precisión, quizá un poco inútilmente, para que no se deduzca nuestra conversión ni tampoco nuestra inconsciencia, pero sobre todo para afirmar que hemos permitido expresar estas opiniones paradójicas y "escandalosas" en Cahiers du cinéma con pleno conocimiento de causa. Y no por un liberalismo indiferente, que abriría nuestras columnas a cualquier tipo de posición crítica, sino porque a pesar de lo mucho que esto pueda irritarnos a algunos de nosotros, y a las divergencias que nos oponen a estos jóvenes turcos, consideramos efectivamente su opinión como respetable y fecunda.
Respetable porque todos quienes los conocen pueden dar fe, no digo ya naturalmente de su sinceridad, sino también de su capacidad. No me gusta demasiado que Lachenay recurra al número de veces que ha visto las películas en cuestión, pues esto se convierte en un argumento de autoridad que se vuelve contra ellos respecto a las películas que rechazan. Pero es igualmente cierto que hablamos de manera diferente de una película cuando la hemos visto cinco o diez veces. El hecho de que su erudición no descanse en los mismos criterios de valor utilizados por los críticos veteranos o británicos, no les resta nada a su eficacia. Hablan de lo que conocen, y siempre se saca provecho de escuchar a los especialistas.
Y es precisamente por esto, también, por lo que su toma de partido resulta fecunda. No creo mucho en que en materia de crítica existan verdades absolutas o, dicho con mayor exactitud, tiendo a apreciar más las valoraciones contrarias que me llevan a consolidar las mías que la confirmación de mis principios con argumentos débiles. De modo que si mantengo mi escepticismo sobre la obra de Hitchcock, al menos será por razones mejor fundadas, de la misma manera que ya no puedo ver una película de Howard Hawks con los mismos ojos.
Si nos preguntan ahora qué justifica el hecho de que estas opiniones se expresen en Cahiers du cinéma, respondería en primer lugar que las revistas de cine no son tan numerosas como las literarias y que la dignidad con que se expresan es ya razón suficiente como para que les hagamos un hueco. Pero además me atrevería a decir que entre todos nosotros existe, y a pesar de nuestras discusiones, algo en común, y no me refiero al amor por el cine, que se supone, sino al hecho de que bajo todos nuestros juicios prevalece el rechazo vigilante a reducir el cine a lo que éste expresa.
Es cierto que nuestros turiferarios de cierto tipo de cine americano parecen caer en la herejía contraria. Yo lo lamento por ellos, ya que alimentan un malentendido cuya clarificación beneficiaría a su causa, y pido disculpas por convertirme momentáneamente, un poco por culpa suya, en su abogado. Pero si valoran hasta tal punto la puesta en escena es porque ven en ella, en gran medida, la materia misma de la película, una organización de los seres y de las cosas que genera por sí misma un sentido, tanto moral como estético. Lo que Sartre escribió acerca de la novela es igualmente verdad para todas las artes, tanto para el cine como para la pintura. Toda técnica remite a una metafísica. La unidad y el mensaje moral del expresionismo alemán se nos aparecen hoy tanto más en su puesta en escena que en sus temas. O ¿acaso no es cierto, más concretamente, que lo que hoy permanece en nuestra mente como lo más significativo de su “proyecto” moral se encuentra perfectamente disuelto en su universo visual?
Por mi parte deploro, como muchos otros, la esterilización ideológica de Hollywood, su creciente timidez para tratar con libertad los "grandes temas", y es por esto precisamente por lo que Los caballeros las prefieren rubias me hace echar de menos Scarface o Sólo los ángeles tienen alas. Pero sé agradecer a los admiradores de Río de sangre y de Me siento rejuvenecer que puedan discernir con los ojos de la pasión lo que la inteligencia formal de la puesta en escena de Hawks oculta de inteligente, en sentido estricto, a pesar de la necedad explícita de los guionistas. Y si bien se equivocan al no ver o al pretender ignorar dicha necedad, al menos en Cahiers preferimos en efecto esta toma de partido a lo contrario.
