La isla de Bergman (Bergman Island, 2021), de Mia Hansen-Løve



Siempre es un placer reflotar este hilo, mucho más cuando la ocasión se lo merece. En este caso, el motivo es el penúltimo film de la directora francesa Mia Hansen-Løve. ¿Y por qué la comento en este hilo dedicado al director sueco? No solo por el título, sino porque esa referencia a la isla de Bergman, o sea a Fårö, va mucho más allá de lo meramente anecdótico o de localización geográfica.

Una pareja de cineastas, Tony (Tim Roth) y Chris (Vicky Krieps), viajan a Fårö por diversos motivos y se instalan en una de las casas del director sueco.



Él, un director consagrado, ha de asistir a la proyección de uno de sus films en la isla. Ella, atascada en la elaboración del guion de un futuro film, aprovecha la estancia, instalada en el “molino de Bergman”, para avanzar en el desarrollo de la trama de la película.



A su vez, uno y otro participan de algunas actividades turísticas organizadas alrededor de la figura de Bergman. En particular destaca el llamado “Bergman Safari”, que recorre lugares clave de la isla vinculados a rodajes de diferentes films del sueco. Chris, que deja plantado a Tony en ese safari, lo que molesta a su marido, aprovecha el día tras conocer a un joven estudiante con el que da unas vueltas más libres por Fårö, todo muy inocente aunque se intuye una cierta atracción entre ambos.



Ese pequeño desencuentro de la pareja saca a la luz ciertas tensiones, aunque que nadie espere los abismos en que caían los matrimonios bergmanianos en muchos de sus films. A partir de un determinado momento la película se desdobla, ya que mezcla la conversación entre Chris y Tony, en la cual ella le cuenta sus avances en el guion, con la visualización de este: una historia alrededor de una pareja de antiguos amantes, Amy (Mia Wasikowska) y Joseph (Anders Danielsen Lie), que coinciden en Fårö como invitados a una boda, estancia durante la que recuperan su relación amorosa, a escondidas de sus amigos puesto que ambos tienen en la actualidad pareja estable.



Su amor se evidencia como imposible y Joseph abandonará la isla sin decírselo a Amy. En ese punto se ha quedado Chris, que no ha acabado el guion, pero Tony le dice que no puede ayudarla. Después, él deja la isla para recoger a la hija de ambos, June.

Pero la película todavía va a dar una vuelta más cuando veamos a Chris hablar con un actor, al que llama Anders, y que es el que hemos visto encarnando a Joseph, que se despide junto a todo el equipo técnico, como si la visualización del guion hubieran sido las imágenes de un film que se ha estado rodando en la isla. La película acaba con el regreso de Tony a la isla con la niña. Un final que nos deja algunos interrogantes sobre lo que hemos visto.

No solo la película me parece de gran interés para cualquier aficionado a Bergman, por lo que tiene de documento, sino que, además, creo que Hansen-Løve consigue imbuirse del espíritu del director sueco para ofrecer un retrato sumamente ambiguo del proceso creativo y de las relaciones de pareja. Un film que, y es una buena señal, nos estimula, una vez más, a volver a Bergman.