Un poquito más sobre
Vertigo, que el comentario de
North By Northwest veo que va para largo.
He acabado de visionar de nuevo
Vertigo con el polifónico audiocomentario de la edición en DVD (por cierto, la imagen duele a la vista después de haberla visto en
BD). Hablan los restauradores, Harris y Katz; el productor Herbert Coleman; el guionista Samuel Taylor; el director artístico, Henry Bumstead; el habitual director de los documentales de las ediciones de Hitchcock, y de muchos otros sobre cine, Laurent Bouzereau; un biógrafo de Herrmann, del que no recuerdo su nombre; Kim Novak, Patricia Hitchcock… y quizá me olvide de alguno más.
Dos apuntes: uno sobre la restauración. Oyendo a Harris y a Katz da la impresión de que nos podemos dar con un canto en los dientes por disponer de una versión restaurada más que satisfactoria, porque los materiales de imagen y sonido estaban en pésimas condiciones. Se tuvieron que añadir ruidos en la banda sonora que habían desaparecido, salvándose la música casi de milagro (cuentan que los másters se les quedaban en las manos cuando los reproducían). Respecto al negativo, estaba en muchos casos totalmente echado a perder, con lo que fue muy problemático ajustar los colores, “resucitarlos” (de entre el moho), sin estar seguros en muchos casos de si las elecciones eran las correctas. O sea que la película que vemos hoy en día está sensiblemente manipulada respecto a la que se vio en 1958. Como la comparación parece ser que será materialmente imposible, nos tendremos que conformar con lo puesto. Oyéndolos, y a pesar de que muchos tecnicismos no los comprendo, uno tiene la impresión de que el trabajo, que duró unos dos años y medio, fue titánico y apasionante.
El otro apunte es sobre la música. El biógrafo de Herrmann dice que, a pesar de que
Vertigo fue uno de los proyectos más queridos del compositor, no quedó satisfecho con el resultado ni con la película. Era de la opinión que no se debería haber filmado en San Francisco (supongo que Hitch no le había contado lo de la Coit Tower
) ni contar con James Stewart como protagonista. Herrmann hubiera preferido a… CHARLES BOYER
, y que la localización hubiera sido Nueva Orleans. Pensaba que su música precisaba de una ambientación calurosa y húmeda, algo que desde luego no aportaba San Francisco (húmeda, sí, pero calurosa…). O sea que nosotros dándole vueltas a si es o no la mejor banda sonora de la historia y resulta que el autor creía que no era ni siquiera su mejor trabajo. Se dice que quedó mucho más satisfecho con la de
Obsession, de De Palma, que ya cité el otro día, esta sí ambientada en Nueva Orleans, además de Florencia.