André BAZIN
(Cahiers du cinéma, nº 44, febrero 1955)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
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Renoir y Rossellini son los más grandes directores contemporáneos porque rompen con frecuencia la barrera del sonido y es precisamente al traspasarla donde se afirma su genialidad. Romper la barrera del sonido lo que aquí significa es pasar de lo falso a lo más real que lo real (Nadia Sibirskaïa en el banquillo de El crimen del Sr. Lange, Bergman al final de cada escena en Europa ‘51).
Con la idea del vaso en Atormentada, un vértigo muy parecido se apodera de mí y me llega a tambalear, y por eso mientras siga sin encontrar una idea de tal fuerza, una idea que se desvanece tras la belleza que la propia imagen suscita, en las películas de Huston, Clément o Visconti, persistiré en colocar a Hitchcock por encima de ellos, mucho más arriba, en el pelotón de cabeza, el único que me interesa.
Por otra parte, es normal que encontremos en Hawks y Hitchcock, los únicos cineastas que parecen haber retomado el legado de Griffith y Murnau, alguna razón más por la que admirarlos ya que desde El río, Me siento rejuvenecer y Atormentada el cine ha entrado en lo que podemos denominar "la fase de la inteligencia".
François TRUFFAUT
(Cahiers du cinéma, nº 39 dedicado a Hitchcock, octubre 1954)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Se nota que era un crítico de cine, con sus filias y sus fobias, sus rankings y sus listas de preferidos. Vaya, como la mayoría de los que nos movemos en este hilo.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Une femme mariée: Suite de fragments d'un film tourné en 1964
https://64.media.tumblr.com/200c15ba...46a992bc47.jpg
https://64.media.tumblr.com/7afef974...f2255ff62.gifv
El octavo largometraje de Godard.
Charlotte (M Meril) tiene una cita con su amante Robert (B Noël).Robert intenta convencerla de que se divorcie de su marido, el piloto Pierre ( Leroy), Charlotte no sabe por quien decantarse.
https://64.media.tumblr.com/58e69b29...8a6b73830.gifv
Godard dice que no es una "película" sino "una colección de fragmentos de una película rodada en 1964".No es tan paripé y vanguardista como esperaba. Tontería tiene pero al ser Godard ya te lo esperas,encantado de conocerse.Con una narrativa en fragmentos para los momentos entre Charlotte y su amante aderezada con diálogos. Cada uno de estos momentos nos dan informacion sobre la relación. Es muy chulo cómo lo rueda con los rostros y extremidades pululando mostrando la sociedad de consumo de 1960s. Las conversaciones intercaladas con publicidad y demás milongas también entre la prota y su sirvienta,hasta se habla de los juicios nazis,noticia por aquel entonces. Bueno pues todo esto a mí me deja igual,necesito empatizar con lo que hay delante de la cámara de alguna manera y en esta ocasion no logro entrar...tal vez en otra review como me pasó con El desprecio
Combo total:
5.7/10
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Gracias una vez más por tantos aportes Wembley ya comentaré.
:hola
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
El caballo del orgullo (Le cheval d’orgueil, 1980)
https://pics.filmaffinity.com/Le_che...2255-large.jpg
Chabrol nos entrega una película que se escapa de los temas habituales de su cine, en una época en que ya se hace difícil seguir hablando de la Nouvelle Vague. Se trata de la adaptación de la exitosa novela del mismo título del escritor bretón Pierre-Jakez Hélias, publicada en 1975. La película nos cuenta las vicisitudes de una humilde familia campesina a principios del siglo XX, en la zona del “pays Bigouden”, en el extremo suroccidental de la Bretaña, famosa por los tocados cónicos que llevaban las mujeres.
https://encrypted-tbn0.gstatic.com/i...Q9X5A&usqp=CAU
La familia protagonista es pobre, pero a falta de tener caballos, signo de riqueza, tienen el “caballo del orgullo”, como le explica el abuelo, de firmes ideas republicanas, al padre (y después este a su hijo) montándolo a hombros.
