Pues Al Servicio Secreto de su Majestad tiene, con diferencia, el mejor y más valiente final de una película de James Bond. Y muy bien interpretado por George Lazenby, dicho sea de paso.
Otra cosa es el resto de la película que (aunque me encanta) reconozco que pude dar pie a la polémica. Pero esa escena: Intachable, emotiva, sorprendente, cine de gran altura.