https://thumb.canalplus.pro/http/uns...ageID/92336072
Chabrol nos va describiendo una serie de estampas con voluntad etnológica: las labores del campo, las bodas, las vestimentas, las fiestas, las supersticiones…, todo ello con una fotografía pulcra y cuidada (quizá demasiado pulcra). Chabrol, a diferencia de otras de sus películas, parece primar la belleza del plano antes que la fuerza narrativa, de manera que, aunque de visionado agradable, a la película le falta algo de emoción, resultando un tanto fría. Por otra parte, a pesar de que se señala en algún pasaje del film la imposición lingüística del francés sobre el bretón ya desde la escuela, la mayoría de los personajes hablan en francés con toda naturalidad, lo cual va en detrimento de esa mirada antropológica que parece estar en el origen del film (hay quien lo compara con L'albero degli zoccoli de Ermanno Olmi, estrenada dos años antes). Destaca la presencia de un joven François Cluzet (parisino) como el padre de Pierre-Jacques, el niño que actúa como hilo conductor del film y cuya voz en off, ya de adulto, desde un presente indeterminado, nos sirve de narrador.
https://i.pinimg.com/originals/2d/27...a06c098e38.jpg
Una curiosidad que vale la pena ver, sobre todo si se tiene cierto interés por el mundo bretón.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
No sé que peli elegir esta semana :P
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
La vi hace años. En su momento se consideró escandalosa por cosas que ya no impresionan ni a un párvulo, pero, al margen de ese aspecto, no recuerdo gran cosa. Malle tiene un puñado de films muy buenos.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
hannaben
Les amants
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A primera vista, esta peli de L Malle tras su thriller noir "Ascenseur pour l'échafaud" (1958) parece no ser más que un drama romántico burgués convencional, una historia
de infidelidad conyugal que ofrece pocas sorpresas y un montón de clichés. Sin embargo, la
impresion superficial puede ser engañosa,la trama con aroma a novela fue tomada de un cuento del eminente escritor y diplomático del siglo XVIII D Vivant (primer director del museo del Louvre). El escenario, los personajes, incluso la puesta en escena son de un burgués total,siendo una peli subversiva,provocó una enorme protesta de los comentaristas escandalizados cuando se vio por primera vez. LES AMANTS ganó notoriedad con sus escenas de amor,mostrando un orgasmo femenino en la pantalla.. aunque es una nimiedad para los estándares actuales, le valió a la película una clasificación de 18 en Francia y
una prohibición total en varios estados de los EE. UU. Para el lanzamiento en el Reino Unido, la escena de amor tuvo que recortarse para cumplir con los requisitos de censura. Este alboroto funcionó en beneficio, la película se convirtió en un éxito mundial y estableció la reputación del director.
https://64.media.tumblr.com/b0e45406...ab0a40d2de.jpg
El guión fue escrito por Louise Lévêque, la escritora aristocrática que había escrito la novela Madame de..., que Max Ophüls había llevado al cine. Al igual que Lévêque, Malle procedía de un entorno privilegiado, aunque su obra a menudo desmiente este hecho y revela una clara racha humanista antiburguesa. El hecho de que Malle encontrara la fama justo cuando Truffaut, Godard y otros comenzaban a tener un impacto es lo que lo llevó a asociarse con la Nueva Ola, aunque se destaca como autor por derecho propio. Sus pelis están hechas de manera convencional, sin ninguna de las innovaciones estilísticas que más asociamos con la Nouvelle Vague, pero se distinguen por su tema.
https://www.youtube.com/watch?v=AtgQpfjJv_s
Malle no se preocupa por el ejercicio de reinventar el cine por sí mismo, sino por desafiar las actitudes de la sociedad hacia temas tabú como el sexo ilícito, depresión, muerte,prejuicio racial....
Tan radical como Godard y Rivette, pero solo en
o que decía, no en cómo lo decía. Con su retrato explícito del amor prohibido, Les Amants provocó su propia revolución.
También supuso un hito importante en la carrera de Moreau. Aunque anteriormente había
protagonizado Ascenseur pour l'échafaud (1958) y había estado apareciendo en películas desde principios de 1950s, el gran avance de Moreau se produjo con su interpretación sensual en esta película. Este es el papel que llevó a Truffaut a elegirla como Catherine en JULES ET JIM.
Durante el resto de su notable carrera, Moreau a menudo sería llamada a interpretar variantes del tipo de personaje de Les Amants,mujeres inescrutables cuyo exterior frío, a menudo severo,enmascara la pasión. En las famosas escenas de amor de Les Amants , Moreau es capturada en su forma más hermosa, pero también se expone la oscuridad debajo de la superficie...la inquietud al apostar todo a lo que sabe que puede ser una mano perdedora. Más que nada, es el poder de la actuación de Moreau, la sutil ambigüedad lo que hace de esta una película interesante.
https://64.media.tumblr.com/4e229504...84c5d41ca.gifv
El director de fotografía Henri Decaë aporta una irrealidad al estilo Cocteau a la secuencia en la que Moreau y su coprotagonista Jean-Marc Bory dan un paseo nocturno por los terrenos de la casa de campo. Solo cuando llega la mañana y el encanto ha pasado, la ilusión de cuento se desvanece.
¿Triunfará la necesidad de Jeanne de comodidad material y estatus sobre lo que puede resultar ser un mero enamoramiento o vivirá feliz para siempre en los brazos de su nuevo novio ideal? A medida que el coche se aleja por el camino rural lleno de baches, tenemos una idea. Difícilmente podemos dejar de ver cómo se aprietan los hilos que unen a Jeanne a su elegante entorno burgués, llevándola lentamente de regreso a una vida llena de gracia, autoestima y aburrimiento aliviado por aventuras amorosas ocasionales.
En general le falta más determinacion... aún las ganas y tremendo potencial (guapísima en esta peli) de la Moreau.
6.7/10
Cita:
Venice Mostra 1958: Jeanne Moreau And Louis Malle. Mostra de Venise 1958 : en marge du festival, Louis MALLE et sa compagne Jeanne MOREAU, venus présenter leur film 'Les Amants' (qui sera récompensé du Lion d'argent), s'avançent sur un ponton avant de partir en promenade sur la lagune.. (Photo by Georges Menager/Paris Match via Getty Images)
https://media.gettyimages.com/photos...14?s=2048x2048
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Wes Anderson: «Louis Malle es uno de mis directores favoritos»
01/02/2021- Número 145
Entrevista de Jean-Christophe Ferrari
Con motivo del vigesimoquinto aniversario de su desaparición, Transfuge ha querido rendir homenaje a Louis Malle. Sobre todo porque este cineasta ecléctico, rebelde y solitario aún no es reconocido en Francia por su justo valor. Pocos lo saben, pero Wes Anderson es un gran admirador de Louis Malle. Nos cuenta cómo le influyó su obra.
¡Encuentre nuestro dossier de Louis Malle en nuestra edición de febrero!
- ¿Cómo descubriste el cine de Louis Malle?
- La primera que vi fue Mi cena con André en VHS. Estaba en secundaria y no sabía bien lo que esperar. Al verla, me dejó desconcertado pero también intrigado. Más tarde, cuando trabajaba como proyeccionista en la Universidad de Texas en 1988, se organizó un estreno local de Adiós, muchachos. La película me encantó, pero fue sólo tras ver El soplo al corazón (¡en laser disc!) cuando me di cuenta de que Louis Malle era uno de mis directores favoritos.
- ¿Qué fue lo que te impresionó de esa película?
- Qué fue lo que NO me impresionó. La anarquía de esos hermanos salvajes, la inteligencia rebelde de Benoît Ferreux, la extraña atmósfera romántica del hotel termal y el suntuoso Dijon burgués que logra recrear. ¡Era exactamente el tipo de película que yo quería hacer! O mejor: lo que yo quería hacer era de repente una película de Louis Malle. Y creo que mi película Rushmore estuvo muy inspirada en El soplo al corazón. Además, Owen Wilson – amigo mío y coguionista– la había visto con su padre, incluso antes de que yo la descubriera, y le había gustado también mucho.
- Louis Malle trabajó con el capitán Cousteau, por quien sientes una admiración que expresaste en La vida acuática. ¿Ha podido alimentar este punto en común con Malle tu relación con su obra?
Cuando descubrí las películas de Louis Malle, no sabía que había trabajado con Cousteau. Pero en mi opinión la historia de su participación en El mundo del silencio lo dice todo sobre él. De entre todos los estudiantes del IDHEC que se ofrecieron para acompañar al capitán Cousteau, él fue el único que levantó la mano y aceptó el desafío. ¡Así fue que obtuvo una palma de oro a los veinticuatro años! Me encanta ese gusto por la aventura entrelazado íntimamente con una gran curiosidad intelectual. Me fascina el lado antropológico de su temperamento artístico.
- ¿Cuál es tu película preferida de Malle? ¿Y por qué?
- Sin duda, El fuego fatuo. Por la misma razón que me cautivó El soplo al corazón. Es una película que desearía haber hecho y es el tipo de película que yo QUERÍA hacer. La tristeza profunda, el glamour maldito, el picaresco viaje del personaje de Maurice Ronet durante las pocas horas que pasa en París, la música, la fotografía del gran Ghislain Cloquet.
- ¿Hay alguna cosa en particular que te conmueva de su cine? ¿Los constantes cambios de estilo?
- Puede ser. Pero no tengo la impresión de que su estilo cambie tanto. Tengo más bien la impresión de que trabaja con una paleta de tonos muy amplia. Siempre le gustó probar cosas nuevas. Creo que sus documentales dicen mucho sobre el artista que fue. ¡Las películas que hizo sobre Estados Unidos tienen mucho que enseñarnos sobre Estados Unidos!
- ¿La importancia que, al igual que tú, le otorga a la infancia?
- Siempre me ha inspirado la aguda sinceridad con la que capta cuál es el punto de vista de un niño.
- ¿Tienes la sensación de que los directores estadounidenses de hoy comparten tu admiración por Louis Malle?
- ¡Con mis amigos, sí! Por ejemplo, Noah Baumbach y Alex Ross Perry. Y sé que Richard Linklater suele hablar de manera muy elocuente sobre su obra. En Francia, su trabajo no es tan conocida como debería.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Wes Anderson: «Louis Malle es uno de mis directores favoritos»
¿Cuál es tu película preferida de Malle? ¿Y por qué?
- Sin duda, El fuego fatuo. Por la misma razón que me cautivó El soplo al corazón. Es una película que desearía haber hecho y es el tipo de película que yo QUERÍA hacer. La tristeza profunda, el glamour maldito, el picaresco viaje del personaje de Maurice Ronet durante las pocas horas que pasa en París, la música, la fotografía del gran Ghislain Cloquet.
Muy buena peli sí señor,con un momento mágico entre Ronet y Moreau
https://www.youtube.com/watch?v=JjiPUkUYjTw
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
¿Crisis del cine francés?
En Tokio los críticos de cine han designado las mejores películas extranjeras presentadas durante el pasado año en el Japón. Entre los cinco primeros títulos seleccionados hay tres franceses. Celui qui doit mourir (Jules Dassin); Un condamné à mort s'est échappé (Robert Bresson); y Porte des Lilas (René Clair). La temporada 1956-57, a la que pertenecen estos films, fue excelente tanto para la industria como para el arte del cine francés. Los espectadores de las salas cinematográficas aumentaban de un 5 a un 10 por 100 y la producción sobrepasó los 110 largos metrajes. Los directores mostraron verdadera audacia aproximándose a los problemas sociales contemporáneos. Por ejemplo, es característico que las dos películas que ahondaron los conflictos coloniales (Mort en fraude, de Marcel Camus, y Patrouille de choc, de Bernard Aubert), fueran una valiente crítica motivada por la pasada y larga guerra del Vietnam.
Pero, desgraciadamente, la temporada 1957-1958 amenaza con arrojar un balance muy distinto. Aunque el número de películas francesas producidas en 1957 sea el mismo (124), sin embargo, en las salas de cine se ha notado una deserción masiva desde el último de octubre. Ni siquiera se han llenado los cines en las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Durante esta 52 semana de 1957 sólo un 22 por 100 de las butacas se ocuparon en los grandes cines parisinos; en 1956 se ocupó el 44 por 100, y en Marsella, Niza, Lyon o Lille, la afluencia del público fue de un 25 a un 30 por 100 durante el último trimestre de 1957.
Los impuestos agotadores, la subida vertiginosa del coste de la vida, la amenaza de una crisis económica general, todo consecuencia más o menos directa de una interminable guerra colonial en Argelia, son las causas esenciales de esta súbita deserción. Los espectadores de cine, de los que un 90 por 100 son trabajadores, pueden pasarse mejor sin cine que sin pan o sin carne. Hay que tener en cuenta además que los precios de las localidades en Francia son más elevados que en el resto de Europa Occidental: según una reciente estadística americana un obrero parisino paga por su butaca el precio de cuatro horas de trabajo, mientras que en la mayoría de los demás países basta con el precio de una hora o menos...
* * *
He aquí un cuadro muy negro, que conduce a proponer esta pregunta: ¿Ha perdido el cine francés la energía?
Pero ¿qué cine es el que no ha conocido, en algún momento de su historia, dudas, errores, desfallecimientos, retrocesos, crisis? La constante turbación de la segunda mitad de 1957 no puede desentenderse del pasado o del presente. En el pasado, lo hemos dicho ya, la temporada 1956-1957 fue muy digna y más bien por encima del tono medio francés e internacional. Las obras de valor fueron numerosas y abordaron audazmente los problemas contemporáneos.
En cuanto al porvenir, 1958 ha empezado bien con Ascenseur pour l'échafaud, el primer film realizado por el joven Louis Malle (veinticinco años), ya co-realizador con el comandante Cousteau del famoso documental submarino El mundo del silencio (Gran Premio de Cannes de 1956). Muchos jóvenes nos harán conocer sus primeras películas en la próximas semanas. Por otra parte el público espera con confianza e interés Mon oncle, de Tati, el mejor cómico francés desde Max Linder; Les Misérables, de J. P. de Chanois, según la novela de Victor Hugo, Une vie, tomada de Maupassant, por Alexandre Astruc. La escuela de documentales continúa manifestándose con una vitalidad excepcional y muchos talentos, que no llegan a los treinta años, van a debutar como directores.
Se puede, por lo tanto, esperar que el actual desfallecimiento del cine francés sea pasajero y que éste demostrará en seguida que no ha perdido ni su valentía ni su fuerza.
GEORGES SADOUL
(Cinema Universitario. Núm. 8, diciembre 1958)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
ROMAN POR POLANSKI
https://i.ibb.co/y4VVQVg/13028595000.jpg
Con Deneuve y Godard, en Cannes 1965, donde se estrenó Repulsión
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Me convencí cada vez más de que mi porvenir, si es que lo tenía, estaba en París. Era el apogeo de la “nueva ola”. Las películas se hacían casi gratis, y la mayoría de las veces de mala manera, bajo la responsabilidad de jóvenes aficionados sin experiencia. Muchos terminaron fracasando, pero aquellos que obtuvieron cierta notoriedad hicieron saltar en pedazos las antiguas recetas del éxito. El cine francés se encontraba en estado de agitación, porque ya no había una fórmula que garantizara dicho éxito. Los productores asumían riesgos considerables, temiendo que rechazar a un joven desconocido o que declinar un guión de tres páginas, ininteligible, les haría perder el tren del “próximo bombazo”. El esnobismo intelectual desempeñó también su papel. A fin de no ser tomados por incultos, los críticos elogiaban las películas “cerebrales” que no sólo estaban mal realizadas y eran lentas, sino también pretenciosas y soporíferas.
Nunca fui parte de esa nueva ola, ni quería serlo. Mis aspiraciones apuntaban hacia cotas de profesionalidad mucho mayores – y además era demasiado perfeccionista. Los cuatrocientos golpes de Truffaut me pareció encantadora, y encontré Al final de la escapada de Godard muy sugerente. Pero el resto de películas, más allá de las primeras obras de Chabrol, me asombraron por su amateurismo y por su pobreza técnica. Asistir a sus proyecciones suponía para mí una tortura insoportable.
Pero en medio de la euforia por esa nueva fiebre del oro, Pierre Roustang, siempre en busca de nuevos proyectos, me encargó un guión. Su idea no era muy original.
- ¿Qué dirías de una joven polaca que llega a París y se enamora de un francés, eh? - me preguntó un día. Tengo en mente algo de bajo presupuesto, en la línea de Hiroshima mon amour.
Redacté una propuesta e hice que Gérard Brach la leyera. Estuvo lejos de sentir entusiasmo alguno, tanto como yo de reprochárselo.
- ¿Y si intentamos darle una vuelta juntos? le dije yo. Nos pusimos manos a la obra, pero sin gran resultado. Finalmente, propuse abandonar la idea de Roustang y escribir algo que nos llenara de verdad – algo que ambos pudiéramos disfrutar viendo algún día proyectado en una pantalla.
(Roman par Polanski. Roman Polanski, Ed. Fayard, 2016)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
Wembley_86
- ¿Cuál es tu película preferida de Malle? ¿Y por qué?
- Sin duda, El fuego fatuo. Por la misma razón que me cautivó El soplo al corazón. Es una película que desearía haber hecho y es el tipo de película que yo QUERÍA hacer. La tristeza profunda, el glamour maldito, el picaresco viaje del personaje de Maurice Ronet durante las pocas horas que pasa en París, la música, la fotografía del gran Ghislain Cloquet.
También es mi película preferida de Malle, pero me sorprende en Anderson, porque me parece alejadísima de su cine. A veces he calificado Le feu follet como la película más deprimente que he visto en mi vida, siendo "deprimente" un adjetivo que no se me ocurriría para el cine de Anderson.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
mad dog earle
También es mi película preferida de Malle, pero me sorprende en Anderson, porque me parece alejadísima de su cine. A veces he calificado Le feu follet como la película más deprimente que he visto en mi vida, siendo "deprimente" un adjetivo que no se me ocurriría para el cine de Anderson.
La verdad es que sí sorprenden estas cosas.Me parece más que aceptable su remake de J Trier
https://www.filmin.es/pelicula/oslo-31-de-agosto
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
hannaben
Sí, Oslo, 31 August. No sé si considerarla un remake de la película de Malle o una nueva adaptación de la novela de Drieu la Rochelle (de 1931). Se diferencia tanto de una como de la otra. Tampoco el film de Malle seguía al pie de la letra la novela.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
No es el cine de Malle lo que yo asociaría a Wes Anderson tampoco, si acaso la excepción de Zazie. Pero me alegro mucho de que el director no caiga en el olvido.
Tiene una filmografía muy variada, y tocando algún tema más por ahí "controvertido": a parte de en Los Amantes, también el del colaboracionismo durante la ocupación, la prostitución infantil o el incesto, y además con una faceta documentalista que personalmente desconocía.
Ah! y apunto la de Oslo para cuando vea la otra, aunque no me parece que esté editada en físico y yo plataformas no tengo por ahora.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
De sus documentales he visto L'Inde fantôme (editado por Avalon) y God's Country, sobre una comunidad rural en Estados Unidos, vista por televisión hace años
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Los Amantes de Louis Malle
Los Amantes es una película apasionante; no es una obra maestra porque no está completamente dominada, sino que es libre, inteligente, de un tacto absoluto y de un gusto perfecto; va avanzando con la espontaneidad de las antiguas películas de Renoir, es decir, con la sensación de que las cosas se nos van descubriendo al mismo tiempo que al cineasta, en lugar de verse antecedidos o rodeados por él.
El amor es el tema de temas, especialmente en el cine, donde el aspecto carnal es indisociable a los sentimientos. Louis Malle ha realizado la película que todo el mundo lleva en el corazón y sueña con concretar: la minuciosa historia de un amor a primera vista, el ardiente “contacto de dos pieles”, que no se revelará hasta mucho más tarde como “el intercambio de dos fantasías”.
Muy superior a Ascensor para el cadalso, Los Amantes supera igualmente a Y Dios creó a la mujer, a El Bello Sergio, a De espaldas a la pared, y aparece como el mejor film ofrecido por un “menor de treinta años”.
El acto sexual no puede ser mostrado en el cine porque se daría una brecha demasiado grande entre lo abstracto y lo concreto, es decir, una incomunicabilidad entre la inspiración del cineasta y la presentación visual de su idea; sería al mismo tiempo feo y abusivo, pero de la misma manera – al menos – que también son feas y abusivas las lágrimas que derrama un niño pequeño frente a su globo rojo porque se le explotó en la acera. La censura se encarga del primer caso pero no del segundo, simplemente porque está mal hecha y además compuesta por personas que desconocen la moral estética, que es la única que cuenta.
Lo que le interesa por tanto al cineasta es mostrar, con la mayor veracidad posible, aquello que sucede ANTES y DESPUÉS del amor, es decir, en el momento en que los dos miembros de la pareja se nos presentan, humanos de pleno derecho, en la perfecta concordancia de los cuerpos y las almas. El cine francés nos ha negado durante años esa verdad, sustituyéndola por la vulgaridad alusiva y la mezquindad sutil que tanto éxito le reportan a nuestro teatro de bulevar.
Si bien Y Dios creó a la mujer debía ser defendida por constituir el primer esfuerzo real hacia un reflejo fiel del amor en el cine, el defecto de la primera película de Vadim (que ahora ya se puede señalar puesto que Malle lo ha esquivado) era el de alejarse en ocasiones del aspecto carnal en favor de un erotismo insidioso y por tanto menos puro: braguitas, poses compuestas para la cámara, vestidos mojados en el mar, agresividad antisocial de la heroína, etc. Louis Malle, admirablemente apoyado por Louise de Vilmorin, ha logrado un film perfectamente familiar y casi hasta banal, de un pudor absoluto y moralmente irreprochable.
A lo largo de toda la segunda mitad de la película, que es al acto de amor lo mismo que el atraco de Rififi fue a la acción de robar, Jeanne Moreau se muestra alternativamente en camisón o completamente desnuda, pero sin ningún tipo de resultado indirecto como por ejemplo las siluetas recortadas por la luz a las que se nos sometía en todas las de Martine Carol.
Los Amantes sintetiza exactamente la audacia de un tímido: es fresca y natural, sin picardías, sin artificios. A diferencia de las películas de Vadim, ésta no pretende ser deliberadamente actual, ni servir como valor de testimonio, ya que el amor es eterno y no se trata tanto de una mujer de hoy como de la mujer en general, la de Flaubert, que es también la de Giraudoux. Sí, Los Amantes es quizá la primera película giralduciana.
François TRUFFAUT, 1958
(Les films de ma vie. François Truffaut, Ed. Flammarion, 1975)
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Faltaba la crítica de Truffaut, así que ahí va... aunque a mí me gustó mucho más la de hannaben, obviamente.
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Gracias, esos aportes de Truffaut! :P
Me gusta más El bello Sergio, la veo "más peli" que Los amantes
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Re: rapproche toi! Nouvelle Vague
Cita:
Iniciado por
Wembley_86
El acto sexual no puede ser mostrado en el cine porque se daría una brecha demasiado grande entre lo abstracto y lo concreto, es decir, una incomunicabilidad entre la inspiración del cineasta y la presentación visual de su idea; sería al mismo tiempo feo y abusivo, pero de la misma manera – al menos – que también son feas y abusivas las lágrimas que derrama un niño pequeño frente a su globo rojo porque se le explotó en la acera. La censura se encarga del primer caso pero no del segundo, simplemente porque está mal hecha y además compuesta por personas que desconocen la moral estética, que es la única que cuenta.
Es curioso constatar cómo toda la crítica de Truffaut rezuma un conservadurismo respecto al sexo que se supone que, entre otros, los cineastas de la Nouvelle Vague tendieron a modificar, lo cual viene a corroborar que detrás de algunos de ellos (quizá de la mayoría) se escondían unos moralistas más tradicionales de lo que pueda parecer a primera vista. En especial, creo que es el caso de Truffaut, y de ahí probablemente una parte de sus desencuentros posteriores con Godard.